Maté, ante su decimoquinta temporada como profesional

Es la segunda campaña de Maté en el Euskaltel, en su regreso a un equipo español tras una década en el Cofidis y dos años previos (2009 y 2010) en el Diquigiovanni-Androni. Fue precisamente en 2008, en sus comienzos en el profesionalismo, cuando había estado en otra escuadra nacional, el Andalucía-Cajasur.

Maté confía en volver a ser uno de los protagonistas de la ronda andaluza, en su 68º edición. Tiene ante sí la oportunidad de convertirse en el corredor que más veces se adjudica la general de la montaña de la historia de la carrera, empatado con Francisco Cabello. Esta será su novena presencia en la denominada 'Ruta del Sur' y pocos corredores del pelotón de esta prueba conocen mejor las carreteras y el perfil de sus etapas.

Aunque en la carrera de Maté han faltado más triunfos parciales de etapa, lo más meritorio de su trayectoria son las diez participaciones en la Vuelta a España y seis en el Tour de Francia, pruebas que completó sin sufrir nunca un abandono. Además, también puede presumir de haber participado en un Mundial en ruta, once veces en la Lieja-Bastoña-Lieja y diez en la Flecha Valona, auténticos 'monumentos' del ciclismo.

Ahora, en el Euskadi, vuelve a disfrutar de su pasión por el ciclismo en un equipo plenamente nacional, sin las trabas que podría suponer su ciclo en el Cofidis. «Por mucho que llevara diez años, no dejaba de ser un extranjero en un equipo francés», ha llegado a reconocer, mientras que ahora juega un importante rol ayudando a las jóvenes promesas de la formación vasca.

Tras tantos años de ciclismo, Maté, que no se ha cansado de elogiar los esfuerzos de los organizadores de carreras durante la pandemia, disfruta del ciclismo de otra manera. Lo hace con eventos peculiares. En enero de 2021 participó en un desafío junto a los atletas del Adidas Chema Martínez, Sheila Avilés y Pablo Villa, que se batieron por relevos ante él en el ascenso por carretera entre La Pasadilla y Cazadores, parte del considerado puerto de montaña más duro de Europa, en Canarias.

La pasada campaña, tras completar su décima Vuelta a España asumió junto a su amigo Antonio Ortiz el reto de 'La Vuelta de la Vuelta', el regreso desde Santiago de Compostela a Marbella, unos mil kilómetros, en jornadas de cicloturismo, sin preocuparse de los vatios de potencia desarrollados en la bici, las pulsaciones o las órdenes de carrera del director de equipo de turno. Repitió luego Maté en una aventura parecida este 2022, con el Camino Ignaciano, la ruta que hace 500 años el religioso San Ignacio de Loyola emprendió desde Loyola, en el País Vasco, hasta Manresa, en Cataluña, para buscar respuestas.

Maté afronta una temporada, la de 2022, con un gran aliciente, el de participar en su undécima Vuelta a España, que tiene prevista dos jornadas en Málaga y sobre todo una que pasa por la que denomina «mi oficina de trabajo», el Alto de Peñas Blancas (Estepona) en Sierra Bermeja, en especial con la prolongación final asfaltada recientemente en Los Reales. Se trata de la zona afectada por el grave incendio de 2021, y que tanto sufrió el malagueño, firme defensor de la naturaleza. La cita será el 2 de septiembre.