Luis Ángel Maté: «Ha sido duro; somos un deporte que sin público no somos nada»

-Hay que felicitarle antes que nada porque ha logrado el pleno al quince, de grandes carreras (seis Tour de Francia y nueve Vuelta a España) acabadas...

-Es un dato del que estoy muy orgulloso. No es nada fácil. Son tres semanas y pueden pasar muchas cosas: tener días malos... Está al alcance de muy poca gente.

-¿Cómo lo consigue? ¿Se cuida más que otros?

-Hay que tener un poco de suerte. Soy un ciclista que tiene pocos abandonos, si analizamos mi carrera.

-¿Le hubiera gustado correr el Giro, que aún no conoce?

-Lo tenía previsto en el calendario. Los dos años que iba a ir también estuve lesionado y no pude. Este año ha venido como ha venido y al final coincidió con la Vuelta en fechas. Me gustaría, pero ya sé que va a a ser difícil.

-No es su mejor clasificación en una general la de esta Vuelta (ha sido 23º, y fue 19º en 2014 y 22º en 2016), pero casi. ¿Contento con su actuación?

-No tuve la aproximación deseada. Me fracturé una costilla un mes antes y me impidió preparar la carrera como debía. Pero así llegué fresco a la salida de Irún, más verde, y cada día he ido mejor, sobre todo en la ultima semana.

-¿Y el equipo, el Cofidis?

- Veníamos con el objetivo de una victoria de etapa, en una Vuelta en la que casi siempre hemos ganado alguna, y no lo hemos logrado, pero también es cierto que se ganó la montaña (Guillaume Martin) y hemos sido protagonistas todos los días.

-Usted estuvo escapado en la etapa cuarta, con llegada en Ejea de los Caballeros...

-Pero nunca pensamos en el triunfo de etapa. Ese día era peligroso por el viento. Fui por delante por si había cortes en el pelotón. Ha sido una Vuelta diferente, en la que no han llegado casi ninguna de las escapadas.

-Una Vuelta tan diferente como que ha sido sin público...

-Sí. Es el único deporte en el que sientes al espectador tan cerca, y con respeto y precaución es una de las sensaciones más bonitas que se pueden tener. Somos un deporte que sin el público no somos nada. Ha sido duro.

-¿A favor de una Vuelta en otoño?

-Sí. Las temperaturas no han sido tan radicales como en verano, y hemos visto paisajes preciosos por toda España... sin publico.

-¿Cómo ha sido el día a día en esta Vuelta tan particular? ¿Qué fue lo más molesto de la burbuja?

-Sobre todo, el hecho de que por ser español suelo tener más contacto con la gente en cada lugar. Tengo aficionados en todas las zonas de España y familiares a los que veo. No ha sido posible esta vez y se ha hecho duro. Pero hay que destacar el trabajo de toda la organización.

-En ese sentido, el pelotón y Unipublic han dado un ejemplo a la sociedad, de que si se quiere se pueden evitar los contagios con un celo en el día a día...

-Se ha hecho un despliegue impresionante, teniendo en cuenta lo que mueve la Vuelta cada día de forma itinerante de ciudad a ciudad. Creo que ha habido capacidad para hacer mil PCR al día. El compromiso de todos los participantes ha sido brutal. No ha habido ningún positivo en el pelotón, y eso creo que es un ejemplo para todos para la sociedad, las instituciones. Supone mandar un mensaje claro de que si las cosas se hacen bien se va a acabar con el virus.

-Una decisión de los comisarios de la UCI al otorgar el liderato a Roglic al final de la etapa décima, picando segundos en un corte en la llegada, provocó un plante de corredores la jornada siguiente. Usted estuvo en contra de la medida. ¿Por qué?

-Se estaban plantando ante alguien que no tenía nada que ver. Por un lado están los jueces árbitro, el jurad técnico y, por otro, el organizador. Es como si le pitan un penalti en la Champions a un equipo y se planta ante LaLiga, y luego decían que hablaban en nombre de todos los corredores, y a mí ni me preguntaron la opinión.

-Usted es de los que más se ha pronunciado en público a favor de los organizadores...

-La Vuelta hace mucho sacrificio para que podamos correr. Nos debemos sentir unos auténticos privilegiados por el dinero que ganamos, por salir de casa y hacer lo que nos gusta, y hay que ser muy egoísta y tener pocos dedos de frente para protestar a La Vuelta.

-¿Qué piensa de la polémica colaboración del Movistar con Roglic cuando se fue Carapaz en La Covatilla, en la penúltima etapa?

-Creo que son polémicas buenas para el ciclismo. Son cosas que han pasado siempre. Todos defienden sus intereses. Al Movistar no hay nada que reprocharle. Hizo su carrera y en ningún momento quisieron perjudicar a Carapaz, que salió del Movistar y al que le debe mucho, igual que el Movistar a él. El problema fue que el Ineos (el equipo de Carapaz) no tenía a nadie en una fuga de 24, y si pretendía ganar una gran vuelta... Si el líder no tiene compañeros es imposible.

-El domingo acabó su ciclo de una década en el Cofidis. ¿Qué sensaciones le deja?

-Sólo hay que pararse a pesar donde estaba hace diez años. Es una parte muy importante de mí. He tenido la oportunidad de correr las mejores carreras del mundo, competir con grandísimos corredores. He conocido un país (Francia), una cultura, un idioma... Me lo han dado todo, y yo también a ellos. Pero ya tengo una edad y creo que ahora me hacía falta un cambio en mi carrera deportiva, nuevas motivaciones e ilusiones.

-Se le ve muy animado con esta nueva etapa en el Euskaltel, con el que ha firmado por dos años.

-Aunque lo económico no pueda ser igual que el del Cofidis, en lo deportivo es más atractivo. Por muchas cosas. Mi rol estaba muy encasillado en el Cofidis y en los últimos años el equipo se estaba enfocando a velocistas y otras formas de correr, a amarrar las carreras para llegar al sprint. Yo tiraba del pelotón para eso, cuando a mí me gusta correr de manera más ofensiva. Son etapas. Creo que me hacía falta un cambio. Lo que me puede dar el Euskaltel no me lo puede dar nadie más. Es un proyecto con bases muy sólidas. Es un equipo con una masa social única detrás. En el País Vasco el ciclismo es más que un deporte. No tengo peña en Málaga y en Andalucía y sí allí.

-Se refiere a la peña de Ondarrua. Menuda paradoja, ¿no?

-Sí. Cuando eres pequeño vas a correr por toda España y hay publico, están las familias... pero en el País Vasco, hay mucha gente que no tiene que ver con el ciclismo y va a ver las carreras. Es una cultura popular.

-¿Qué espera de la nueva temporada? ¿Algo parecido a este 2020?

-No me cabe duda de que va a ser un año difícil, tal y como está evolucionando todo, pero La Vuelta ha marcado el camino para competir con seguridad y demostrarnos que si se hacen las cosas bien se pueden desarrollar actividades, con más coste y esfuerzo eso sí.