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MARTÍN COLBA
SANLÚCAR DE BARRAMEDA (CÁDIZ)
Miércoles, 20 de febrero 2019, 00:33
Puede que para los aficionados españoles la Vuelta a Andalucía 2019 tenga un punto menos de interés que en ediciones anteriores. Sin Alejandro Valverde y con Mikel Landa –confirmado en principio por la organización– en el dique seco tras su caída en la Challenge de ... Mallorca con rotura de clavícula, puede parecer un paso atrás en participación. Nada más lejos de la realidad.
Porque el gran favorito a la carrera también es 'de los nuestros': Ion Izagirre se encuentra ante una oportunidad inmejorable para hacerse con esta Ruta del Sol. El corredor vasco del Astana viene en un estado de forma más que aceptable tras haber ganado la Volta a la Comunitat Valenciana. Por si fuera poco, el recorrido le viene como anillo al dedo, sin ningún final en alto demasiado largo.
Además, hay que añadir a todo esto el principal factor que hace de Izagirre el principal favorito: su intención, hecha pública, de que viene aquí a ganar esta carrera. Su Astana llega enchufadísimo después de sumar nada menos que ocho victorias en los últimos ocho días y por cuatro países distintos. Ion sabe que en las grandes vueltas le tocará ayudar a Miguel Ángel López, que aspira a todo, por lo que en la ronda andaluza tiene una de esas oportunidades para gozar de libertad.
Quizás el gran obstáculo para el vasco en este camino de cinco días sea la primera etapa entre Sanlúcar de Barrameda y Alcalá de los Gazules, con ese muro adoquinado para terminar donde tal vez otros ciclistas un poco más poderosos le puedan picar algunos segundos. Nada que no pueda resolver el vasco en la contrarreloj que une Mancha Real con La Guardia de Jaén, con 17.000 metros de longitud y ninguno llano. El sitio perfecto para que alguien que se acopla bien como él pueda meter un tiempo que ya no le puedan recuperar.
La corta aunque explosiva etapa de Armilla a Granada, con las subidas a El Purche (9,5 kilómetros al 7 % de media y rampas del 16 %) y Hazallanas (16 kilómetros con picos del 20 % en los últimos ocho) pero final en descenso, será la otra gran prueba para el completo corredor vasco, que tendrá como gran rival a todo un vencedor de la Vuelta a España.-and
Simon Yates se presenta con toda su guardia pretoriana: su hermano Adam, un Esteban Chaves que está empezando a retomar el golpe de pedal y el veterano Mikel Nieve. Un equipo que probablemente tenga pocos cambios con el que van a llevar al Giro, donde Simon iba líder el año pasado, antes de ganar la Vuelta, y se acabó viniendo abajo en los últimos tres días. Él mismo ha dicho ya que tiene una cuenta pendiente en Italia y piensa saldarla.
Tampoco hay que descartar al vigente vencedor, que tratará de reeditar la victoria del año pasado. Tim Wellens cimentó entonces su triunfo precisamente en Alcalá de los Gazules, que en 2018 llegaba en el cuarto parcial. Esta vez se puede vestir de líder el primer día. Otra cosa será que lo aguante entre la contrarreloj –donde se defiende francamente bien– y la alta montaña, que le cuesta bastante más. En cualquier caso, en una carrera de cinco días y con un recorrido tan abierto como este (sólo hay una llegada prevista al esprint, en Torredonjimeno y tras 216 kilómetros de carrera) los márgenes de los favoritos siempre son estrechos.
No se trata de un choque de pandas de verdiales, sino de lo que será el último gran escollo de la carrera antes de entrar en Alhaurín de la Torre, la localidad malagueña que pondrá fin a esta 65.ª edición de la carrera: la subida al Valle de la Vida, de dos kilómetros pero con rampas superiores el 20 %, por una carretera estrecha y de las que agarran hasta llegar a Almogía.
Desde ahí, un rápido descenso de 32 kilómetros rozando la capital por Campanillas, que además termina en un kilómetro para arriba donde un ciclista como Alejandro Valverde podría haber picado segundos. También el propio Wellens o Simon Yates, en función de cómo venga la carrera. La carrera realizará unos 60 kilómetros por la provincia de Málaga en esta última etapa, entrando desde el puerto de Los Alazores (3.ª) y pasando por Colmenar y Casabermeja hasta llegar a esta última cota puntuable de la vuelta. Y, también, la última oportunidad de poner en problemas a quien vaya de líder. Ya está todo listo en Sanlúcar de Barrameda. Ahora, que la carretera decida.
La nota más negativa es que no habrá malagueños. Ni Luis Ángel Maté (Cofidis) ni Pablo Guerrero (Radio Popular-Boavista) estarán al encontrarse en otros compromisos. Sí que habrá una presencia andaluza más o menos similar a la de los últimos años. Juanjo Lobato acude como baza del Nippo-Vini Fantini italiano y tiene en Torredonjimeno una preciosa oportunidad de llevarse una etapa en un esprint cuesta arriba que le favorece. El resto buscará presencia en las escapadas. Álvaro Cuadros (Caja Rural-RGA) y Juan López-Cózar (Euskadi-Murias), granadinos, se conocen la etapa de Hazallanas como la palma de su mano, y el baenense Jorge Cubero (Burgos-BH) es una apuesta fija para fugarse camino de Torredonjimeno en una etapa que cruza toda la provincia de Córdoba. Mientras, Cristian Rodríguez (Caja Rural-RGA), de El Ejido, es el que puede terminar más arriba de la general .
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