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Benito Urraburu
Viernes, 30 de mayo 2014, 00:14
Nairo Quintana está a dos días de hacer historia en el Giro de Italia y convertirse en el primer ciclista colombiano que gana esta prueba, en la que el año pasado su compatriota Rigoberto Urán finalizó en segunda posición.
Quintana, que asestó un golpe casi decisivo a la carrera en la bajada del Stelvio y en el final en Val Martello, siguió despejando dudas en la cronoescalada al Monte Grappa, con 26,8 kilómetros de recorrido, en la que había rampas con un 14% de porcentaje.
Su planteamiento de la crono, que tenían muy bien estudiada en su equipo tanto José Luis Arrieta como Eusebio Unzue, era el de regular los esfuerzos y llegar lo más entero posible, dentro del desgaste lógico que supone llevar todo el Giro en las piernas, más el añadido propio de la etapa, a los kilómetros finales, donde los segundos, en caso de ir con problemas, podían caerles a los ciclistas de diez en diez.
En los primeros ocho kilómetros -los otros diecinueve eran en subida-, Rigoberto Urán le sacaba a Nairo dieciséis segundos y a Cadel Evans, nueve. Cuando iba a comenzar la subida, cambio de bicicleta y de casco. Dejó la bici con la rueda lenticular y cogió una más convencional, igual que el casco. Con el que salió era mucho más compacto.
Las cuentas que habían realizado los especialistas de material eran las siguientes: con una rueda lenticular se podían obtener en los ocho primeros kilómetros 40 segundos de ventaja. Cambiar de bicicleta suponía 20 segundos, aunque algunos equipos lo hicieron en menos tiempo. Es decir, se ganaba tiempo sí o sí. Visto el resultado final no se sabe muy bien si esas cuentas resultaban tan exactas.
Los tiempos girarían de una forma importante en el segundo control de tiempo situado en el kilómetro 19,5, donde el rival para ganar la etapa se llamaba Fabio Aru, que pasaría a ser tercero en la general, y se convierte en una realidad, en una alegría para el ciclismo italiano.
Nairo le sacaba ocho segundos a Aru y 36 a Urán, con Rolland, a 51 segundos, en la meta. Lo que no hay duda es que Aru hizo la crono de su corta vida como ciclista profesional. Dobló a Majka, que salió tres minutos antes que él, y el polaco fue séptimo. El que puede comenzar a preocuparse con Aru es Urán. Su segundo puesto peligra.
Las diferencias lo único que harían serían aumentar en la parte final de la crono. Quintana obedeció lo que le dijeron desde el coche. Conocen que estando en forma si hay que apretarle, responde. Y Quintana respondió. Sólo se le acercó, a 17 segundos, Aru.
Por si generaba alguna duda, este viernes acabó de ganar el Giro, a pesar de que tanto él como el resto del Giro tendrán que subir este sábado el Zoncolán, con una media del 11,9% y algunos tramos del 22%. En el ciclismo siempre se cumple la máxima de que a más dureza, mejor para los más fuertes, y Nairo Quintana va a terminar el Giro casi pletórico después de la caída que sufrió y de sus problemas bronquiales.
Eso sí, en el Zoncolán se puede perder la carrera. Ganarla ya es más complicado porque quienes están detrás de Quintana bastante tendrán con aguantar. Nairo no está libre de problemas. Su ventaja, además de él mismo, es que maneja una renta de tres minutos.
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