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CRISTINA PINTO
Sábado, 12 de marzo 2022, 00:47
Llegó a Málaga para la temporada 2018-19 y fue un cambio drástico: venía de jugar en la élite del balonmano para, de repente, competir en la tercera división. Lo hizo por poder pasar tiempo con su hijo, Iker, que vive en Rincón de la ... Victoria. El internacional argentino Agustín Vidal pasó de jugar en la Asobal con el Guadalajara a luchar en Primera Nacional con el entonces Gaes Málaga, que estaba reformando el equipo para lograr el ascenso a División de Honor Plata. Tres temporadas después, se encuentra a punto de arrancar el camino para luchar por el ascenso, esta vez hacia la élite del balonmano con el Trops Málaga, en un duelo ante su exequipo, el Guadalajara. Esta tarde, a las 19.30 horas, Vidal se reencuentra con la pista en la que vivió dos temporadas especiales y con muchos buenos recuerdos. Esta tarde, el conjunto malagueño inicia su andadura de los diez partidos por el ascenso.
Pero dejando a un lado a su exequipo, cuando habla de su actual equipo habla de motivación: «Estoy contento en Málaga y con el club, que año tras año va mejorando y eso siempre es motivador. Empecé en una tercera división y la clasificación año a año ha sido más alta. Eso quiere decir que las cosas se están haciendo bien», expone Vidal.
Y cuando habla de objetivos, confirma que el de esta temporada ya está cumplido, aunque siempre se pueda ir a más dentro de la realidad: «El objetivo principal está cumplido, que era entrar en la fase de ascenso para así poder luchar por el más grande, que es el tan preciado ascenso. Es verdad que el deportista cuanto mayor es la dificultad, más se motiva, y es un objetivo superbonito llevar al club a lo más alto. Sería fantástico que una ciudad como Málaga tuviera un equipo en Asobal, pero también hay que ser realistas y saber que hay equipos con mucho más presupuesto que el nuestro. Aunque no por eso vamos a renunciar a nada. Tenemos un equipo para luchar contra todos y tenemos que ir jornada a jornada», explica.
Con una de las mejores defensas de la categoría, el equipo de Quino Soler se enfrenta a un rival fuerte en este primer duelo de la fase de ascenso. El Guadalajara, segundo clasificado, es uno de los grandes de los diez encuentros del Trops: «Vamos contra el segundo clasificado y luego contra el primero de la fase. La verdad es que con la posibilidad de sumar en estos partidos nos posicionaríamos de una manera bastante buena, por eso es importante ir poco a poco y estar hasta el final en la lucha teniendo opciones», comenta Agustín Vidal. Luego, analiza al equipo: «Podemos mejorar en muchos aspectos, pero estamos muy motivados y entrenando con muchas ganas. Tenemos un equipo muy completo para pelear contra los otros equipos».
Se le escapa una risa cuando habla del Guadalajara, a su mente seguro que llegarían buenos momentos como estos que comentaba él mismo: «Te agarra un poco la nostalgia cuando llegas a un lugar donde viviste tantos momentos, una temporada en 2011-12 y otra en 2017-18. El primero fue la primera temporada que jugaba el Guadalajara en la Asobal y el otro era el gran objetivo de conseguir la permanencia. Ahí fue una de las mejores temporadas que se recuerdan en el club con una clasificación estupenda y también participación en la Copa del Rey. Incluso estuvimos cerca de luchar por Europa», recuerda el argentino.
La experiencia en la Asobal está clara en Vidal, que también sabe lo que es ser internacional vistiendo la camiseta de Argentina. A los 14 años ya arrancó su andadura en el combinado internacional y, desde ahí, cuatro Mundiales de balonmano (2019, 2011, 2013 y 2015), además de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016. Ahora, desde Málaga, echa de menos estar en la élite, aunque también le gusta su situación actual: «He tenido la posibilidad de jugar en la élite mucho tiempo, pero estar en este proyecto tantos años y avanzando también ha sido muy satisfactorio para mí. Por eso tampoco creo que esté bien subir por subir si no tenemos una buena base. Subir para bajar no está bien», confiesa.
Su cambio de la élite del balonmano a Málaga fue por amor, por su hijo Iker, que está siguiendo los pasos de su padre aprendiendo a jugar. «Él juega al balonmano allí en Rincón», cuenta Vidal. Y su vida en Málaga gira en torno al balonmano: su pareja, la capitana y también internacional del Costa del Sol, Sole López. Ahora, igual que dice su paisano 'Cholo' Simeone, Vidal se centra en ir partido a partido, «jornada a jornada» en esta fase de ascenso que vive el Trops Málaga.
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