Rafael Baena González (Estepa, 1982) dirá adiós al balonmano esta tarde. Lo hace tras haberlo logrado todo, tanto en España como Francia y Alemania, sabiendo lo que es enfundarse la camiseta de la selección española, con la que consiguió la medalla de plata en el ... Europeo de 2016. Saldrá a la cancha con 40 años a las 19.00 horas en el Fernando Argüelles ante el Zamora. Es el último partido de su equipo, el Alsur Antequera, en la fase de permanencia en la División de Honor 'Plata', en la que defiende el primer puesto.
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Baena, un grande, ha sido uno de los pivotes españoles más destacados de los últimos tiempos. Empezó a jugar en Estepa con 13 años y despuntó en Palma del Río. Fue llamado por Antonio Carlos Ortega para formar parte de aquella época dorada del Antequera en la Asobal, llegando a debutar con la selección y siendo máximo anotador en la Liga.
La crisis del balonmano español le llevó a emigrar, primero a Francia y luego a Alemania, hasta regresar de nuevo a Antequera. Es profesor del grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la Universidad de Osuna (Sevilla) donde centrará su vida laboral desde esta verano.
Con 40 años, ha jugado en el Dos Hermanas (2002-2003), ARS Palma del Río (2003-2008), Balonmano Antequera (2008-2011), Reale Ademar de León (20112012), US Créteil HB de Francia (2012-2014), Ángel Ximenez Puente Genil (2014-2015), Rhein-Neckar Löwen de Alemania (2015-2018), Bergischer HC de Alemania (2018-2020), Club Balonmano Los Dólmenes (de junio a septiembre de 2020), Rhein Neckar Löwen de Alemania (de septiembre a diciembre de 2020) y Club Balonmano Los Dólmenes (de 2021 a mayo de 2023).
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El significado del balonmano
Ante el partido de hoy no podrá reprimirse: «Va a ser complicado emocionalmente. Va a venir mi familia, mucha gente que me quiere... Una parte de mí se va con mi último partido». Para Baena, «el balonmano ha significado muchos valores como el trabajo, la humildad, el respeto, el sacrificio, el compañerismo, saber cómo digerir la derrota, disfrutar de las alegrías, la convivencia con los compañeros...».
Ante su adiós, lo tiene claro: «Me siento un privilegiado por haber jugado aquí tantos años y a los que vengan, espero que disfruten como lo hice yo». «Para mí ha sido un placer. Muchas gracias por el apoyo, siempre he sentido el cariño desde el primer momento, nunca os olvidaré», concluyó con un mensaje a la afición.
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