Manolo Rincón: «Encendí las luces de la piscina y me tiré al agua porque me lo pidieron»

La unión comenzó hace siete años. Rincón se enteró por este periódico del ascenso del equipo a la élite en Oviedo y de las dificultades económicas para hacer viable el proyecto en la élite. De hecho, la presidenta entonces, Carmen Morales, ni siquiera estaba en Asturias. Rumiaba la manera de dar la mala noticia a las jugadoras. Enseguida el empresario llamó a la dirigente y la tranquilizó con la promesa de asumir el patrocinio, y no cualquier esponsorización, sino una que permitiera comenzar un viaje de crecimiento sostenido.

Rincón y Morales ya se conocían. Sus equipos (el Clínicas Rincón de baloncesto y el entonces Asisa de balonmano femenino) compartían pista en Carranque, y el primero obligó a reajustar el horario de juego del otro. El enfado de la presidenta fue morrocotudo. «La invité a comer para disculparme, y desde entonces cambió nuestra relación. Recuerdo que la llevé a Los Guindos y mis jugadores la mantearon», rememora Rincón.

Rincón sufrió desde la distancia, ya que no pudo viajar a Zagreb. «Recibió muchas llamadas durante el partido, entre ellas de Carmen Morales. Fue uno de los encuentros más intensos que he visto y fíjese que estuve en vivo en la final España-Holanda del Mundial (derrota agónica de las 'guerreras')«, contó a este periódico. «No me he dormido en toda la noche. He estado todo el rato contestando mensajes», desveló también. «He recibido felicitaciones de Albert Rivera, del alcalde, del presidente de la Diputación, de jugadores del Málaga, de su administrador judicial (José María Muñoz), del expresidente del Unicaja (Eduardo García),...», añade, y entre todas las que le llegaron al móvil se queda con la del humorista Manolo Sarria: «¡Quién me iba a decir que un sábado por la tarde iba a estar delante de la televisión viendo un partido de balonmano femenino...!».

Aunque Morales no veía luz al final del túnel, a la postre han sido siete años de constante crecimiento de la entidad, que desde 2017 preside la exjugadora Pepa Moreno y que sufrió el revés de la muerte de su entrenador, Diego Carrasco. «Hemos ido ganando calidad en la plantilla, acertando en fichajes... Nos hemos ganado una fama de un club serio, y eso se habla entre las jugadoras, y también de que tenemos una presidenta de diez. Hay buen ambiente. Las casas que ofrecemos a las jugadoras son aceptables, cobran a fin de mes y hacemos piña seis o siete días en pretemporada...», enumera Rincón que recuerda esos arroces en su casa, la piscina en la que celebró el éxito, una salida en barco. Fue allí dónde se fichó a Silvia Arderius, ya con Merche Castellanos atada. El salto de calidad para el triplete de este curso (Copa de la Reina, Supercopa y EHF Cup).

Rincón es de esas personas que suele conseguir lo que se propone. «Llamé a Sole, a Espe y a Merche y les dije que hicieran lo que tuvieran que hacer, pero que había que volver con la Copa», recuerda. Y también fue más o menos así cómo se gestó la aventura europeas, que comenzó en la 2017-18. «Pregunté que qué había que hacer para jugar el equivalente en balonmano a la Copa de la UEFA, y me dijeron que había que quedar entre los cinco o seis primeros en la Liga. Y les dije: 'Pues el año que viene vamos a jugar en Europa'», expuso, como así fue.

Rincón, que se define como un «pequeño empresario», promete que mantendrá el apoyo en el futuro, y agradece la colaboración del Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre, el de Málaga, y de la Diputación. Buena parte de los éxitos, asegura, también son de ellos.