El Iberoquinoa no da señales de Vida en Puente Genil

Al Iberoquinoa Antequera le costó entrar en el partido. Para cuando lograron mandar el balón a la red casi habían transcurrido cinco minutos de partido, el artífice fue Rafa Baena, quien sin duda fue uno de los protagonistas de la primera parte desde los seis metros. La defensa local se mostró muy sólida desde los primeros compases del partido. Esa sólida y fornida defensa del Puente Genil permitió a Álvaro De Hita, guardameta local, lucir unas estadísticas envidiables (acabó con un 43% de paradas) y erigirse como pilar fundamental y condicionante en el devenir del juego y sobre todo del marcador.

El conjunto local fue marcando el ritmo del partido y ante esta dinámica el Antequera se vio incapaz y muy lastrado por la falta de creatividad en el ataque. Nada nuevo. Las soluciones de Hinestrosa, Simenas y Silva no eran suficientes para acercarse en el marcador al Puente Genil, que se mantuvo firme y prolongó las buenas sensaciones hasta el final del primer tiempo (15-8).

Al inicio de la segunda parte, los discípulos de Lorenzo Ruiz tuvieron una reacción muy positiva y lograron recortar distancias en el marcador (17-13). El juego ofensivo del Iberoquinoa seguía sin tener fluidez ni carburar especialmente bien pero acciones puntuales de la primera línea permitieron vislumbrar un desenlace de partido igualado. No fue así. Paco Bustos encontró soluciones gracias a los movimientos de Javi García en el pivote, jugador que realizó un fantástico trabajo deslizando y corriendo la línea de seis metros. Al Iberoquinoa, que encajó un parcial de 6-1, definitivamente no le salían las cosas; la defensa, una de las escasas certezas que tuvo en la primera parte se tornó frágil y quebrantable. Todo pareció volverse negro.

En medio de la oscuridad apareció Fran Alarcón, el arquero antequerano mejoró considerablemente sus prestaciones a lo largo de toda la segunda parte, período en el que estuvo rondando el 35% de efectividad bajo palos y que estableció las bases que impidieron la sangría. Pero no fue suficiente para que el partido avanzase hacia la paridad. El Antequera no bajó su desventaja de los siete goles, los últimos minutos estuvieron marcados por las exclusiones y el encuentro concluyó en una victori solvente, 28-19, para el equipo local, que se establece en media tabla mientras el Antequera no logra aliviar su condición de colista.