El Iberoquinoa cede la Copa de Andalucía ante un Ángel Ximénez más rodado

Desde los primeros compases del duelo, el equipo de Puente Genil hizo valer su experiencia y un bloque más compacto para marcar el ritmo de un partido que tuvo controlado de inicio a fin, con rentas que incluso fueron aumentando conforme avanzaba el encuentro, hasta finalizar con un amplio 26-35. El triunfo se fraguó en una solidez en defensa por parte de los cordobeses, que lograron cortar todos los balones dirigidos al pivote del conjunto antequerano, Rafa Baena, que concluyó con una exigua renta de dos goles, muy lejos de sus porcentajes habituales.

Prueba de esta férrea defensa al pivote internacional es que llegaba al descanso sin haber inaugurada su faceta goleadora, debiendo aguardar al minuto 4 del segundo tiempo para sumar su primer tanto. En ataque, un poderoso Delcio Pina se encargaba de ir ampliando las distancias gracias a su solvencia anotadora. Finalmente, marcaba siete goles y era elegido mejor jugador del partido. Todo ello, arropado por el resto de sus compañeros, que pasaron como una apisonadora con una actuación coral.

Bajas sensibles

Mihajlo Mitic y José Cuenca, ambos con cinco dianas, no le fueron a la zaga y aprovecharon al contragolpe para hacer inútiles los intentos del conjunto local por acercarse en el marcador y poner emoción a un partido que terminó convertido en un correcalles. El Iberoquinoa Antequera, por su parte, acusó en exceso las bajas de dos de sus incorporaciones de esta temporada, el central Pedro Aymerich y el lateral izquierdo Lucas Grandi. Sin una alternativa al director de orquesta, se apreció falta de fluidez en el ataque.

De nada sirvieron los goles de Adrián Santamaría, Chispi y Jorge Silva para conseguir meter a los antequeranos en el partido, en un partido que ya llegaba al descanso con clara ventaja visitante por 11-17. Pasó como contra el Benidorm, cuando no le dieron cancha y dominaron el partido de principio a fin. Los tiempos muertos solicitados por el técnico local, Lorenzo Ruiz, buscaron abrir el juego a los extremos y reducir los errores no forzados, no logrando conseguir el objetivo de meterlos en un partido en el que el Ángel Ximénez contó con el respaldo de una animosa afición. A veces se escuchaba más a los seguidores visitantes que a los locales. Finalmente, la Copa de Andalucía se marcha a Puente Genil por séptima vez en su historia, consolidándose como el conjunto más laureado de esta competición.