«Es una sensación superespecial levantar una Copa con tu hermana»

Y allí estarán un año más las gemelas Sole y Espe López, las voces de la experiencia del club. La primera es la única del actual conjunto que ha disputado todas las ediciones con el club; la segunda no acudió un año, en el que militaba en la División de Honor Plata con el Adesal Córdoba. Nadie más que ellas saben lo especial que sería sumar un nuevo título para el club, además porque tendría una dedicatoria clara. «Se la dedicaríamos a la misma persona de siempre. Él disfrutaba mogollón este torneo, era su favorito», recuerda la capitana, Sole, sobre Diego Carrasco, al que le sigue dedicando cada gol, con un toque de orejas, desde su repentino adiós.

Curiosamente, en la única Copa que levantó el equipo, hace dos ediciones en Alhaurín de la Torre, tampoco partían como favoritas ante el Rocasa Gran Canaria, pero se impusieron en cuartos de final y el resto ya es historia. Espe inauguró el marcador en aquel partido, y el segundo tanto lo firmó su hermana. «No se me olvida ni un segundo de ese partido, nos salía todo, estábamos supercómodas en el juego, el ambiente… Recuerdo una sensación espectacular. Luego, si ganamos nos enfrentaríamos al Elche o al Gijón, se repite la historia», recuerda emocionada Sole. De hecho, curiosamente, en los tres partidos de aquella Copa siempre fue una de las gemelas la que abrió el marcador. Aunque no, ninguna cree en las casualidades, sólo en el trabajo. «Creo que tanto mental como físicamente estamos en el mejor momento de la temporada. Estamos preparadas para llegar hasta el final rindiendo bien, pero este viernes siempre hay que tener en cuenta que ante un rival así y en un torneo como este puede pasar lo que sea. Es un 50%-50%».

Prefiere ser cauta la extremo, aunque no niega que echa de menos la sensación de levantar un trofeo con el equipo de su vida y con su alma gemela. «Es una sensación superespecial levantar la Copa con tu hermana y luego llegar las dos a casa y comentarlo con la familia», cuenta mientras mira a Espe. Como todo par de hermanas, tienen roces en el día a día y la confianza necesaria para echarse en cara mutuamente cualquier pequeño detalle molesto. Pero su relación es tal que siempre prevalecen el respeto y admiración mutua. «Espe es un ejemplo de superación. Antes no tenía mucha confianza en sí misma, pero cuando estaba en una categoría inferior apostó por volver al equipo y ha ido creciendo año tras año. No tiene nada que ver la Espe que llegó a la que es ahora. Tiene ambición e ilusión día tras día».

Quizá no se digan estas cosas a menudo, pero en este momento la lateral quiso responder: «De Sole destaco muchísimas cosas. Es una gran capitana, buena compañera y luego lo que todo el mundo ya sabe, una jugadora que va a Mundiales y Juegos Olímpicos. Mi hermana siempre ha sido un ejemplo para mí y para mucha gente». Y también un apoyo cuando decidió volver al club. Antes, cada victoria con el equipo era un éxito para ella; ahora que se han acostumbrado a la zona noble, los retos han cambiado: «Las experiencias como esta Copa ya se viven de otra manera. Tenemos mucha ilusión, pero controlamos mucho más la euforia y los nervios». Aunque añade: «Eso sí. la Copa es una competición a vida o muerte desde el primer partido, que si ya lo pierdes, te vas a casa. Es un cúmulo de cosas que la hacen especial».

La primera línea, que se ha convertido en una de las máximas goleadoras del equipo, asegura que el conjunto llega en mejor estado que nunca este año. Incluso, ya piensa en futuras apuestas con su hermana si ganasen de nuevo los próximos dos títulos juntas, esta Copa y la EHF, aunque conoce la complejidad del rival. Ella también recuerda al detalle cómo ganaron al Rocasa en los cuartos de final de Alhaurín, pero reviviendo el momento asegura que el sentimiento fue diferente. «En pocas ocasiones he notado yo lo que noté en aquel partido. Sabíamos que esa Copa era nuestra». Ahora sólo queda comprobar cuáles serán esta vez las sensaciones cuando se abran las barreras de Illumbe.