MIGUE FERNÁNDEZ
Balonmano

Espe López: «Ya lo he ganado todo y podría retirarme tranquila y feliz»

La malagueña de 31 años, que lleva once campañas en el Costa del Sol, ha crecido a la par que la entidad hasta ser pilar del vigente campeón de Liga

Sábado, 20 de enero 2024, 00:03

Para aquellos que no la conozcan, Espe no es una jugadora más del Costa del Sol Málaga, ni tampoco es sólo la hermana de la internacional Sole López… Es mucho más. Es la alegría del vestuario, una jugadora polivalente que se reconvierte cuando entra en ... la pista, que deja fuera sus bromas y bailes y se convierte en una auténtica pesadilla para los rivales. Rápida, astuta, muy inteligente y con tablas, las que le dan toda una vida ligada al balonmano.

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Aunque desde muy pequeña, tanto su gemela como ella practicaron numerosos deportes, ambas se sintieron claramente atraídas por este. «Sole y yo éramos puro nervio desde chiquitillas, nos apuntamos a baile, kárate, atletismo, patinaje… Hasta que nos tuvimos que quedar con un deporte y fue el balonmano, que tuvo algo diferente. Ninguna de las dos dudó en la elección… », recuerda. Esa misma conexión de gemelas la sienten y la han sentido toda la vida a lo largo de 31 años. Han desarrollado una unión tremendamente fuerte, incluso empatizan al máximo con los buenos y malos momentos de la otra.

Eso sí, como cuenta Espe, en el día a día son muy distintas. «Sole es más fría y dura. Yo soy más abierta y dicharachera. Somos dos personas totalmente diferentes», afirma. Lo que sí comparten es competitividad y energía: «No sé cuál de las dos puede ser más competitiva. Si nos pones a hacer actividades nos matamos a competir entre nosotras; eso sí, ya cuando estamos en el mismo equipo somos uña y carne, y juego mucho mejor con ella en a mi lado».

Son ya muchos años compartiendo la historia del Costa del Sol Málaga, al que han visto competir en Segunda y sufrir complicaciones económicas... Hoy, el equipo es vigente campeón de la Liga, compite en Europa, suma cinco títulos y tiene una ambición desmesurada. «Echo la vista atrás y es increíble todo lo que hemos vivido y dónde estamos ahora, ya no sólo por los éxitos deportivos, sino también por cómo ha evolucionado esto, el que seamos jugadoras con contratos, con seguridad social, salarios....», analiza.

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BM COSTA DEL SOL / SUR

Espe es la subcapitana del equipo, en el que lleva once temporadas, siendo junto a Sole y la portera Virginia la más veterana. Pero no siempre compitió ahí. «En mi último año de juvenil, me llamó el Monóvar, de Alicante, y negocié el que viniera mi hermana también. Allí estuvimos nuestro primer año en División de Honor. Volvimos y yo me fui tres años a Córdoba. Allí crecí muchísimo. Era una Espe más madura, diferente», recuerda.

Cuando regresó a casa, en 2018, fue un torbellino de energía para el juego del equipo. El mismo que demuestra ser a día de hoy, que la llevó a ser valorada como la mejor lateral derecho de la Liga en la campaña 2019-20, y que la ha convertido en una de las jugadoras con mayor potencial ofensivo del país. Sólo este año lleva anotados 58 goles: 30 en la Liga, 19 en Europa, 7 en la Supercopa y 2 en la Copa.

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Más personal

Muchos se preguntan por qué con su calidad y talento nunca ha recibido la llamada de la selección española. Pero ella no se lamenta: «Ni me lo he planteado nunca, ni me lo planteo ahora. Vivo la selección a través de mi hermana, la sufro y la disfruto a través de ella, con eso me basta», reconoce. Lo cierto es que Espe, pese a ser muy competitiva, siempre tuvo otros planes más allá del balonmano; uno de ellos, ligado a su otra gran pasión: los animales. Se ha formado como auxiliar técnico de veterinaria, además de peluquera canina y felina y está cursando adiestramiento canino, de protección y seguridad y terapéutico.

Además, confiesa algo inevitable, y es que ya empieza a pensar en el día de mañana, en su futuro laboral y en seguir creciendo personalmente junto a su marido, el jugador del Dólmenes Antequera Nacho del Castillo, lejos de las apretadas agendas de entrenamientos y competiciones. «Ya lo he ganado todo aquí. Si me quisiera retirar lo haría tranquila y feliz. Tengo una edad y el cuerpo no responde como antes, y es normal. No creo tampoco que me queden muchos años en el balonmano, pero a la vez este deporte es mi vida. No sé cómo me sentiré cuando me vaya», reconoce. Eso sí, el momento del adiós aún no ha llegado.

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