Un épico Costa del Sol logra el pase a las semifinales de la Copa de la Reina en la muerte súbita

Los primeros minutos del encuentro ante el Elche fueron sorprendentes, porque el Costa del Sol logró un valioso parcial de 0-4, con una defensa muy cerrada y una Merche impecable en portería y apoyada además por los palos. Le penalizó en exceso la falta de acierto a las ilicitanas en los primeros compases, con 0/8 en las cifras de tiro. De hecho, pasaron hasta 10 minutos hasta que el rival logró llegar a puerta, gracias a Danila So, uno de los máximos escollos del cuadro ilicitano. Comenzó realmente el partido entonces, pero lo de los primeros minutos no fue más que un espejismo; no podían relajarse las malagueñas.

El Elche aprovechó las pérdidas rivales y cualquier mínima inferioridad en pista para contraatacar rápidamente y reducir distancias. Y a base de insistencia, pese a que el trabajo defensivo seguía siendo firme, lograron ponerse a sólo un tanto de diferencia en los siguientes diez minutos (7-8). Cambiaron por completo las tornas, además, con la portera Nicole Wiggins como una de las grandes culpables de que el Costa del Sol se estancase en el marcador. En el minuto 24, llegó el empate (8-8) y sólo un minuto después, la misma que firmó tablas, obró la remontada, Danila So, en un estado físico excepcional. Necesitaban las 'panteras' romper con esta dinámica tras encajar un parcial de 7-1.

Tras un tiempo muerto que sirvió para que Suso Gallardo diera un toque de atención a la ofensiva malagueña, Silvia Arderius quitó las telarañas al marcador y tomó su testigo una gran versión de Estela Doiro, que sumó 4 tantos en la primera mitad. Pero, pese a la rección, Danila seguía haciendo de las suyas. El resultado, al descanso, no podía ser otro que un merecido empate 11-11.

En la reanudación del juego, la igualdad seguía siendo la protagonista. Por fortuna para el equipo malagueño, Bitolo seguía imparable, anotando tanto en movimiento como desde la línea de 7 metros, liderando así el ataque visitante… Aunque no lucía demasiado su gran partido en el que estaba costando horrores neutralizar a las atacantes ilicitanas, que se pusieron 2 tantos arriba a 15 minutos del final. Quedaba tiempo, pero habría que minimizar errores y dar un paso al frente en el ataque. Y así sucedió. Gracias a otro penalti de Bitolo y al primer tanto de Espe, volvieron las tablas (19-19).

Y llegó la remontada, impulsada por las gemelas Espe y Sole, sacando pecho por el equipo, que estaba en inferioridad por la expulsión de Isa Medeiros. Fueron frenéticos los últimos minutos, con contras rapidísimas, imprecisiones, choques, goles repartidos, mucho ritmo de balón… La tensión era máxima. Entró el gol de Sara Bravo desde el extremo y volvió el +1 para las 'panteras' a poco más de un minuto para el final (23-24), pero de nuevo Danila empató, desde los 7 metros (24-24). No aptos para cardíacos fueron los últimos 20 segundo. Anotó Alexandra y, en el siguiente contraataque, sobre la bocina, respondió Eli Cesáreo para forzar la prórroga (25-25).

Se extendía la agonía. Desaprovechó el Costa del Sol la oportunidad de marchar 2 arriba al término del primer tiempo de la prórroga, al encajar un gol a portería vacía, y de nuevo, un 27-27 dejaba todo por decidir en la segunda parte. Y como no podía ser de otra forma, acabó 29-29. Los penaltis decidirían la suerte de estos dos 'grandes'. Y para sorpresa de todos, salió Virginia a guardar los palos del Costa. Anotó Alexandra para el Elche, también Bitolo, siguió Zaira, respondió Arderius, anotó Danila (ahora con Merche bajos palos), también Bravo (ahora con la portera rival Marisol Carratú), y llegó la parada de Castellanos, sobre el tiro de Paola Bernabé, pero también paró Wiggins a Doiro. Crecía la expectación. Anotó Patricia Méndez para el Elche, y respondió Sole López. Se acabó la tanda, dando paso a la muerte súbita. Repitió Bitolo, de nuevo impecable, y de nuevo, paró Merche Castellanos, a Alexandra. Una parada que valió nada menos que el pase a las semifinales de la Copa de la Reina. Un partido de locura y un esfuerzo titánico como éste merecía una recompensa a la altura.