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Quizá este no fuera el sueño de su infancia, pero a veces, la vida te presenta oportunidades que merece la pena aprovechar. Ahora, casi un ... año después, no puede estar más satisfecha de haberse subido al tren o en su caso, al autobús. Los seguidores del balonmano malagueño reconocerán su cara y su nombre, grabado para siempre en la historia del mejor club femenino de Andalucía, el Costa del Sol Málaga. Desi Segado fue una de las malagueñas que formó filas en la icónica plantilla que comenzó a acumular títulos nacionales e internacionales. En su palmarés cuenta con dos Copas de la Reina (Alhaurín de la Torre, 2020 y Barakaldo 2022), una Supercopa de España (Málaga, 2021) y una EHF European Cup (2021). Muchos pensarían que tras dejar las pistas su futuro estaría ligado a este deporte, pero nada más lejos de la realidad.
Desi nos recibe en su nuevo lugar de trabajo, al que acude cada tarde desde julio del año pasado. Ha cambiado el pantalón corto por uno largo y la camiseta de deporte por una camisa a rayas y una chaquetilla, pero su sonrisa sigue siendo la misma. A día de hoy, la jugadora de 26 años es, junto a otra compañera, la conductora de autobús más joven de toda la plantilla de la Empresa Municipal de Transportes (EMT). Pero, ¿cómo llegó hasta aquí?
Segado, graduada en Criminología mientras jugaba al balonmano, dejó el Costa del Sol hace ya tres años; sentía que debía comenzar a involucrarse en el mundo laboral. A priori, optó por seguir su camino académico, y de hecho, estuvo opositando para la administración de Justicia. Además, a la par que estudiaba, también estuvo trabajando como azafata en Iberia. Sin embargo, un hecho traumático cambió su vida. «En aquella época coincidió que mi madre tuvo un accidente muy grave. Dejé el trabajo y aparqué los estudios para centrarme más en ella», relata. Ahora está perfectamente.
Su vida siguió, porque debía continuar con su búsqueda de trabajo. «No salieron las cosas con las oposiciones y en ese tiempo salieron también las de la EMT y dije: '¿Por qué no?' Tengo que empezar a trabajar y es un buen trabajo», valora. Afortunadamente, contaba además con una referencia muy cercana en el sector: «Siempre he tenido la referencia de mi padre, que lleva 23 años conduciendo en la EMT y eso ha sido una gran suerte para mí, me animó mucho a hacerlo». No niega que las primeras semanas fueron duras, no se sentía segura de emprender este camino, además siendo mujer en un sector clásicamente masculino.
Sin embargo, cambió radicalmente de opinión. «No me veía conduciendo autobuses, al principio me echaba para atrás porque, ¿a cuántas mujeres vemos conduciendo y además siendo jóvenes? Muy pocas» valora. Según datos de la EMT, de los 1.000 trabajadores en plantilla, 100 son mujeres, aunque la cifra va creciendo anualmente. «Al principio me saltaron muchas dudas de si estaba haciendo lo correcto, pero cuando aprobé y entré, me motivé muchísimo, además porque vi más mujeres y también compañeros jóvenes como yo. Como cualquier otro trabajo, este va evolucionando y estoy supercontenta a día de hoy», reconoce.
Se sacó el carnet de conductora de autobús en seis meses y aprobó sus cuatro pruebas a la primera. Ahora, es una trabajadora ejemplar que además, anima a romper con todos los prejuicios que puedan existir en este oficio. «Al principio puede dar respeto porque este siempre ha sido un sector muy masculino, pero hoy en día todo está cambiando, se va modernizando y en cualquier trabajo hay tanto mujeres como hombres. Si es lo que una quiere, que no duden en pelear por ello», clama.
Eso sí, su faceta más competitiva le obliga a seguir vinculada al deporte. Es más, el año pasado tuvo un paso fugaz por las pistas de balonmano. Formó filas en el Mijas de Laura Plaza y consiguió junto al equipo el ascenso a la División de Plata. Pero esa etapa con el balón se cerró ahí y ahora es el pádel el deporte que llena su vida. En menos de cinco años ha pasado de empezar a empuñar una pala correctamente a competir en el nivel más alto de las Series Nacionales de Pádel (SNP). De hecho, el pasado año, con su equipo del Vals El Cónsul, fue campeona provincial de la SNP en primera de Grand Slam (la categoría más alta de la liga), y además, está federada y entrena con la exjugadora profesional Andreína de los Santos. «Sí que echo de menos el balonmano, veo los partidos del equipo, pero ahora es verdad que voy menos a Carranque, porque cuando saco tiempo lo que hago es entrenar y jugar al pádel».
Eso sí, aunque su pasión por los deportes sigue patente, ahora es su futuro laboral lo que la mueve. Desi quiere seguir progresando de la mano de la EMT, y no sólo como conductora, porque su próximo objetivo es estudiar Derecho para formar parte en el futuro del departamento legal de la empresa. «Siempre que me da por algo, me enfoco a tope y voy a por ello», afirma. Sin duda, su actitud y su talento han sido la clave de todos los logros de su vida, en el deporte, y a nivel laboral.
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