Cuando la fiesta se torna en decepción

Al final pesó la experiencia. No hay posibilidad de que el Antequera se desquite ante su hinchada. Sólo en la MiniCopa, con el triunfo del Antequera ante el Cangas por 24-19. Los seguidores que poblaron las dos mil localidades del Fernando Argüelles desfilaron resignados. Otra vez será; el problema es que no se sabe cuándo regresará a la élite el cuadro malagueño, con algo más que un pie y medio en División de Honor Plata.

La jornada fue larga, pero intensa en el coqueto recinto antequerano. Cada partido tuvo su ambiente. En la primera entrega, alumnos de los colegios locales Victoria y Carmelitas ambientaron las gradas, con un grupo nutrido del seguidores del Bidasoa, que sumaron decibelios a un ya de por sí estruendoso recinto. En la segunda cita fue el Cangas el que ganó de paliza al Ademar en cuanto a seguidores, con el clásico tambor de los equipos norteños.

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La mascota de la Real Federación Española de Balonmano, 'Rosca' se encargó de animar el cotarro, con la ayuda de los 'speakers' Paco Peramos y Fendi. En el palco no faltaron el presidente de la Federación Española de Balonmano, Paco Blázquez, y el seleccionador nacional, un Jordi Ribera que este mañana (de 10.30 a 12.00 horas) imparte un programa de tecnificación en el Hotel Antequera Hills. Le acompañaron el alcalde de Antequera, Manuel Barón; el concejal de Deportes, Juan Rosas.

Unos 'cheerleaders' locales, Origen Estudio, amenizaron el intermedio del duelo del equipo anfitrión. Fue una larga actuación con dos grupos de edad, uno de niños y otro con mayores con bailes urbanos modernos que gustaron mucho entre los aficionados.

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