El Costa del Sol se quita la espinita ante el Rocasa y se convierte en semifinalista de la Copa de la Reina de balonmano

Marina Rivas

Viernes, 29 de abril 2022, 18:57 | Actualizado 21:13h.

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Al fin se quitaron la espinita y no pudieron escoger un escenario mejor para hacerlo. El Costa del Sol Málaga y el Rocasa Gran Canaria protagonizaron este viernes el duelo de cuartos de final más atractivo de esta edición de la Copa de la Reina, que dio el pistoletazo de salida esta misma jornada en un espacio idílico, la plaza de toros de Illumbe, en San Sebastián. A pesar de que el conjunto de Suso Gallardo rebasó a este rival en la clasificación liguera, las apuestas estaban en su contra: ya habían perdido hasta tres veces contra el cuadro canario esta campaña (una en pretemporada y dos en Liga). Pero esta no fue la cuarta.

El cuadro malagueño consiguió este viernes el pase a las semifinales del torneo copero tras tumbar en una gran segunda mitad al Rocasa (23-26), consumando así la remontada tras un mal arranque de partido. El equipo de Suso Gallardo volvió a salir descentrado a la pista, pecó de nerviosismo y concedió varios balones en los primeros minutos. Por suerte, la renta en contra nunca fue superior a 2 goles, por lo que, aunque la movilidad de balón se atascó en ocasiones y las 'panteras' llegaron a parecer frustradas, siempre quedó entreabierta la posibilidad de remontada. Concluída una primera mitad muy dura físicamente, con interrupciones constantes, y no tan vistosa en cuanto a juego cara al espectador (sólo se anotaron 20 goles, 10-10) llegó una segunda parte totalmente diferente.

El Costa del Sol decidió desmentir los 'rumores' de que no pelearía por esta Copa antes de la final europea y salió a morder desde el principio. En los primeros compases, fueron cruciales tres goles consecutivos de Estela Doiro para devolverle la garra y la fe al equipo. Llegó a ponerse hasta cuatro tantos por encima, impulsada la ofensiva por las gemelas López. Recuperaron la esencia que siempre persigue Suso Gallardo: primero, construír una defensa sólida, por supuesto, sobre los cimientos de una implacable Merche Castellanos; después, dar rienda suelta al ataque y a la personalidad y creatividad a la que nos tienen acostumbrados. Sonó el bocinazo final y el resultado por fin fue favorable para las malagueñas (23-26), acabaron con su talón de Aquiles y volvieron a demostrar que este equipo no tiene techo, que sabe pelear y ganar a los grandes y que sí que quiere el título.

Este sábado, a las 16.00 horas, el conjunto costasoleño se medirá por el pase a la que sería la segunda final copera de su historia, ante el Elche, que eliminó al Unicaja Banco Gijón en su semifinal por 26-19. Curiosamente, este fue el último equipo al que el cuadro malagueño ganó en Liga y, casualidades del destino, también es el rival al que se impuso para levantar su histórica primera Copa, en Alhaurín de la Torre.