El Costa del Sol Málaga, ante un bache inédito, el más duro de las últimos años

Una dinámica negativa que, en realidad, ha sido de cuatro partidos, en los que ha sufrido dos derrotas y dos empates. Por desgracia, no fueron tropiezos cualesquiera. El primero fue en el duelo de vuelta de octavos de final de la EHF Cup, en casa de un Valur con el que ya empataron (25-25) en Málaga. En Islandia cedieron por 31-26, convirtiendo este en el peor resultado desde que el conjunto malagueño disputa competición europea (desde la 2017-18, a excepción de una temporada en la que no se clasificó). Fue duro el varapalo de quedar apeado de la EHF Cup, principalmente porque el equipo ya sabía lo que era acceder a dos finales y levantar un título. Sin embargo, el dolor de quedar relegado de la competición fetiche del equipo, la Copa de la Reina, fue un golpe inadmisible para el equipo.

El torneo del K.O. fue el primero que levantó el Costa del Sol, en 2020, y dos años después volvió a conseguirlo en una edición en la que no partía como favorito (2022). El que, después de nueve años consecutivos accediendo a la fase final, el equipo haya quedado eliminado, ha sido una gran desilusión para la entidad. Cayó eliminado este miércoles ante un Morvedre que pelea por la permanencia en Primera y que sólo ha ganado tres partidos ligueros esta temporada. El mismo conjunto valenciano al que, sólo veinte días atrás, el Costa del Sol había ganado con solvencia en la Liga (28-19). Esta vez en Sagunto el porcentaje de acierto de las 'panteras' fue mucho peor que en el duelo liguero (19/39) y también la portería dejó que desear, con 11/35 en paradas. «Nos ha faltado carácter, ambición ganas… El mes de enero está siendo catastrófico y sólo nos queda apretar, recuperar jugadoras y ese gen que tenía el equipo. Todavía queda la Liga y no podemos tirar la temporada de la forma en que la estamos tirando», fueron las palabras de Suso Gallardo tras el partido.

Pero, ¿dónde radica el problema? El principal, las bajas. Ya desde el inicio de esta temporada el Costa del Sol venía lastrado por varias ausencias en cada partido, hasta cinco o seis en ocasiones. Sin embargo, sorprendía la garra que tenía para, a pesar de todo, salir siempre victorioso. Este mes comenzó con dos victorias de Liga más, pero por desgracia, se torció la situación. En un calendario con seis partidos en tan corto periodo y una enfermería aún llena, el equipo ha sufrido las inevitables consecuencias.

Un bajón de ritmo en los partidos clave del mes, cansancio físico y mental acumulado y una plantilla que acaba quedándose corta (doce jugadoras del primer equipo y dos porteras) ante tantas (y algunas tan importantes) ausencias ha pasado factura. Las bajas más destacadas, la de la portera Diva,que venía de hacer una buena campaña en el Bera Bera y debía ser el recambio de Merche Castellanos, pero cayó lesionada de larga duración en la pretemporada; Silvia Arderius, embarazada y que no ha llegado a debutar este curso, y Espe López, en el tramo final de su recuperación tras pasar por el quirófano por una lesión de hombro.

No quiere excusarse Gallardo, pero la realidad es que siente que las bajas están causando estragos. Asegura que en un mes deberían recuperar a Marta Regordán (golpe en el ojo) y quizás a finales de febrero, podrían incorporarse tanto Espe como Diva, lo que supondría un buen impulso cara al tramo final de la temporada. Por otro lado, para el técnico, el otro gran problema es la falta de garra o de actitud del equipo en situaciones clave de los partidos, en los que hace falta creer en la remontada. Sea como fuere, ahora sólo hay un objetivo por delante y aún hay tiempo para luchar por él, pero urge reaccionar cuanto antes. El equipo es segundo en Liga, a dos puntos del Guardés. Será clave llegar lo más alto posible en la tabla cara al inicio de los 'play-off'.