Campigli: la vida más allá de la carrera deportiva

Rocío Campigli ya es una malagueña más y todo aquel que siga de cerca la actualidad del deporte provincial lo sabrá. Con un potente físico, mucha disciplina e ilusión, esta argentina recaló en el Costa del Sol de balonmano hace ya seis temporadas, por lo que es, tras Sole y Espe López y junto a Isa Medeiros, la jugadora que más años acumula en el laureado equipo malagueño. Pieza crucial de una defensa que ha levantado cinco títulos nacionales e internacionales y que atraviesa el mejor momento de su historia. Pero, a su vez, también vive un momento de dulce en lo personal, porque además de haber sido convocada con Argentina para disputar su cuarto Mundial absoluto, disfruta de una vida estable en la ciudad junto a su novio, el vallisoletano Víctor Rollán, entrenador de crossfit y árbitro de balonmano (ejerce en la Liga Asobal), al que conoció en un partido.

Con 29 años, una gran carrera a sus espaldas y una buena etapa en lo personal, era el momento indicado para dar un paso más. 'Roca', como se la conoce en la pista, y su novio, llevaban tiempo soñando con la idea de crear un proyecto de futuro en común: un 'box' (gimnasio) de crossfit. Entonces, se unió en esta aventura un amigo de ambos, entrenador de esta disciplina deportiva: Tim Reintgen. Con el impulso económico de los tres y muchos meses de trabajo a la sombra, nació abrió sus puertas hace sólo unos días Crossfit UnoxCiento.

«En un futuro, cuando deje el balonmano, será a lo que me dedique. Esto nace de la idea de que tampoco me quedan muchos años en el balonmano y quería tener una salida laboral. Esto me gustaba mucho porque me encanta ayudar a las personas, desde el movimiento, para mejorar su calidad de vida y salud», explica la jugadora, que mientras que ellos ejercen como entrenadores, ella, por ahora, se dedica a la imagen, redes sociales y marketing, con la idea de formarse como entrenadora más adelante.

Algo que no espera anunciar próximamente. «Uno puede tener una idea de cuándo se quiere retirar, pero es imprevisible, el deporte de alto rendimiento va pasando factura, hay que cuidarse cada vez más y no quiero tener un retiro forzado o con un rendimiento que a mi no me guste. Quiero retirarme cuando yo quiera, eso sí, por ahora estoy bien», explica. El haber dado este paso al frente como empresaria es algo que le tranquiliza enormemente: «Da un poco de miedo el retiro. Es algo que ya empiezo a hablar con mi psicólogo. Hay que prepararse para la vida real. Ojalá me retire dentro de cinco años y no en dos, pero hay que estar preparada para todo».

Muchos, entendiendo que el poder adquisitivo de una jugadora de balonmano en España no es comparable con el de un futbolista. Se preguntarán entonces: ¿Cómo ha logrado ahorrar para este proyecto? «Viviendo con poco lujo. No gasto mucho dinero en ropa ni caprichos, y por ejemplo, me muevo en bici y no en coche», relata. Y recalca un aspecto muy importante: «Entendí hace poco la necesidad de ahorrar todo lo que se pueda. Al final, hay que saber priorizar en qué se gasta una el dinero. La vida del deportista, sobre todo si hay un poco de fama en el medio, creo que te tienta a derrochar y no pensar mucho en el futuro. Y si además no tienes una carrera profesional detrás, hay que saber ahorrar para pensar en invertir en proyectos futuros».