ENTREVISTA

Antonio Carlos Ortega: «Haber ganado esta Champions es, sin duda, una machada»

-Un lector de SUR comentaba la noticia con un '¡1,2,3 Beato!'. Explíquenos qué significa esto.

-Es una cosa de Maristas, del colegio, dedicado al Beato Marcelino Champagnat. Era como nuestro grito de guerra de salida al campo.

-Las finales siempre son duras de ganar. ¿Esperaba tanto sufrimiento ante el Aalborg (30-31)?

-El partido no podía ser de otra forma. Nos enfrentamos a un gran equipo, que había dejado en la cuneta al Veszprem, a la mejor plantilla de Europa, y al Magdeburgo (en semifinales), el anterior campeón, por lo que sabía que no iba a ser fácil el partido. Llevamos las riendas todo el tiempo, pero se pusieron cerca. Fuimos uno arriba y empate casi todo el segundo tiempo y, cuando al final parecía que el partido ya era nuestro (ventaja de tres goles, un 27-30 a menos de cuatro minutos del cierre), se metieron en el partido, y nos quedamos en inferioridad.

-¿Qué pensó cuando vio a un tal Nikklas Hansen preparado para lanzar un golpe franco en la última jugada de su carrera y en el último segundo, y que les podía llevar a una prórroga?

-Me acordé de que Hansen, cuando debutó en unos Juegos Olímpicos con Dinamarca, dejó fuera a Rusia con otro golpe franco y cambiaron el cuadro previsto...

-¿Ha sido la más sufrida de las ocho finales de Champions que ha ganado?

-No. Ha habido muchos así. Como la primera como entrenador. Como jugador no estaba el formato de Final Four aún y nosotros en el Palau Blaugrana éramos muy fuertes. Tuvimos una época de imbatibilidad muy grande. Pero diría que de las seis como jugador hubo también alguna igual de reñida.

-Antes de esta Final Four ya era consciente de que se podía convertir en el hombre récord de la Champions, ¿verdad?

-Si le digo la verdad lo sabía de la temporada pasada, cuando fui a la Final Four. Pero, sinceramente, en esta ya ni me acordaba, pero los periodistas te preguntan por este tipo de cosas. Lo que uno quiero es que gane el equipo, aunque es cierto que cada uno tiene su corazoncito y te gusta. Pensaba en Colonia en el triunfo colectivo, pero ahora en frío lo pienso y… Además en la foto hice el gesto con los ocho dedos de la mano.

-Habla con humildad, pero que nadie más que usted haya ganado ocho Champions ha de significar algo. No lo han conseguido, por ejemplo, nombres como Karabatic o Dujshebaev.

-Es una pasada, aunque quedan muy atrás las seis Champions ganadas como jugador. También es cierto que he estado en equipos importantes. En el Veszprem se hizo un trabajo cada día mejor, pero me destituyeron. En Alemania estuvo en un equipo de un nivel medio alto (el Hannover-Burgdorf) y de pronto me vino el Barça.

-Es el único entrenador del Barcelona de las seis secciones profesionales que seguirá en el cargo. ¿Qué le dice este dato?

-Me dice que la vida de un entrenador es muy dura. Alguno se va por decisión propia y otros rescinden el contrato. Yo firmé una cláusula de continuidad por ganar la Champions.

-Han tenido un presupuesto más reducido este curso (cifrado en torno a un 20% menos), como en otras muchas secciones del club. ¿Pensaba antes de la temporada que llegar a donde se ha llegado iba a ser muy complicado?

-Sin duda. Se puede considerar casi como una machada. Perdimos a jugadores importantes que dejaron huecos clave en defensa y ataque (alude a Fabregas y Cindric) y uno que iba a suplirles se lesiona en el primer partido de la pretemporada, Makuc, que ha llegado a jugar al final de la temporada unos pocos minutos, pero sin estar a su mejor nivel. La cosa pintaba mal. Creo que en este equipo la sección está acostumbrada a competir y somos un conjunto difícil de ganar. Se juega con mucha presión aquí y hay jugadores que sirven para esto y muchos grandes jugadores que no sirven, porque no soportan la presión. Para mí el cambio mas importante fue que, tras el primer partido de la Asobal, empatamos ante el Bidasoa tras ir perdiendo todo el partido y vi en el 'staff' caras de preocupación. De verdad que, siendo realista no soy un entrenador que me venga arriba fácilmente, pero pensé que ese partido nos iba a servir para crecer y, aparte, a Melvyn Richardson lo hemos adaptado de central.

-¿Cuántos días de descanso tendrá antes de concentrarse con Japón?

-El sábado salgo de Málaga, que voy a ver a mi madre, y me voy a Japón.

-¿Qué objetivos tiene en este ocasión con Japón, donde trabajará junto a su paisano Víctor Hugo López, que conoce el idioma?

-Entiendo que en el deporte hay dos formas de ganar, consiguiendo títulos y que un equipo sea capaz de dar lo mejor de sí. Es la peor selección del torneo olímpico sobre el papel, pero si somos capaces de acercarnos a equipos europeos estaré satisfecho. Japón sólo ha ganado una vez a un equipo europeo.

-Qué curiosidad que los mejores juveniles españoles, los que han jugado la final del campeonato español, hayan sido este curso los del Barca y los del Trops.

-Sí, además, nos hicieron mucho partido, hasta el minuto 45. Incluso, el Trops tenia jugadores lesionados. Me hizo ilusión.

-Otra temporada más sin ascenso del Trops, y va ya por el cuarto de siglo sin balonmano de élite en la capital. ¿Puede ser esta camada de juveniles el revulsivo deportivo?

-Sé que hay alguno que juegan en competición nacional, otros en Andaluza y creo que el Trops, con cuatro o cinco fichajes importantes de fuera que puedan ayudar… pero esto no son matemáticas. Es complicado meterte en la fase de ascenso (a Asobal). El equipo más favorito para subir, el San Pablo Burgos, se ha quedado fuera. Jugó la promoción y la ha perdido.