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Víctor García, el malagueño que alegra el baloncesto

ARTE Y DEPORTE ·

Su colorido proyecto 'Play in colors' revoluciona el concepto de pistas deportivas en Alhaurín de la Torre y comienza a exportarse a otras ciudades

Lunes, 5 de octubre 2020

Este reportaje podría haber aparecido en las páginas de cultura firmado por la fina pluma de Antonio Javier López, en las de cine con una crítica de Francisco Griñán o por Regina Sotorrío como si fuera un gran concierto, porque la obra de Víctor García (Málaga, 1989), tiene tanto de arte, como de cine, música e incluso videojuegos. Pero sobre todo, refleja pasión por el baloncesto, por la cultura urbana, y derrocha un entusiasmo y una energía que se contagia.

Quién no ha entrado alguna vez a esas pistas deportivas de color rojizo que hay en todos los barrios de Málaga. Son reductos para el desfogue en estos tiempos convulsos en los que el coronavirus nos ha devuelto, casi de forma forzada, a la práctica deportiva. Pues imagínense que si esos rectángulos, muchas veces abandonados y tristes, transmitiesen algo y, lo más importante, invitasen a entrar, disfrutar del baloncesto y, algo clave, a hacerlo con amigos.

Esta es la idea del proyecto 'Play in colors' que hace dos años surgió de la cabeza de este publicista y diseñador gráfico malagueño mientras pasaba un tiempo en California impregnándose de la cultura y tendencias urbanas locales. Su estancia en Estados Unidos y en especial en la emblemática Venice Beach le abrió la mente. Siempre quiso pintar grandes espacios, quizá por la influencia del grafiti en su obra, pero no encontraba ni el lugar ni el enfoque. En su pueblo, Alhaurín de la Torre, encontró el respaldo necesario y sus diseños se han convertido en tendencia. En sus coloridas pistas deportivas se han grabado vídeos musicales, anuncios, son punto de peregrinación para aficionados al baloncesto e incluso la multinacional Adidas las visitó recientemente tomar ideas cara al futuro...

Una de las pistas diseñadas por Víctor García en Alhaurín de la Torre. V.G.

«No es que yo estuviese en Venice y dijese, me lo llevo para Alhaurín... Tuve que tener un proceso de maduración hasta llegar aquí. Antes de irme ya había intentado hacer otros proyectos, probé con grades lienzos y paredes pidiéndole permiso a los vecinos o tiendas. Quería el mayor espacio y visibilidad posibles. Cuando hago algo me gusta imaginarme cuánto tiempo pasan las personas delante de una de mis obras, que es algo que tengo heredado del grafiti, para lo bueno y para lo malo», cuenta mientras atiende a SUR en la pista que ha pintado en uno de los barrios de Alhaurín de la Torre, localidad en la que reside y en la que creyeron en él desde un primer momento.

Y como le pasa a muchos artistas, a Víctor García le sonó un día un clic en la cabeza. Llegó la inspiración. «Llegué a la conclusión de que en lugar de pintar en vertical , tenía que hacerlo en horizontal. Fue el cambio de interpretación, ahí estaba la clave. Lo monté todo en California y aquí tuvo muy buena acogida, gracias al respaldo del entonces concejal de Deportes, Prudencio Ruiz, ahora primer teniente de alcalde del pueblo. El proyecto 'Play in colors' comenzó a ser una realidad y ahora se está exportando a otras localidades. La ecuación fue la siguiente: lienzos grandes, espacios visibles, lugares en los que la gente pase tiempo... Así llegué a las instalaciones deportivas. Llevaba buscándolo tiempo. Me gustaría pintar espacios más grandes todavía, pero ahora estoy centrado en esto, porque la gente se divierte e invierte tiempo en ellos. Mi obra se basa en forma y color y eso agita las emociones. Si todo esto lo metes en un espacio deportivo, ves que encaja perfectamente», explica.

Al margen del arte urbano y de su propia formación académica y profesional, Martín tiene una influencia clara, el baloncesto, especialmente el de la NBA. «Es mi deporte favorito y antes de este proyecto 'Play in colors' hice algunos trabajos como 'The Flug Game', un fanzine de colección americano que trata sobre el partido Michael Jordan contra los Jazz de Utah en las finales de la NBA en 1998, y que hice con mi compañero Josep Frigola, otro diseñador gráfico de Barcelona. El basket tuvo una gran explosión en los noventa. A todos nos ganó la estética del baloncesto y de la NBA. Se funde con el deporte, con leyendas del cine, con la música... Adopté esa estética y lo trasladé al grafiti urbano. Además, cuento un secreto, todos los colores de los equipos de la NBA, funcionan. Son combinaciones perfectas», afirma.

Pero para llevar esos colores del baloncesto a las clásicas pistas deportivas que hay en Málaga, Víctor García se encontró un problema. Estos recintos necesitan un tipo de pintura especial, asfáltica, que tiene una gama de colores muy limitado. Esto le llevó a reunirse con los responsables de la multinacional italiana Mapei, a los que su proyecto les encandiló y accedieron a ampliarle la paleta de colores.

Imagen principal - Víctor García, el malagueño que alegra el baloncesto
Imagen secundaria 1 - Víctor García, el malagueño que alegra el baloncesto
Imagen secundaria 2 - Víctor García, el malagueño que alegra el baloncesto
Imagen principal - Víctor García, el malagueño que alegra el baloncesto
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Imagen secundaria 2 - Víctor García, el malagueño que alegra el baloncesto

Así que a finales de 2018, Víctor Martín, ya lo tenía todo: pistas, pintura y la inspiración para plasmar sus ideas en algo real. «Cada pista tiene un diseño en concreto. Unas tienen un estilo más retro, más ochentero, pero realmente todo tiene un estudio previo, porque cuando empiezo a trabajar ya me convierto en pintor, escayolista o herrero... Todo el trabajo lo preparo en el estudio de mi casa, hago montajes y pruebas de color, pero trato de tener en cuenta el entorno y cómo encaja. No es lo mismo que la pista esté al lado de una autovía, que de una playa o cerca de la montaña, como en la que ahora estoy trabajando. El espacio condiciona. Son obras mías, pero que realmente las disfruta la gente. Yo puedo venir a echar un rato al baloncesto con mis amigos de vez en cuando, pero lo importante es que a la gente le guste y se sientan cómodos», insiste.

Como él mismo explicaba antes, sus diseños son mezclas de colores con formas geométricas que están directamente ligadas a la actividad deportiva. De esta combinación salen esos diseños tan singulares que muestran las fotografías que ilustran este reportaje.

«Cada día trabajo en mi 'book' y ahí tengo lo que yo llamo mis recursos. Veo qué se requiere, estudio el entorno, busco en mis recursos, también me influye el momento personal que vivo como artista. Juego realmente con lo que hago en mi estudio. Al ser un elemento deportivo, me interesa el choque, pero no físico, el de la actividad dinámica. Me gusta que haya un choque de colores cálidos y fríos, que choquen las líneas verticales, horizontales, diagonales... En el deporte hay paradas y movimientos rápidos, y entonces se pueden hacer escalas de colores como si aceleras. Contraposiciones de colores. Tengo en cuenta la psicología y conocimientos, pero también a los deportistas y lo que va a pasar dentro de las pistas», cuenta.

Las creaciones de Víctor Martín empiezan a ser muy conocidas en el mundo del baloncesto. Tiene una excelente relación con jugadores como Edwin Jackson y Deon Thompson, e incluso alguno de la NBA se ha interesado en este estilo tan particular que alegra el baloncesto. También en el Unicaja lo siguen de cerca y puede que surja una colaboración en un futuro próximo...

PERFIL DE PLAY IN COLORS EN INSTAGRAM

Pintura, rimas, color y diseño en simbiosis

El estilo de Víctor García tiene una notable influencia de la cultura urbana y popular, por eso su última creación, una pista cubierta situada en la barriada de Carranque en Alhaurín de la Torre fue el pretexto perfecto para una gran 'performance' en la que participaron distintos creadores malagueños muy populares en las redes sociales, gente como Spok Sponha, José Carlos Merino (Merino Creative), Jesús, de Scenomcclane, Lolo Moreno (Directbylo) Jack y Dani Gusano. Aquello derivó en un montaje visual y de sonido culminado con un torneo de baloncesto 3x3. Como dato anecdótico, el alcalde de la localidad, Joaquín Villanova, no cortó la tradicional cinta de inauguración, sino que tuvo que romper una cadena con un cortafrío... «Aquello fue la bomba y ahora cada vez que aparezco por el barrio la gente me da un cariño tremendo. En los momentos en los que estamos hace falta que la gente se ría y que valore lo que se hace por los demás. Ese es el gran logro de 'Play in colors'».

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