Ana Pocek: «En todos los equipos soy la líder, mi carácter no me deja ser de otra forma»

–¿Ha sido dura la vuelta a los entrenamientos?

-Bueno, he estado entrenando en verano, pero no es lo mismo sola a hacerlo con el equipo, las sesiones son más intensas y las pretemporadas son duras.

-¿Se nota mucho el cambio de entrenador estos primeros días? ¿Ha mejorado la situación?

-No se parecen, la verdad. Con Pablo Bernabé estamos muy bien, estamos contentas, y ya lo conozco del año pasado, que entrenó al equipo de Liga EBA.

-¿Cómo está su hijo?

-Tiene 7 años ya, va al colegio en Estepona y todo perfecto. Mi marido también se encuentra muy bien, estamos aquí todos juntos.

-¿Aprendió español como usted?

-No muy bien, pero este año, cuando empiece el colegio, desde el primer día, aprenderá más. Por ahora entiende las cosas, si va a un restaurante entiende lo que quiere comer…

-Se han hecho rápido a la vida en España ambos, ¿no?

-Sí, y yo también. No hablo perfecto, pero sí hablo ya español y lo comprendo todo. ¿A quién no le gusta la vida en España? (ríe).

-Imagino que su calidad de vida y el haberse asentado aquí en la provincia fue el detonante para que finalmente se quedara aquí en el club, ¿no?

-Ahora siento que tengo familia en Estepona, lo digo por el club. Primero yo quería irme; me gustaba todo en Estepona, el club es como una familia, pero ellos necesitaban un tiempo para ver cómo iban a hacer las cosas este año, cómo iban a organizarlo todo... Y yo no podía esperar tanto, así que quise irme. Pero un día hablé con el presidente y llegamos a un bonito acuerdo.

-Un acuerdo de mejora de las condiciones de su contrato, imagino…

-Sí. Al final todo se basa en que ellos me respetan como jugadora y yo les respeto como club, porque me encanta estar aquí y realmente, yo quería quedarme aquí, lo que no sabía era cuánto tiempo podía esperar. Pero finalmente, el presidente, mi agente y yo llegamos a un acuerdo.

-Después de convertirse en la MVP indiscutible de la Liga el pasado año, imagino que comenzaron a lloverle ofertas…

-Sí, tenía muchas ofertas, pero para mí, la primera opción era el Estepona.

-¿Mejoraban estas ofertas su salario actual?

-Sí, pero la gente que me conoce sabe que yo no voy buscando el dinero. El dinero es muy importante, porque una jugadora como yo, con calidad y profesional, se necesita pagar, pero yo busco disfrutar y pasarlo bien, y Estepona es un sitio donde lo tengo todo junto. La gente que me conoce sabe que yo elijo un club sabiendo que voy a disfrutar, no me muevo por el dinero.

-Su trayectoria de clubes es extensa. ¿Diría que está ahora en su mejor momento?

-Ahora me siento mejor que nunca, sí. Mi familia y yo estamos muy contentos.

-¿Y físicamente se siente a su mejor nivel?

-Ojalá (ríe). Espero que pueda volver a conseguirlo durante el año, por ahora veo al equipo muy bien, nos falta forma a todas, pero tenemos tiempo para prepararnos.

-¿Influyó en su decisión de quedarse el hecho de que aquí es la líder del proyecto, mientras que en otros clubes podría tener más competencia?

-Creo que depende del carácter de cada una. Yo, en todos los equipos a los que voy, soy la líder, porque mi carácter no me deja ser de otra forma. Me quedo en Estepona porque me siento perfecta, aquí tengo muchas amigas, me gusta el sitio y quiero ganar partidos aquí. Hace años yo estuve en equipos que jugaban Eurocup, incluso en Unicaja estaba bien, pero en ningún sitio como en el Estepona. Por eso yo no quería fichar aún por nadie, les decía que quería descansar, y ya llegó el acuerdo con el club.

-En la mayoría de las familias es el hombre el deportista profesional y el que decide su destino laboral, por lo que su pareja es la que se traslada por él. En su caso, es al contrario…

-Bueno, mi marido y mi hijo me siguen, son mi mayor apoyo. Él tiene la suerte de que no depende de su trabajo, trabaja desde aquí, desde casa tiene sus negocios en Montenegro, para mi es una suerte.

-¿Cómo es una rutina normal en su vida sabiendo que compagina el ser madre y jugadora?

-Todos los días dedico mínimo una hora para estar con él, luego yo necesito mi comida, mis descansos… Como profesional. Cuando empieza el colegio, mi marido le lleva y le prepara, porque yo a veces tengo dos entrenamientos. Cuando vuelve, jugamos, le ayudo con los deberes, escribimos y me voy al entreno. Es difícil para una jugadora profesional como yo, pero estamos siempre juntos en casa.

-En España no es habitual su situación de ser madre y jugadora, las deportistas suelen esperar a serlo en el tramo final de su carrera. ¿En su país es más común?

-No, en Montenegro tampoco, ninguna de mis compañeras tenía niños, sólo una y era yo (ríe).

-Y aún así ha recolectado una decena de MVPs… ¿Qué espera de esta nueva temporada? ¿Seguirá la misma dinámica de la anterior?

-No me importa si llegan o no los MVPs, aunque alguno llegará; quiero que juguemos como equipo, que ganemos partidos y que ascendamos, y el presidente también quiere y ha creado un proyecto para ascender. El año pasado hubo cambios de jugadoras, de entrenador… Al principio fue una locura. Este año se siente mejor atmósfera, creo que este año vamos a jugar mejor.