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En la NBA hay una constante búsqueda de nuevas estrellas que sirvan para vender el producto y llegar a más aficionados. Por eso uno de los grandes atractivos de cada temporada es seguir a esos jóvenes jugadores que llegan a la Liga y que están llamados a ser determinantes en apenas unos años. Pero muy pocas veces, quizás sólo con jugadores que ahora son mitos, un novato de la mejor competición baloncestística del mundo atrae tantos los focos como el fenómeno Victor Wembanyama. Este jugador francés de 19 años al que no le ha dado tiempo ni a dominar en Europa -sí en la competitiva liga francesa, pero no en la Euroliga o en citas importantes de selecciones- está considerado el mejor proyecto de jugador desde la irrupción de LeBron James en 2003.
¿Por qué hay tantas expectativas con el francés? ¿No terminará siendo una estrella más en la constelación NBA? Lo que diferencia a Wembanyama de otros jóvenes jugadores con enorme potencial que llegaron al baloncesto norteamericano es precisamente eso, que es distinto. Es un tipo de jugador que no existe, un nuevo prototipo que puede cambiar el juego. Precisamente LeBron fue el encargado de ponerle un mote a 'Wemby', como le conocen en EEUU para evitar su impronunciable apellido. El jugador de Los Lakers dijo que el francés «es un alien; nunca se ha visto a nadie tan alto como él, pero tan fluido y tan elegante en la pista. Es sin duda un talento generacional». Y ya se quedó como el apodo de 'alien', aunque también lo definió muy bien Stephen Curry, estrella de los Warriors: «Es como un jugador creado en el videojuego NBA 2K». Ese jugador al que en el editor del videojuego puedes crear con la altura de un pívot dominante, la puntería de un tirador o la capacidad de pase y de dirección del balón de un base. Porque todo eso lo tiene Wembanyama.
Lo primero que llama la atención de este profesional que de pequeño practicaba judo y jugaba al fútbol de portero es su físico: mide 2,22 de altura, según la medición oficial de su equipo, los San Antonio Spurs, y tiene una envergadura de 244 centímetros que le aportan sus larguísimos brazos. Como curiosidad, calza un 57. Por contra, apenas supera los 100 kilos de peso lo que le convierte en un jugador extremadamente delgado para su talla.
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Esas características físicas le convierten en un jugador único porque ningún jugador con esa altura hace -ni ha hecho nunca- lo que ha demostrado Wembanyama en una pista de baloncesto. Un nuevo tipo de jugador que puede realizar mates casi sin saltar, taponar a dos manos o rebotear por encima de todos sus rivales, pero a la vez tiene el talento para anotar triples lejísimos, robar balones a jugadores más pequeños o driblar a rivales con un dominio del bote propio de un escolta. Tiene algo de Kevin Durant, que mide 2,08, por su gran dominio del balón y su facilidad para anotar desde lejos, pero mucho más alto y determinante en defensa -sin llegar aún por supuesto al nivel competitivo de Durant, uno de los mejores jugadores del mundo-. Lo más parecido por físico y tipo de juego puede ser Kristaps Porzingis, aunque en una versión mejorada.
Y todo eso con 19 años. Porque Wembanyama es un jugador por hacer, pese a llevar ya varias temporadas compitiendo en Francia en el ASVEL Basket y en el Metropolitans 92 -en Estados Unidos se emitían los partidos de la liga francesa solo para ver en acción al jugador, un dato muy significativo, teniendo en cuenta el ombliguismo del baloncesto NBA-. Su pretemporada con los Spurs ha sido espectacular, pero su debut en la competición oficial esta semana ha evidenciado que aún le queda para asentarse. Su equipo perdió ante los Dallas Mavericks de Doncic, que dio un recital. El galo estuvo muy presionado por el conjunto rival y solamente pudo disputar 23 minutos, limitado por las faltas. Eso sí, en cuanto se quitó un poco de presión, anotó 15 puntos y aportó 5 rebotes y 2 asistencias.
El debut de Victor Wembanyama en la NBA a sus 19 años.
— NBASpain (@NBAspain) October 26, 2023
▪️15 puntos (9 en el 4Q)
▪️5 rebotes
▪️2 asistencias
▪️2 robos
▪️1 tapón
▪️67% TC pic.twitter.com/xjc5nKDzlL
Es sólo el principio para Wembanyama, que trabaja a las órdenes de uno de los mejores entrenadores de la NBA, Gregg Popovich, y que está en todas las quinielas para ser mejor novato de la temporada. Si las lesiones le respetan, uno de los grandes riesgos por su físico, y consigue mejorar algunos aspectos (ganar peso, mejorar su juego de espaldas o en su toma de decisiones) está llamado a marcar época.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Ignacio Lillo | Málaga
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