KAREL LÓPEZ
Miércoles, 16 de mayo 2018, 20:21
Puede que solo juegue unos segundos, puede que no tenga opción de tirar... Puede. Pero lo cierto es que Asier de la Iglesia verá este domingo desde la cancha un partido de ACB. El alero guipuzcoano, uno de los mejores jugadores de esta temporada en la Liga EBA, tendrá la ocasión de debutar en la máxima categoríaen el encuentro que el Gipuzkoa Basket juega en Illunbe el domingo a las 12.30 horas frente al Joventut. Todo parece 'normal' hasta aquí, pero lo curioso del asunto -la noticia- es que Asier de la Iglesia padece esclerosis múltiple.
Publicidad
Con 35 años, 1,99 metros de altura y 95 kilos, Asier juega a baloncesto desde los 16 años, después de probar con el fútbol y el balonmano. Tras muchas temporadas en diferentes equipos de Liga EBA (esta en el Ordizia K.E., llegando en algún encuentro hasta los 42 puntos de valoración) e incluso alguna campaña en LEB plata, le diagnosticaron esclerosis múltiple cuando tenía 29 años.
Viendo la televisión desde el sofá, se dio cuenta de que no podía cambiar de canal. Sus dedos no respondían. Se fue extendiendo poco a poco. ¿Su reacción cuando le dijeron qué era lo que tenía? Prácticamente ni se inmutó en el momento en el que el neurólogo se lo comunicó, y esto llamó la atención del doctor. «¿Si lloro voy a encontrarme mejor?», le preguntó.
«Tengo un 40% de discapacidad y podría jugar en una liga adaptada a ello, pero mientras aguante como ahora, no tengo intención de hacerlo», apunta Asier, emocionado por la ocasión que le brindan la vida y el GBC.
«Donde menos sensibilidad tengo es en la planta del pie. No suelo saber si tengo los calcetines puestos o no. Tampoco tengo mucha sensibilidad en las manos y tengo buenos porcentajes en tiros gracias a la mecánica», explica. Será diferente para él jugar con un balón distinto. «Cuando en los partidos me cambian de balón, cualquier variación en el peso, por ejemplo, me perjudica, porque tengo que aprender a tirar con él».
Publicidad
Los brotes de esta enfermedad llegan sin avisar. «A veces veo doble, tengo ganas de ir al baño a orinar en todo momento (razón por la que no duerme más de dos horas seguidas)...», cuenta Asier. Sin embargo, esto no le impide disfrutar de la vida y, claro, del baloncesto. El alero guipuzcoano llegó a jugar en la selección de Euskadi a las órdenes de Pablo Laso (actual entrenador del Real Madrid).
Se levanta a las 6.00 horas, desayuna tranquilamente y coge el coche, a eso de las 6.50, para ir al trabajo. Llega cerca de las 7.30 horas a Zarautz, donde es auxiliar de línea en Gureak. «Lo primero que suelo hacer es dejar la línea preparada. Confieso que no estoy ahí por el trabajo como tal, sino por cómo me lo paso y porque me encanta hacer que los operarios (la mayoría de ellos con discapacidades intelectuales) sonríen y ven la recompensa a sus tareas», afirma.
Publicidad
Acaba la jornada a eso de las 17.10 horas y, durante la temporada, acude dos o tres veces a la semana a entrenarse, además del partido del fin de semana, claro. También pasa ratos tranquilos junto a su pareja y amigos.
Desde hace un par de meses, los viernes no trabaja, aunque aprovecha el 'tiempo libre' que tiene para, en muchas ocasiones, hablar con otros enfermos, contarles su experiencia y hacerles ver que «lo importante es afrontarla con positivismo. «Tengo la suerte de ser capaz de ayudar a otros. Yo disfruto con el baloncesto y ayudando».
Publicidad
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.