El Estepona sólo aguanta quince minutos en la cancha de uno de los favoritos al ascenso

La puesta en escena de las jugadoras de Bea Pacheco fue muy positiva. El Recoletas Zamora, recién descendido, planteó un encuentro vertical, a muchos ataques, para desgastar desde el inicio. CAB Estepona aceptó el reto y el primer cuarto fue frenético. En defensa, la escuadra malagueña se mostró muy versátil, intercambiando defensas individuales y en zona para intentar descolocar al arsenal ofensivo local. Además, en ataque, el Estepona empezó a mandar en el marcador con Ekhomu como la jugadora más destacada. El primer cuarto se cerró con empate (16-16) y con buenas sensaciones en las filas visitantes.

En el lado negativo estaba la figura de Pocek, debido a su escaso acierto anotador. Una situación que se agravó en el segundo parcial. La pívot montenegrina se fue al descanso con un desalentador 1/8 en tiros de dos. Su equipo le buscó en la pintura, aprovechando su superioridad física, pero su nefasto parcial fue una losa. Ekhomu trató de echarse al equipo a las espaldas, acompañada de apariciones demasiado puntuales desde el perímetro de Masiá o Markovic.

Para entonces, el Recoletas Zamora había empezado a notar que el Estepona, además de estar atascado en ataque, empezaba a dar síntomas de cansancio en defensa, fruto de aceptar ese reto de jugar de poder a poder ante un cuadro local con una rotación mucho más vasta. Bea Pacheco lo leyó bien y paró dos veces el juego en este parcial con tiempos muertos para corregir aspectos y dar aire. Pero el Recoletas Zamora, con las exteriores Latorre y Montoliu inspiradas en ataque, no dejó pasar la opción de aprovechar la debilidad y se disparó al descanso con un amplio 45-30.

Había que ver la reacción que era capaz de mostrar el conjunto costasoñelo tras el descanso. Y la salida no pudo ser peor. Un 6-0 de parcial para el bloque zamorano generó un 51-30 que obligó al banquillo visitante a consumir su primer tiempo muerto de la segunda parte a los tres minutos. Tardó casi cuatro minutos en anotar su primera canasta la escuadra malagueña, que tras ese tiempo muerto volvió a plantar batalla. Pensar en la victoria era una quimera, por eso el objetivo planteado era ir reduciendo, aunque fuera lentamente, esa desventaja que rondaba los veinte puntos. Pero la eterna rotación que tenía Jacinto Carbajal bajo su mando le permitía refrescar constantemente a las jugadoras y que el nivel de Recoletas Zamora no se resintiera. Se entró en el último parcial con un incontestable 64-42. Los 14 balones perdidos eran una muestra inequívoca de que el equipo costasoleño se precipitaba fruto de la impaciencia y de la falta de fuelle.

El cuarto periodo comenzó de nuevo con un parcial de 5-0 para Zamora y obligando a Bea Pacheco a solicitar un tiempo muerto. El Estepona buscó a Ekhombu y a Masiá, pero tampoco encontró en ellas el salvavidas que anhelaba un plantel que naufragaba. Tres minutos de último cuarto y 8-0 de parcial. La distancia llegó a los los 30 puntos (72-42, min.33). Tardó casi cinco minutos en hacer su primera canasta del cuarto el CAB Estepona, obra de Pocek, que maquilló sus números tras el descanso. Pero el Recoletas Zamora no pretendía relajarse y martilleó el aro costasoleño hasta el definitivo 90-55.