Cristian David Abad Rivillas siempre ha soñado con poder vivir del baloncesto. Desde pequeño ha estado pegado a un balón y en su país natal, Colombia, llegó a jugar en categorías semiprofesionales. Hace un par de años viajó a España para instalarse en Málaga, en busca oportunidades académicas y laborales y también para seguir vinculado al baloncesto. Ahora es árbitro de la Federación Andaluza de Baloncesto y sigue soñando con vivir del baloncesto, aunque no sea jugando de manera profesional, pero sí enseñando y entrenando a otros.
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Cristian, de 19 años, es el impulsor de un proyecto social denominado 'Baloncesto en movimiento' con el que, desde Málaga y Andalucía, quiere convencer a la Liga Endesa para poner en marcha una iniciativa pionera: una escuela de baloncesto móvil, que lleve el deporte de la canasta a todos aquellos pueblos pequeños en los que no hay clubes o infraestructuras para poder organizar equipos o entrenamientos. Su idea parte de realizar desplazamientos entre Málaga y Sevilla y comprobar que en muchos pequeños municipios había demanda de entrenamientos de baloncesto, pero no medios para llevarlos a cabo. «En muchos de estos pueblos se juega al fútbol, pero no al baloncesto porque no hay escuelas. Entonces le comenté a mis padres la idea de poder crear una escuela móvil, que pudiera unir a niños o adultos de varios pueblos pequeños para poder entrenar y disfrutar del baloncesto», relata.
Fue su padre el que empezó a buscar vías para darle forma a aquella idea y encontró la iniciativa Liga Endesa de Corazón, un programa social de Endesa y la ACB que reparte hasta 15.000 euros en premios para apoyar a proyectos que tengan el baloncesto como motor del cambio social o medioambiental. «Sería la primera escuela móvil de España, con el objetivo de llevar vidas sedentarias a tener un estilo de vida activo y saludable a través del baloncesto. Mi objetivo es llevar el baloncesto a todos los rincones de España», comenta.
'Baloncesto en movimiento' ya está entre las cinco iniciativas finalistas del programa y ahora una votación popular que empezará en las próximas semanas ayudará a elegir el mejor proyecto de todos los presentados a la ACB desde distintos puntos de España. Cristian ha pensado en todos los aspectos que necesitaría para hacer realidad su sueño, desde la compra de material deportivo o de una furgoneta a la creación de un equipo multidisciplinar de profesionales de apoyo como médicos o nutricionista que puedan colaborar en la escuela. «El objetivo del programa Liga Endesa de Corazón es cambiar vidas y la primera vida que estarían cambiando sería la mía, con el sueño de poder vivir por y para el baloncesto», concluye Cristian.
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