Borrar
El colegiado malagueño Daniel Hierrezuelo posa para SUR en el Muelle Uno.
Daniel Hierrezuelo: «Me faltan los Juegos Olímpicos; no me quita el sueño, pero me gustaría estar»

Daniel Hierrezuelo: «Me faltan los Juegos Olímpicos; no me quita el sueño, pero me gustaría estar»

El árbitro malagueño dirigió días atrás el partido más importante de baloncesto en Europa, la final de la Euroliga

Juan Calderón

Viernes, 2 de junio 2017, 00:32

Si la final de la Euroliga la juegan los dos mejores equipos de Europa, hay que entender que el árbitro de ese partido también es el mejor del continente. Este privilegio correspondió la semana pasada al colegiado malagueño Daniel Hierrezuelo, que se consolida como uno de los referentes del arbitraje europeo. Con más de 70 partidos a su espalda esta temporada, analiza para SUR su trayectoria en un año en el que también vivió un momento complicado en la Copa del Rey. Aquel famoso campo atrás en el Real Madrid-Andorra le hizo pasar por momentos difíciles, pero es un tipo positivo y que asume que los fallos están dentro de lo posible en un baloncesto cada vez más intenso y rápido.

Pitar el partido entre los dos mejores equipos de Europa debe ser algo diferente y satisfactorio.

Sin duda, pero más allá de eso. Creo que estar entre los ocho árbitros que van al torneo ya es un premio al trabajo de toda la temporada. Además, tener la suerte de dirigir la final y que todo saliese como salió, bien y sin problemas, es un orgullo, la verdad.

¿Cuando se enteró de que estaría en Estambul?

Es una decisión que compete al director de arbitraje de la Euroliga y es algo que nos suelen comunicar un par de semanas antes. Una vez allí, hay reuniones cada día para analizar los partidos y en esas reuniones es cuando nos comunican las designaciones para cada partido. Cuando el Real Madrid se quedó fuera de la final tenía una opción de entrar, y el director de arbitraje decidió entonces que yo fuera uno de los elegidos.

Sin duda es un premio, pero a la vez una gran presión, y más teniendo en cuenta la rivalidad entre los dos equipos.

Es evidente que vives la presión muy de cerca. Es el título europeo más importante que hay y son miles de personas viéndolo, así que un fallo puede ser muy notorio. En cualquier caso, no puedes afrontar un partido de ese tipo pensando en ello. Lo que tienes que hacer es prolongar el trabajo de toda la temporada y aplicar todo lo que sabes en una hora y media de partido para que todo salga lo mejor posible. Tienes que poner toda la experiencia en las decisiones, pero también tener un poco de suerte. Yo lo hice y todo salió bien.

¿La presencia en los banquillos de entrenadores como Obradovic complica más las cosas? ¿Puede que, al tratarse de gente de baloncesto con experiencia, todo es más fácil?

Conozco a Obradovic desde hace muchísimos años. Le he arbitrado desde que estaba en la Liga ACB hasta ahora en la Euroliga. Hay un aprecio personal, pero también un respeto deportivo. En la pista es muy importante que tanto entrenadores como jugadores sean respetados por los árbitros, pero también al contrario, ellos deben respetarnos a nosotros. En este caso de la Final Four sucedió así, pero no sólo por Obradovic, sino también por el entrenador del Olympiacos, que se comportó como un señor en la derrota. Fue un gran espectáculo y bien llevado por los jugadores; un partido para recordar.

Esta fue su enésima visita a Estambul esta temporada ¿Cómo se vive ese ambiente de tensión por la situación política del país y los recientes atentados?

Al haber cuatro equipos en la Euroliga he estado muchísimas veces este año. La verdad es que es algo en lo que no reparo. Es algo que me pregunta mucha gente y a todos les respondo lo mismo: «¿Crees que hay algún país en el que se pueda estar tranquilo teniendo en cuenta la situación actual?» Yo creo que no, así que no podemos estar pendientes del miedo que generan unos pocos miserables. Lo que hay que hacer es poner los medios para que todo esté controlado y que haya una seguridad importante en eventos de este tipo. La Euroliga se preocupó mucho de ello.

Su presencia en la Euroliga ha sido un desahogo para una temporada que se complicó para usted tras la Copa del Rey. ¿Cómo vivió aquello del campo atrás?

Fue una experiencia más en mi carrera. A lo largo de estos años en la Liga ACB, en la que ya llevo 20 años, he tenido experiencias de todo tipo: muy positivas, positivas, buenas y malas. Pero soy una persona tremendamente optimista y trato de buscarle a todo algo que me sirva para el futuro. El error humano te hace trabajar todavía con más fuerza y ahínco para que no vuelva a ocurrir. Aprendemos de los errores y esto no deja de ser una anécdota más en mi carrera, pero tuvo una repercusión notable como tuvo en su momento. Son las reglas del juego, tengo que aceptarlas y asumirlas. Y lo que hice fue ponerme a trabajar para que no se repita.

Lo cierto es que ese día en la pista pocos fueron los que protestaron, las cosas como son. Luego vinieron las imágenes de televisión y entonces sí se vio con más claridad.

Pues eso demuestra que no fue fácil porque no se vio. Pero no soy una persona que se quede en el pasado, y siempre trato de mirar al presente y al futuro. Ahora todo pasa por los play-off de la Liga ACB y que auguran partidos de gran interés y con espectáculo asegurado para los aficionados.

El baloncesto marcha por delante en el uso del vídeo para analizar ciertas jugadas que se dan en los partidos, el Instant Replay, algo de lo que ahora se habla mucho en el fútbol. ¿Considera que habría que ampliar estas medidas?

Creo que hay situaciones en las que el vídeo puede ayudar, pero es algo que depende de instancias superiores y de la Federación Internacional de Baloncesto, que es la que marca las normas. De momento, es lo que tenemos y lo que hay que hacer es utilizarlo de forma correcta.

El baloncesto nacional y europeo anda enfrascado en un gran debate sobre el calendario de la próxima temporada con la introducción de las ventanas de selecciones de la FIBA. ¿Ve lógico el carrusel de partidos que nos vamos a encontrar?

Sinceramente, los árbitros tenemos que ceñirnos a los que nos indiquen, porque tenemos que pitar todas las competiciones, tanto si son de la Euroliga, como de la Liga ACB o de las selecciones. Son ellos los que tienen que ponerse de acuerdo para poner orden en el calendario. Es evidente que no es fácil, pero los árbitros tenemos que estar preparados para una temporada que será muy larga.

¿Cuántos viajes ha hecho esta temporada?

Imagínese... Si llevo más de 70 partidos, multiplíquelo por dos y en muchas ocasiones con varios enlaces. Yo creo que en lo que va de temporada he cogido unos 250 aviones o más...

Esos son muchos partidos y muchos aviones. Le cambio la pregunta. ¿Cuántos días ha pasado en Málaga?

Eso hay que preguntárselo a mi mujer...

La tarjeta de puntos de Iberia, bien, ¿no?

(Risas) Muy bien, la verdad es que bastante completita...

¿Es árbitro a tiempo completo; es decir, profesional del arbitraje?

Sí. Yo tengo un contrato con la Liga ACB y luego tengo también desempeño mis servicios en la Euroliga y para la FIBA.

¿En qué momento se convirtió en árbitro profesional?

Yo he tenido la suerte, por mis circunstancias, de poder dedicarme al cien por cien al arbitraje desde que llegué a la Liga ACB. Al fin y al cabo, la Liga española es una competición muy exigente y en la que te tienes que actualizar muchísimo cada temporada. Los jugadores cada vez son más rápidos y fuertes, y cada vez hacen las cosas con más velocidad y fuerza. Así que hay que estar preparados para poder seguirlos y actuar de forma correcta. Para eso considero que hay que tener una dedicación plena, y también hay que apuntar que la Liga ACB digamos que nos fuerza a ello y nos facilita las cosas para que así sea.

¿Se acuerda de su primer partido?

Pues si le soy sincero, no tengo la menor idea. Sí sé que fue en Gijón. No soy una persona que tenga los recuerdos de ese tipo o que tenga apuntados los partidos, finales y datos estadísticos.

Pero más o menos son ya 20 años.

Sí, el año pasado se cumplieron 20 años, debuté en la temporada 1995-1996.

Está prohibido que los árbitros sean de algún equipo...

(Risas) Es que no lo somos. Somos profesionales del arbitraje y los equipos y los partidos son nuestro escenario de trabajo. Sé que a los aficionados les cuesta entenderlo y que lo ven de una manera muy distinta, pero es así.

Parece que todo lo que hacen está fiscalizado.

Es lógico porque cualquier gesto, frase o comentario que hagas sobre cualquier equipo es evaluado y se le busca una segunda intención. Creo que hay que darle cierta normalidad a las cosas y entender que nosotros somos una parte más del juego y que somos muy profesionales, porque, como he dicho, la Liga nos da la opción de serlo y porque el nivel de la competición lo requiere. La gente nos tiene que ver como una parte más del espectáculo del baloncesto. Por suerte, cometemos muchos aciertos, pero también algún error, como les pasa a los jugadores, los entrenadores y los directivos. Somos gente normal y hay que naturalizar un poco más la figura del árbitro.

¿A qué edad se jubila un árbitro de baloncesto?

Antes teníamos un tope, que eran los 50 años, pero ahora es la Liga la que tiene potestad para permitirte arbitrar más allá de los cincuenta. Hay varios compañeros en esa situación y además están prestando un servicio fantástico y necesario dada su experiencia y calidad técnica.

En la NBA es habitual ver árbitros muy veteranos. ¿Es esa la tendencia?

Sí, porque en España ya se ha quitado el tope de los 50 años y en la Euroliga también ha sucedido lo mismo. No tenemos ese problema y además considero que con 50 años sería un error prescindir de un colegiado.

Cuando llegue el momento, ¿tiene pensado algo para el futuro?

Como he dicho antes, vivo el presente. Sí tengo intención de seguir trabajando tanto en el plano físico como mental para continuar en la Liga muchos años más, porque me gusta, lo disfruto, es mi vida, y porque es donde quiero estar. No sé lo que pasará el día de mañana, pero a varios años vista estoy centrado en seguir aprendiendo.

Hay mucha gente vinculada al baloncesto que continúa ligada a este deporte en otras facetas como son los casos de Berni Rodríguez, Garbajosa o Nacho Rodríguez. ¿Se ve el día de mañana en un despacho?

No puedo decir de este agua no beberé. Mi vida ha ido siempre ligada al deporte, no sólo al baloncesto. ¿Qué será de mí el día de mañana? Pues ya lo iremos viendo todos.

Volvamos al principio de esta entrevista. Después de la final de la Final Four, ¿en qué gran competición le falta por arbitrar?

Me faltan los Juegos Olímpicos. Es una cita en la que me gustaría estar, pero es algo que no depende de uno. No me quita el sueño, pero sí reconozco que me gustaría ir a unos.

Hablamos entonces...

Perfecto.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Daniel Hierrezuelo: «Me faltan los Juegos Olímpicos; no me quita el sueño, pero me gustaría estar»