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Fátima Ávila-CASANOVA
Domingo, 4 de diciembre 2016, 01:12
Málaga es una de las ciudades de España donde el baloncesto se vive con mayor pasión e intensidad. Nombres como los de Berni Rodríguez, Carlos Cabezas, Nacho Rodríguez o Alberto Díaz son, sin duda, bien conocidos por los amantes del deporte de la canasta. No obstante, a esta lista habría que unir los de Gema García, Patricia Soler, Carmen Ortiz y Claudia Alonso, jugadoras de Liga Femenina 2 y máximas representantes del baloncesto de féminas en la provincia.
Gema García, cuarta en el Mundial de 3x3 con la selección española, y Patricia Soler ya saben lo que es saborear las mieles del éxito. «Estuve tres temporadas en el Conquero. Salí de mi casa con 18 años y recalé directamente en un equipo de Liga Femenina. Allí aprendí mucho, aunque después de esa etapa necesitaba un cambio de aires; quería disponer de más minutos y bajé a un equipo de LF2», explica Patricia Soler, jugadora del Instituto de Fertilidad Air Europa.
Las integrantes del ABDA Carmen Ortiz y Claudia Alonso son las otras dos malagueñas que actualmente compiten en LF2. Ortiz, procedente de la cantera de El Palo, y Alonso, cuya etapa de formación discurrió primero en el C. B. Marbella y posteriormente en el Costa Marbella, aterrizaron hace pocos meses en la segunda categoría nacional del baloncesto femenino, donde su experiencia está siendo muy positiva, relata Ortiz:«Aquí el juego es más rápido y duro, aunque te peguen tienes que seguir adelante, y eso es algo que lo diferencia mucho de Primera Nacional. Yo vengo de un nivel inferior, si me comparo con el resto de mis compañeras, pero el entrenador está confiando en mi y salgo una media de 27 minutos por partido». Todas coinciden a la hora de señalar la veteranía y el aspecto físico como los elementos desequilibrantes en esta categoría. «Puedo enfrentarme a la base del equipo rival, pero al tener ella más experiencia siempre va siete pasos por delante de mi. Esto es algo que tengo en cuenta y que valoro. Por ello, intento aprender lo máximo en cada partido», destaca Alonso.
El baloncesto femenino de la provincia ha contado a lo largo de su historia con otra jugadora en la élite. Beatriz Díaz-Larrauri, malagueña de adopción y vasca de nacimiento, militó durante cinco temporadas y media en Liga Femenina y durante otras dos campañas en la segunda categoría. De esta etapa se queda con las amistades que forjó y con las experiencias vividas. La jugadora, echando la vista atrás, asegura que lo más complicado fue recalar en la élite «Para mi lo más difícil es llegar. Quizá sea por las circunstancias de las mujeres, que nos atamos más a una ciudad ya sea por las amistades, los estudios, etc. En mi equipo había grandes jugadores y solo yo acabé en lo que era División de Honor». Díaz-Larrauri, campeona de la Copa de la Reina y de la Liga, trabaja actualmente como fisioterapeuta y mata el gusanillo del baloncesto en la Liga +35 de la Delegación Malagueña.
El sueño de todas es llegar a la elite del baloncesto femenino, categoría que ya conocen de cerca Gema García, quien se proclamó subcampeona de Europa con el Rivas Ecópolis, y Patricia Soler, semifinalista de la Liga y de la Copa en la temporada 2014-15 con el C. B. Conquero. La base del Ciudad de los Adelantados es una de las máximas referencias para las jugadoras de formación, ya que a sus 31 años es la que más temporadas ha estado en la élite. A esto hay que sumar que hace escasos meses formó parte de la selección española de 3x3 que quedó cuarta en el Mundial de China.
Licencias femeninas
Actualmente, Málaga cuenta con 1.632 licencias federadas femeninas, que se encuentran distribuidas en 136 equipos. A estos números hay que sumar las 108 licencias de la Liga Femenina +35. Unos datos que la convierten en la provincia andaluza con más jugadoras en activo. A pesar de ello, la capital no dispone de un equipo de referencia que sirva de trampolín para todas estas chicas, y nunca, a pesar de la calidad de sus jugadoras de base, ha contado con un conjunto en la élite. «A mi me da pena, porque hay muchas jugadoras que se quedan por el camino», se lamenta Patricia Soler. Mientras que Carmen Ortiz apunta:«Hay muchos clubes, pero ninguno apoya cien por cien el baloncesto femenino. Deberían formar un equipo que aglutinase a las mejores e intentase mostrar al exterior lo que se hace aquí».
Estas cuatro jugadoras viven de su mayor pasión, el baloncesto. Sin embargo, son muy conscientes de que una vez que se retiren deberán incorporarse al mercado laboral. Por ello, tanto Patricia Soler como Carmen Ortiz son universitarias, Gema García es licenciada en INEF y Claudia Alonso comenzará el próximo año la carrera de Educación Física. «Esto no tiene nada que ver con el baloncesto masculino. Se puede vivir bien, pero no te puedes retirar con lo que ganas», sentencia Patricia Soler.
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