El yin del yang

Toma nota:

Imprescindible conocimiento musical exhaustivo sobre todo tipo de estilos, desorbitadas ganas de aprender, capacidad analítica para remediar lo irremediable antes del amanecer, buenas compañías en las horas malas y viceversa. No es necesaria experiencia en autotune; podrás conseguir grandes hits aunque desafines. Primordial: un mensaje claro de intenciones, la mayoría de las veces políticamente comprometido, que no necesariamente debe ser comprensible al oído, pero es fundamental que sea poético en su forma de combatir la injusticia.

Trata de que el bajo siempre mire a la pared en tus inicios. Puedes cambiar de batería, pero que no afecte a la potencia del ritmo. No escuches a quienes dudan de que la cultura es para todos los públicos. Venera la esencia del poeta maldito a través de todas sus manifestaciones, y que su grandeza se manifieste en los trastes de tu guitarra. Mézclate con todo tipo de bandas y seres, no olvidando resurgir cada mañana después de visitar al rey sombra. Busca el desorden cuando te tiente la falta de nuevas sensaciones, y nunca olvides a Brigitte. Ella nos enseñó el camino.

Si consigues llevar a cabo todas estas premisas y la suerte, además del talento, te acompaña durante treinta años, conseguirás orbitar en la misma esfera que Los Planetas, la banda granadina que consiguió atravesar, en 1994 con 'Súper 8', su primer LP, la frontera que separaba dos mundos, demostrando que unos 'niñatos' también se podían colar en las listas de éxito.

Los pioneros del indie llegan el 25 de enero a la Sala París 15 para volver a tocar la banda sonora que cambió la escena musical de este país en 1994.

Tiemblo, luego existo.