Los verdiales montan la fiesta en el Museo de Málaga

«Los verdiales los tenemos todos asumidos como algo identitario y malagueño, por lo que esta exposición pretende ampliar la mirada y dar a conocer todos los aspectos de la fiesta, desde la emoción a las relaciones familiares y de amistades, pasando por los territorios por los que camina o sus lugares sagrados», explica el autor de las fotografías que reúne 98 instantáneas que muestran momentos álgidos de la fiesta y los duelos, pero también íntimos como la improvisación que lleva casi al trance colectivo, las indispensables paradas para comer y beber entre copla y copla, los niños que heredan desde muy pequeños la tradición para jugar con ella, los móviles que graban las actuaciones con destino a Instagram y Whatsapp, o los exvotos del altar de la Ermita de Jeva, en Villanueva de la Concepción, auténtica meca del universo verdialero. Tradición y nuevas tecnologías, pasado y presente de una cultura agromusical que descubre en este recorrido su riqueza mucho más allá de la Fiesta Mayor de Verdiales de cada 28 de diciembre.

La mirada de García Rojas Dragón tiene algo también de gran álbum familiar de esta celebración popular. «La exposición tiene tres acercamientos diferentes que enlazan con mi biografía, ya que vengo del campo, soy licenciado en Periodismo y, por otra parte, tiene mucho de trabajo etnográfico», ha señalado el fotógrafo que ha asegurado que ha tratado de registrar «lo que habitualmente no hay tiempo para contar en los medios de comunicación». Para ello, ha sido fundamental esa elección del blanco y negro, una decisión ética más que estética. «No ha sido porque piense que es un elemento más artístico, sino que quería señalar que vamos a hablar de la fiesta desde otra posición, de un arte sin artistas porque su grandeza no está en la ejecución o en la calidad técnica, sino en lo performativo, es decir, la clave de los verdiales es la experiencia, lo cual es algo muy contemporáneo», ha explicado el autor de las imágenes que, por esta razón, ha titulado la exposición 'Verdiales. La fiesta sin nombre'. Por supuesto, no faltan protagonistas de la celebración, como Paco Maroto -este mismo jueves se ha aprobado la concesión de la Medalla de la Ciudad a título póstumo tras su reciente fallecimiento-, Antonio Cobos 'El Galleta', Vicente 'El Negocio' y Carmen Tomé, pero su presencia cobra sentido en la fuerza colectiva que transmiten las imágenes.

Aunque lleva haciendo fotos de las pandas y los encuentros desde los años 70, el fotógrafo exhibe en el Museo de Málaga instantáneas desde 2009 para mostrar la actualidad y vigencia de la fiesta, que precisamente en 2010 fue inscrita en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. Aunque estén mudas, la imágenes de G. R. Dragón están cargadas de melodía propia, algo que también quiere difundir el Museo de Málaga que, como parte de su reivindicación de los verdiales, también montará la fiesta con un completo programa de actividades que incluye conferencias, visitas guiadas y talleres para toda la familia de introducción a los instrumentos y estilos, como han indicado en la presentación la responsable de la pinacoteca, María Morente, y la directora de Museos y Conjuntos Culturales de la Junta de Andalucía, Aurora Villalobos, que ha conectado la exposición con sus propios recuerdos de infancia y juventud en Coín con los verdiales.

Una recuperación de la memoria que también está en la exposición, aunque no en las fotografías. Así, Jorge García Rojas Dragón también muestra su labor como investigador con varios paneles finales en los que reúne 1.300 nombres de personas vinculadas a los verdiales desde el siglo XIX hasta la actualidad. «No solo están los grandes, sino también los que hacen la fiesta y hasta un par de niños de 13 años», ha asegurado el fotógrafo que tiene muy claro que el futuro de los verdiales está ligado a esa renovación tanto como a sus raíces. «La fiesta desaparecerá cuando se olvide que su origen está en los montes y el campo».