La joven artista Vanessa Morata (Málaga, 1992) conquista una parcela del arte contemporáneo con una identidad propia, una nostalgia pop que ha seducido a galerías de París (donde este año inauguró su primera individual), Roma y Hong Kong. La pintora malagueña lleva a sus cuadros ... el imaginario infantil de su generación millennial con Mickey Mouse, Goku, Buzz Lightyear, Ariel, Doraemon y hasta personajes de la serie 'Friends' ocupando espacios interiores cuidadosamente decorados.
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Graduada en la Facultad de Bellas Artes de Málaga, Vanessa Morata forma parte de lo que se ha venido a llamar la 'generación agridulce' del arte, esa que creció con todas las comodidades del estado del bienestar y que se dio de bruces con la realidad cuando salió al mercado laboral, donde vivir de la creación es una excepción. Ella ha sido niñera, cajera de restaurante, figurante en películas y, por último, diseñadora gráfica. «De todo mientras pintaba». Hace algo más de un año decidió dar el salto y dedicarse por completo al arte. Desde entonces, encadena un proyecto tras otro.
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