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miguel ángel oeste
Lunes, 18 de noviembre 2019, 00:16
Antes que escritor Pablo Aranda quiso ser director de cine, por eso tal vez le hace ilusión ver sus historias adaptadas al lenguaje audiovisual, como sucedió con su primera novela, 'La otra ciudad', llevada al cine por la directora catalana Silvia Quer con un ... guión de Ángeles González Sinde, todo un lujo que espera poder repetir en alguna ocasión. «Ha habido varios intentos pero no es fácil y de momento no han cuajado, ya lo harán. Hay algunos proyectos dormidos, a ver si se despiertan», comenta el autor de 'La distancia', que asevera que «Me encantaría que alguna de mis novelas se convirtiera en serie, y creo que podrían funcionar».
De hecho, cada vez hay más ficciones seriales que buscan material en lo literario. Tal vez, como señala Aranda porque «las buenas historias visuales están emparentadas con la literatura pues ambas necesitan el soporte de una arquitectura literaria potente. Por esta razón -añade- la mayoría de las personas que visionan series son también lectoras, buscadoras de buenas historias contadas de una manera lo más impecable posible». Y es que en ocasiones se ha dicho que las series restan lectores, pero es lo contrario, las series y la literatura se complementan. Otra cosa sería el tema de los teléfonos móviles y los modelos de atención. Pablo Aranda lleva una intensa vida cultural, pues además de articulista de este periódico, es el director del Aula de Cultura SUR y el programador de la Fundación Manuel Alcántara, siempre atento a los fenómenos de cambio social.
Como indica: «Una película, como un relato, se ve en una sentada, preferiblemente en el cine. Sin embargo una serie, como una novela, se ve por etapas. Las series permiten un mayor desarrollo de la historia, sin necesidad de condensar al máximo, usando la elipsis solo cuando es necesario, y al espectador, con los medios tecnológicos actuales y las plataformas, le permiten conciliar fácilmente. Ocio bueno adaptado a la vida moderna, compatible con la literatura y con el cine.».
Series de televisión y cine que de un modo u otro absorbe en sus creaciones, aunque él dice que no es consciente «de todos los elementos que me influyen a la hora de escribir, pero sin duda porto un equipaje formado por lo vivido, escuchado, visto e imaginado, equipaje que está ahí y que impregna mis historias, y de ese equipaje también forman parte las series». Al mismo tiempo, este escritor cercano y querido considera importante a la hora de elegir una serie, como al elegir sus lecturas, «informarme bien a partir de críticas y especialistas de cuyos criterios me fío. Trato de no seguir modas porque sí». Aquí están algunas de las series que más ha disfrutado.
«Una de las primeras 'grandes' que vi. La compraba por temporadas y después se las cambiaba a alguien por dvds de 'Los Soprano' o de 'Breaking Bad', que también disfrutaba. Me entusiasmó la eficacia turbia del policía protagonista y la radiografía capítulo a capítulo de un barrio negro de Baltimore. Un gran retrato social. Con estos tres títulos entré a la edad de oro de las series que estamos viviendo».
«Como luego 'Los Durrel', la veía en familia y lo pasábamos en grande riéndonos todos apretujados en el sofá azul. Me gustó que la acción se detuviese de repente para que algún personaje hiciese comentarios como en un falso documental. Me parece una manera divertida y sana de presentar otros modelos de familia, tan entre nosotros. Lo malo es que me inquietaba identificarme tanto con el padre, interpretado por Ty Burrell, un cariñoso, torpe y pícaro padre de familia. No me atreví a preguntar si los demás también nos veían parecidos».
«Me gustó que fuera algo diferente y desprejuiciado, políticamente incorrecto. Original y divertida, bien hecha, con una banda sonora estupenda y unas interpretaciones de premio. Una buena serie para pasar un buen rato. Humor negro y fresco. Solo por ver la cabecera, diferente para cada capítulo, sentía que había merecido la pena asomarme a 'Arde Madrid'. Paco León es uno de nuestros genios».
«La historia de la sargento de policía interpretada por Sarah Lancashire, que debe lidiar con una investigación en un pueblo inglés y con su propia situación, al cuidado de un nieto rechazado por todos, me enganchó desde el minuto 1. Me atraparon la sobriedad y ternura dramáticas. Logré meterme en el pellejo de esta mujer y esa es una experiencia inigualable».
«Lo pasé estupendamente mal viendo esta mini serie británica en Filmin. Me sentía como al leer 'La carretera', de Cormac McCarthy, pensando que después de cada curva podía llegar el desastre. Un hombre puede ser quien asesinó a un niño 15 años atrás, y sin embargo no es eso lo que se juzga. Las interpretaciones me resultaron gloriosas. Tras verla me quedaba horas con la serie en la cabeza, deseando y temiendo ver el siguiente capítulo; menos mal que son solo cuatro».
A lo largo del próximo año se estrenará la segunda temporada de 'Sex Education', serie creada y escrita por Laurie Nunn. 'Sex Education' tiene como protagonista a Otis Milburn, un estudiante de secundaria socialmente torpe que vive con su madre, Jean, una terapeuta sexual. En la primera temporada, Otis y Maeve Wiley montan un consultorio sexual en el instituto para aprovechar el talento natural de Otis para aconsejar sobre sexo. En la temporada dos, Otis tendrá que dominar sus recién descubiertos impulsos sexuales para poder avanzar en la relación con su novia Ola, al mismo tiempo que se enfrentará a la ya tensa relación que tiene con Maeve.
Mientras tanto el instituto de Moordale sufrirá un brote de clamidia, lo que demostrará la necesidad urgente de mejorar la educación sexual. Esta temporada al igual que la primera constará de ocho episodios.
Cosmo. El 19 de noviembre llegará 'Flack', serie inglesa creada por Olivier Lansley y protagonizada por Anna Paquin. Se trata de una miniserie de seis episodios de una hora que cuenta la peripecia de Robyn, una ejecutiva de relaciones públicas estadounidense que vive en Londres. Robyn debe descubrir cómo aprovechar al máximo las malas situaciones y de alguna manera lograr salir ileso para lo que se especializa en aclarar los monumentales problemas causados por sus desventurados y egoístas clientes. Aunque totalmente al mando de su trabajo, su vida personal está fuera de control.
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