Lo nunca visto en Masterchef: Saray y su perdiz sin desplumar

Saray, cordobesa de 27 años, demostró un carácer complicado desde el primer día que pisó el plató de 'Masterchef', pero su historia personal de superación parecía avalarlo. Y es que Saray, deetnia gitana y transexual, ha atravesado situaciones personales muy duras en numerosas ocasiones en la lucha por la libertad y la defensa de sus derechos, tal y como reza en su perfil de concursante. Sin embargo, esta historia de superación no valida la falta de educación y de respeto a la audiencia.

Saray pasará a la historia de la televisión por haber ejecutado el peor plato de la historia de 'Masterchef' o, mejor dicho, el «no plato». El cuarto programa de esta nueva edición del programa culinario de La 1 no comenzó con buen pie para la concursante. El jurado pidió a los aspirantes que cocinaran un postre que hablara de su infancia y para ello les dieron 90 minutos. Saray decidió entonces hacer unas sencillas galletas morunas y un batido que, según ella, le recordaban a un viaje que realizó con sus padres a Marruecos. Le sobró 30 minutos que invirtió en comerse tranquilamente una galleta y beber el batido. Jordi le aconsejó hasta en dos ocasiones de buenas maneras que dedicara ese tiempo a preparar algo más elaborado. Sin embargo, la concursante hizo caso omiso.

Esta actitud le valió a la cordobesa el delantal negro sin que ni Jordi Cruz, Samantha Vallejo-Nágera o Pepe Rodríguez probaran el postre. «Te lo has tomado a cachondeo y lo único que te mereces es esto.», argumentó Jordi. Ahí llegó el primer enfado de Saray quien, aún en la tarima y delante de los jueces, dijo: «¿Qué lo voy a hacer a maldad? ¡Venga voy a hacer aquí una mierda para reírme de los jueces de Masterchef! Uhhhhh». El enfado de los tres jueces llegó a tal nivel que Pepe le soltó: «Saray, no te preocupes. Que el problema no es tuyo. Ya es nuestro». Pero, lejos de achantarse, la trabajadora social respondió: «Tienen el bajío, tienen el malastro en la cara».

En la siguiente prueba, que se desarrolló en los escenarios de rodaje de 'La casa de papel', Saray pareció arrepentida e incluso pidió disculpas al jurado: «Os quería perder disculpas por la otra prueba que la lié parda.y se me fui la pinci. Vi el delantal negro y me obnubilé. De verdad quiero pediros disculpas por haberos faltado el respeto», manifestó. Pero perder esta prueba y un rifirrafe posterior con Teresa, una de sus compañeras de grupo, volvieron a despertar la ira de la cordobesa que le ha costado la expulsión directa del concurso.

En la caja sorpresa de la prueba de eliminación, Saray se encontró con una perdiz. Su compañero Andy le dio 20 minutos para elaborar un plato con ella. La concursante se negó a desplumar el ave pero, lejos de tirar la toalla, lo que hizo fue echarle un pulso al jurado. «¿Que me quieren joder aquí a tope concursantes, jurado y todos?... Digo: ahora se va a cagar la perra. ¿Que me queréis ver aquí quitando plumas como una perra? No, no, no. Yo no me voy a poner aquí a arrancar plumas para darte a ti la satisfacción. ¿Qué queréis? ¿Que haga el pajarraco puteada ante todos? Pues toma. Pajarraco vivo pa' ti», dijo Saray más que enfadada.

De nada le sirvió el consejo de Pepe: «Te voy a dar un consejo entre amigos: Si presentas eso... Si quieres tirar la toalla, por lo menos vete dignamente.» Ante la negativa de la concursante, insistió: «Esto es una marranada. No lo presentes. Es una falta de respeto para el que te está viendo, para mí, para ti». Saray se puso a peinar las plumas de la perdiz en un claro gesto de desafío. Lo poco que llegó a cocinar fue una crema de hongos sobre la que colocó al animal crudo.

La valoración del jurado fue contundente y, sin duda, pasará a la historia de este concurso. «Ni se te ocurra abrir la boca. Ni se te ocurra porque no tienes nada que decirme», le dijo Jordi Cruz. «Nos hemos equivocado terriblemente contigo. Creo que es la vez que más nos hemos equivocado en ocho años», añadió.

Pedro, por su parte, lamentó que hubiera hecho caso omiso de su consejo. «He estado contigo no te imaginas cuanto de correcto porque he dicho: no presentes ese plato. No te mofes. Demuestras que no eres inteligente. Vienes a hacer esta gracia que crees que tienes a hacer esta idiotez. Qué necesidad».

Finalmente, fue Jordi el que le comunicó que estaba fuera del concurso. «Te agradecería que te quites ese delantal, que no mereces ni el negro y cruces esa puerta ahora. Adiós». Lejos de achantarse, Saray se fue bailando y tocando las palmas. Una imagen ante la que Jordi Cruz se disculpó: «El jurado os pide disculpas por el error. La falta de vista al dejar entrar a esta aspirante a estas cocinas».