Javier Castillo, sobre el fin de la trilogía 'La chica de nieve': «Lo estoy pasando mal escribiendo y por eso sé que funcionará»

«Lo estoy pasando muy mal escribiendo, pero estoy disfrutando porque pasarlo mal al final hace que funcione», avanzó el maestro del 'thriller', al que respaldan más de dos millones de libros vendidos. Su gran saga, 'La chica de nieve', culminará con esta tercera entrega que no solo esperan con ansiedad sus miles de lectores, sino también Netflix para culminar su también popular franquicia para la pantalla que se convirtió en la serie más vista en el mundo en su estreno hace un año. «Quiero despedirme del personaje de una manera muy especial y asegurarme de que queda nada por contar en el camino. Cuando reviso cada capítulo, acabo llorando y sufriendo un montón y eso es buena señal. Así que estoy ilusionado», abrocha.

Sobre la segunda temporada que se rueda en estos momentos, Castillo asegura que el rodaje que comandan los directores Laura Alvea y David Ulloa «funciona como un engranaje increíble» y se muestra muy satisfecho con el guion y la evolución de los personajes ya que, parafraseando el título original, se «acerca mucho a ese alma que tenía la historia y a ese juego de la novela». Sobre su participación en los guiones, confirma que ha vuelto a ser «consultor» de la trama, aunque el trabajo de escritura lo han realizado los mismos guionistas que la anterior entrega: Jesús Mesas y Javier Andrés Roig. Así, el malagueño ha participado en las revisiones y confiesa que «aunque peleo cosas para acercarnos a los libros, lo que hemos hecho es intentar lo mejor para la serie. Aquí no hay egos ni ha sido una lucha continua, porque estamos todos en el mismo barco».

De Milena Smit asegura que es un «portento» y un «animal salvaje de la interpretación». A la vez que bendice la «incorporación especial» de Miki Esparbé como compañero de la protagonista, un personaje nuevo con respecto a la novela. Sin olvidar a José Coronado. «No hay nadie como él capaz de decir dos frases y que todo cambie», comenta el escritor sobre el veterano actor que sigue en la serie aunque reduce su participación. De hecho, esta misma semana ha grabado sus escenas, aunque no estuvo presente este jueves en la jornada de visita al rodaje, en la que sí compareció el productor de Atípica Films, Alberto Félez, máximo responsable de esta adaptación para Netflix.

El otro personaje por el que Castillo muestra predilección es por Málaga, convertida en gran reclamo de la adaptación de su 'thriller' y que en esta continuación vuelve a apostar por una urbe oscura y lluviosa que contrasta con el estereotipo de la Costa del Sol. «Me hace mucha ilusión enseñar una Málaga alejada de la idea de una ciudad en la que nunca llueve porque desde que empezaron a grabar está nublado», manifestó el autor de 'El juego del alma' y 'El día que se perdió la cordura', que cuando hablaba señalaba las nubes cargadas de agua que este viernes prometen tormenta sobre la ciudad… y el rodaje.

En la previa al esperado y bienvenido diluvio, Milena Smit rodó este jueves una escena saliendo de su casa en la Avenida Comandante Benítez, en el edificio famoso de los murales de Obey y D'Face junto al CAC Málaga. Una secuencia en la que se cruza con un vecino que lleva el periódico SUR bajo el brazo, mientras ella habla por teléfono para preguntar por algo que empieza a crecer en su cabeza sin saber todavía que es la clave de la trama: «¿Has oído hablar del Juego del Alma?». Después de unas cuantas repeticiones, la actriz se acerca junto Aixa Villagrán y Miki Esparbé para charlar del rodaje que ya está en su cuarta semana y todavía se prolongará una más para después completar la filmación en Madrid.

«Miren ya no es la niña que empieza, sino que es una adulta y una periodista que tiene reconocimiento, aunque como siempre va rozando la obsesión con los casos que le llegan», descubre Milena Smit sobre la evolución de su personaje, que esta vez investiga codo a codo con el nuevo personaje de Miki Esparbé. «Se llama Jaime Bernal, un periodista de raza que regresa a Málaga después de haber tenido una mala experiencia en Madrid y el Diario Sur le acoge para que investigue este caso», explica el actor catalán que había rodado en Torremolinos 'Brigada Costa del Sol', pero nunca lo había hecho en la capital.

La tercera en discordia es Villagrán, que da vida a la inspectora de policía que investiga este caso y que mantiene un relación particular con la prensa. «A mí una de las cosas que me gusta de este 'thriller' es que el peso recaiga en mujeres», ha asegurado la actriz andaluza que ha avanzado que los espectadores van a «flipar» con el argumento. Como ella misma lo ha hecho esta temporada con escenas espectaculares. «He tenido el privilegio de derrapar un Tuareg de un narcotraficante en la playa», cuenta la actriz que apostilla que este año se ha sacado el carnet de conducir y ya ha aprobado el especial de persecuciones de película.

Sobre estas semanas en Málaga, Esparbé relató que ha aprovechado para conocer el Centro Pompidou que no lo conocía de anteriores visitas, mientras que Milena Smit confesó que se ha enamorado de la playa de la Viborilla en Benalmádena, «una calita preciosa en la que rodamos de noche». Aunque tirando de recuerdo, la que puso la salsa fue Villagrán al recordar la primera escena que se filmó en la temporada anterior y que fue precisamente en la misma calle Avenida Comandante Benítez en la que ayer se grababa. Un cara a cara entre ella y Milena. «Nos salió la toma perfecta, perfecta, pero había un árbol en medio y de pronto vieron que en el tronco había un pene gigante. Se jodió la toma y se tuvo que repetir», cuenta entre risas la actriz, que no se va sin apostillar: «De hecho, sigue ahí».