'Ovejas eléctricas': de narrativa, pero sin el público

Es el gran problema de un espacio, por lo demás, sencillo y muy disfrutable, en el que se reflexiona sobre el arte de contar historias a través de la literatura, el cine, las series, los videojuegos o los cómics. Junto a la mesa de un 'late night', Romero sienta las bases del tema que se va a tocar –en la primera entrega fue la guerra– y va dando paso a los colaboradores del programa, además de entrevistar a alguien relacionado en el mundo real con el tema. Por ejemplo, la periodista y escritora Isabel Cadenas Cañón diseccionó cómo la narrativa había contado la guerra desde sus inicios hasta la actualidad, con la 'Iliada' de Homero como punto de partida; el filólogo Antonio Martínez contó la historia real que da pie a la novela 'Matadero cinco', de Kurt Vonnegut, y el escritor Jorge Carrión se detuvo en la figura del veterano de guerra.

Con el humor de Berto como lubricante, referencias, curiosidades y perlas de sabiduría entran casi sin esfuerzo, aunque los datos acaben perdiéndose en la cabeza al término del programa. 'Ovejas eléctricas' es, por tanto, un necesario y estupendo programa cultural al que solo se le puede afear lo encorsetado de su estructura, algo que quizá con un público que interactuase una pizca, se podría arreglar.