Antonio de la Torre, visto a través del móvil, un medio fundamental para estos días de aislamiento y cuarentena. Salvador Salas

Antonio de la Torre: «Mi primera noticia sobre ETA fue cuando mató a mi amigo del instituto»

El actor malagueño se muestra satisfecho con la recepción de la serie sobre la banda, 'La línea invisible', y descubre una tragedia que le tocó de cerca cuando era joven

Domingo, 26 de abril 2020, 01:20

«Estoy en la cola del supermercado como cuando iba a la cola del Astoria en los 80 a ver 'La guerra de las galaxias'», bromea Antonio de la Torre (Málaga, 1968) cuando descuelga el teléfono. Y algo de futurista o, al menos, de ... distopía tiene este coronavirus que nos ha cambiado la vida a todos. Un enclaustramiento que, paradójicamente, ha beneficiado la audiencia de series como 'La línea invisible', un título sobre los orígenes de ETA en el que el actor encarna a un víctima que también fue un torturador, el policía franquista Melitón Manzanas. Dos semanas después del estreno volvemos a hablar con el malagueño que ahora nos cuenta sus sensaciones tras la emisión y nos confiesa el trágico descubrimiento sobre la existencia de la banda que él mismo vivió.

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–A estas alturas muchos acusan ya el confinamiento. ¿Es su caso?

–Ahí andamos. Mi mayor alivio es que los niños están bien y que a partir del 26 –por hoy– van a poder salir y eso es otro alivio.

–Veremos a ver porque lo de la salida de los niños cambia de un día a otro…

–Me pareció un disparate al principio y debió haber algún tipo de error, pero rectificaron. Llevar a los niños al supermercado… bueno, vamos a centrarnos en que va a ser un alivio para los pequeños que son los que más lo necesitan.

–Entre los indignados y los resignados, ¿en qué punto está Antonio de la Torre?

–Trato de no perder la calma. Solo el Estado del Bienestar nos va salvar de algo que puede ser incluso más grave que el coronavirus y es la crisis derivada de esta enfermedad. Es una oportunidad histórica para cambiar las cosas.

–¿Cómo?

–Tenemos que asegurarnos de no dejarnos a nadie atrás. En un nivel de pobreza severa hay dos millones de personas en España. Si no salimos de esta crisis ayudando a los más desfavorecidos, nos podemos encontrar con una sociedad mucho peor que la que teníamos que ya no era especialmente buena. Contra el virus se puede pelear pero no contra un sistema que mata a la gente. No sé si soy resignado, indignado o calmado.

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–Le añadiría un esperanzado...

–Pues más que esperanza tengo militancia. Militancia en los derechos humanos, en la distribución de la riqueza y en que una vida está por encima de cualquier nación, bandera o capital. En lo colectivo podemos salir de esto, porque en caso contrario será un sálvese quién pueda y la historia enseña que siempre se salvan los mismos.

–Pero asistimos a dos ejemplos opuestos. Por un lado, el civil que está dando un ejemplo de solidaridad y, por otro, el político, dividido pese al mal momento.

–Lamentablemente se está poniendo más el foco en intereses personales que en el bien común. Pero también están pasando cosas esperanzadoras como el otro día en el Ayuntamiento de Madrid que fue hermoso ver como Rita Maestre y el alcalde Martínez Almeida manifestaron su voluntad de colaborar porque ponían la humanidad en el centro del escenario. Yo me siento más en sintonía con las recetas de Más Madrid que con las del PP, pero aplaudo a Martínez Almeida. Ideológicamente está en otro lugar al mío, pero se está ganando mi respeto por su actitud.

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–A nivel nacional no se ve eso.

–La gente tiene que tomar nota de la actitud de los políticos y quitarnos de las trincheras para tender puentes de diálogo que es lo que necesitamos ahora.

–Bueno, vamos a la serie 'La línea invisible'. ¿Qué le ha parecido la recepción?

–Pues a consecuencia de la tragedia de esta pandemia nos hemos encontrado con un escenario favorable para su visión porque todo el mundo está en casa. Y además ha funcionado porque ha sido lo más visto de Movistar+. No soy experto, pero al parecer ha tenido un alto porcentaje de fiabilidad, es decir, que los que lo empezaron a verla, la han terminado, lo que da medida de la calidad de la serie.

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–Antes del estreno hablamos de que a la serie ya la acusaban de blanquear a ETA. ¿Cómo ha visto las reacciones?

–No me gusta hablar de este tema porque es un conflicto complejo. El que vive en el País Vasco tiene una mirada más poliédrica que los que somos de fuera. Mi primera gran noticia de ETA fue cuando mató a un amigo mío, que fue compañero de Instituto en Málaga.

–¿Cómo se llamaba?

–Andrés Fernández Pertierra. Así que fijate lo que es ETA para mí. ¿Quién es esta gente que mató a mi amigo que era solo un chaval? Desde la derecha se ha acusado a la serie de blanquear, pero también desde sectores abertzales de haber sido poco rigurosos. Es un tema complejo, pero también ha sido fascinante tratar esta época de la historia de la manera más honesta posible.

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«No lo dudé»

–Uno de las escenas más impactantes de la serie es el papel que jugó a la iglesia vasca que no fue un simple apoyo...

–Es que es así. Hubo un sector del clero que apoyó de manera clara y sin fisuras lo que estaba haciendo ETA. También es verdad que cuando la banda nace había una dictadura que torturaba y mataba. No soy un experto, me documenté para el papel, pero hay muchas aristas que se me escapan.

–¿Alguna vez dudó si aceptar este proyecto?

–No solo no lo dudé, sino que me pareció muy tentador. El personaje de Melitón era muy interesante, la época que se retrata fue fundamental en la historia de España y el director era Mariano Barroso.

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–Esta semana nos ha sorprendido precisamente la muerte por coronavirus del periodista José Mari Calleja, al que persiguió ETA.

–Me ha dado mucha pena porque solía escucharlo. Me ha impactado y se le notaba que era una buena persona.

–El mundo de la cultura ha protestado contra las palabras del ministro Rodríguez Uribes al no sentirse apoyada. ¿Qué opina?

–El ministro intentó usar una cita, pero se destacó la mitad de la misma. Son tiempos difíciles en los que todo el mundo está angustiado y es complicado manejar la reacción a esto porque tampoco se trata de que parezca: ¿qué hay de lo mío? Pero por otro lado, la cultura crea 700.000 puestos de trabajo y lo importante es que ya ha habido una reunión con profesionales del sector y el Gobierno tiene una voluntad de que nadie se quede atrás, tampoco la cultura.

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–¿Tiene receta para salir de ésto?

–La prioridad es ayudar a los autónomos, una fiscalidad más progresiva para que los que más tienen paguen más, inyectar recursos para que los más desfavorecidos puedan soportar la crisis y que el motor de la economía vuelva a andar. Y que lo haga de una manera más sostenible e igualitaria.

–Una curiosidad. ¿Es de los que ve series en el confinamiento?

–Pues la verdad es que no tengo mucho tiempo con los dos niños pequeños. Hoy he salido a la compra por primera vez en siete días. Cuando tengo un rato leo mucho. También prensa, como SUR y veo como va el Málaga.

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–Pues lleva cinco semanas sin perder.

–Ja,ja, una buena noticia.

María Pilar Pertierra, en Málaga en 2010, con una fotode su hijo asesinado por ETA. ÑITO SALAS

Andrés José Fernández Pertierra, el compañero de clase asesinado por la banda

Como cada mañana, un autobús trasladaba a agentes jóvenes de la Guardia Civil desde la Escuela de Tráfico de Madrid al campo de prácticas a las afueras. Pero el 14 de junio de 1986, un comando colocó un furgón con 35 kilos de explosivos en la plaza de la República Dominicana. Una trampa mortal para el convoy del Instituto Armado, que saltó en pedazos. Murieron doce guardias, entre ellos Andrés José Fernández Pertierra que, aunque nacido en Asturias, se había criado en Málaga desde los dos años y había estudiado en el Instituto Sierra Bermeja de Ciudad Jardín, donde fue compañero de Antonio de la Torre. Tenía 20 años.

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