Kun Agüero descubre su misterio

Fue un rodaje top secret. De los de clausulas de confidencialidad en los contratos y secuestro de moviles de todo el personal durante la filmación. Solo de esta forma, una gran multinacional deportiva como Puma y una estrella internacional del fútbol como Kun Agüero pudieron mantener en secreto la grabación del anuncio de la nueva campaña Play Loud en el césped de La Rosaleda el pasado mes de febrero. La compañía alemana ya ha estrenado el spot que desvela que tanto misterio y nocturnidad encerraba el lanzamiento de las nuevas botas que lucierán sus estrellas del balonpié en los próximos campeonatos internacionales de este verano: la Eurocopa y la Copa América.

Las zapatillas no son para pasar inadvertido, ya que mezclan colores chillones y ostentosos que resaltan aún más el juego de piernas de peloteros como el argentino Kun Agüero. El jugador del Manchester City cierra el vídeo de minuto y medio con el partido que se escenificó en el campo de Martiricos y en el que, tras varias jugadas, hace un control con el pecho y, sin dejarla caer, fusila al portero. Curiosamente, el futbolista argentino ha necesitado de la ficción publicitaria para meter un gol en La Rosaleda, ya que en su etapa en la Liga española con el Atlético de Madrid jamás consiguió perforar la portería malaguista.

Dirigida por Scott Lyon y producida por Outsider, el rodaje en Málaga contó con el service de la empresa marbellí Widescope, mientras que el casting lo puso la compañía malagueña ModExpor. Curiosamente, las gradas de La Rosaleda aparecen llenas en las escenas del anuncio, aunque la grabación se realizó con apenas un centenar de extras. Un llenazo en el estadio del que se ha ocupado la tecnología digital.

Junto a Málaga, Madrid y Barcelona fueron los otros escenarios del anuncio de Puma, en el que también intervienen el resto de jugadores de la marca deportiva: los franceses Olivier Giroud (Arsenal) y Antoine Griezmann (Atlético de Madrid), que juegan con un balón en una habitación de hotel; el italiano Marco Verratti (París Saint-Germain), que destroza una biblioteca; el alemán Marco Reus (Borussia Dortmund), que pone en marcha el balón, y el español Cesc Fábregas (Chelsea), que tiene que hacer frente al acoso de la siempre incisiva prensa. Pero el gol lo mete Agüero en una portería que sabe lo que es jugar en Champions: la de La Rosaleda.