Roberto Leal: «¡Se acabó la siesta!»

Roberto Leal (Sevilla, 1979) ya no usa delantal. Ahora le han puesto traje. ¿Se acuerdan de aquel reportero cocinillas? Hoy regresa a TVE(19.00 horas) para ponerse al frente del nuevo España Directo, el programa que le dio a conocer. El ya excolaborador de Espejo Público (Antena 3) se ha ido con la bendición de Susanna Griso.

Vuelta a casa.

¡Totalmente! Es una grandísima oportunidad volver al programa que me vio nacer.

¿Cuánto tardó en decidirse?

Me lo dijeron un sábado y el lunes tenía que darles una respuesta. Lo tuve claro.

Además de con la almohada, ¿con quién más lo consultó?

Tanto la directora de Espejo Público como Susanna Griso me dijeron que adelante. Me da pena dejar a esa gran familia después de cuatro años, pero es como cuando te sientas a comer y dices: Papá, mamá, me han ofrecido esto. ¿Qué os parece?.

Y a mamá Griso le pareció un cambio estupendo.

Se va a enfadar por lo de mamá. Por lo de la edad (risas).

Pues la jefa Griso entonces.

No ha sido nada egoísta y me ha animado, me dio tranquilidad.

Hay feeling.

Sí lo hay, sí. Además de ser una periodista de rigor que llegaba la primera, fuera del programa hemos hablado, hemos hecho terapia juntos. Ha sido muy fácil trabajar con ella y dice que va a echar de menos no oírme cantar en la redacción a las seis de la mañana.

Se va a librar de los madrugones. ¡Por fin!

¡Sí! El despertador va a volver a ser mi amigo porque le había cogido una tirria... La gente dice que te acostumbras a madrugar, pero no te acostumbras. Pregúntale a cualquier panadero, si acaso te resignas. Ahora se acabó la siesta.

¿Es buen negocio irse de una cadena privada a una pública?

La gente creerá que vengo a hacerme rico, pero económicamente no me ha compensado porque yo en Antena 3, además de programas, hacía bastante publicidad. A TVE he venido con un contrato de obra, no de cadena, pero tampoco tengo catorce churumbeles que amamantar. Podía haberme quedado en mi zona de confort, pero creo que era el momento.

A TVE le caen palos por todos los lados. No llega en el mejor momento precisamente.

Es una etapa muy dura. Esta cadena no tiene nada que ver con la que yo dejé hace nueve años.

Entonces hacía de cocinillas en España Directo. ¿Sigue a los fogones o lo ha dejado?

Sí, sí, lo de cocinar lo llevo a gala. Mis especialidad son los arroces y todavía hoy voy a algún restaurante y el cocinero me dice: Ven y prueba esto a ver cómo está. La gente por la calle me sigue diciendo: Tú eres el de la cocina. Esa forma de conectar de entonces va a ser muy difícil ahora, pero lo vamos a intentar.

Muchos van donde Mariló Montero a anunciar nuevo programa. ¿Se atreverá?

Voy, pero a cocinar con Julius. Me habría encantado estar un rato con Mariló porque me divierte mucho, tiene esa pimienta... La he conocido en maquillaje.

¿A quién quiere conocer?

A María Casado, que nos conocemos solo vía Twitter. Con Anne Igartiburu coincidí hace años en un especial de Mira quién baila y espero reencontrarme con ella y darle un besazo. Y también me hace ilusión estar con Toñi Moreno, que es andaluza y amiga. Yo le digo: Niña, vamos a levantar la tarde. ¡La que vamos a liar!

Por cierto, menudo acento.

Sí, en la tele vocalizo más pero cuando me relajo... Tampoco trato de esconder el acento, que hay andaluces que hablan por la tele y parecen de Valladolid.