Los trazos funambulistas de Toulouse-Lautrec hacen equilibrios en el Thyssen de Málaga

La vida de Henri de Toulouse-Lautrec (Albi, 1864) estuvo marcada por la enfermedad desde que era niño. Por eso cuando llegó a París se sintió cómodo buceando por los bajos fondos de una ciudad que bullía mientras se convertía en el icono burgués de finales del siglo XIX. Prostitutas, marginados y bichos raros que le hacían sentir como en casa y por los que cosechó cierta fascinación. Cuando la clase acomodada hizo del circo su entretenimiento predilecto –la capital llegó a tener cuatro ruedos permanentes–, el pintor encontró su propio equilibrio pictórico, dedicando largas horas a retratar a estos personajes y sus aventuras funambulistas. Esta serie, titulada 'Au cirque' (en el circo), se han instalado en el Museo Carmen Thyssen Málaga, protagonizando su nueva exposición temporal: 'Toulouse-Lautrec y el fabuloso mundo del circo'.

Este viernes se ha inaugurado la exposición de la mano del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; la concejala de Cultura y Deportes, Noelia Losada; la directora artística del museo, Lourdes Moreno –que también es la comisaria de la muestra– y el patrocinador de la exposición, Daniel Pastor.

Ha sido Moreno quien más ha profundizado en las características de la nueva exposición temporal, compuesta por 30 estampas que el pintor dibujó en 1899 y que un grupo de fotógrafos editaron tras su muerte entre 1905 y 1931. En la muestra también hay ilustraciones publicadas en la prensa de la época o otros formatos, como la internacionalmente conocida 'Clownesse Cha-U-Kao'. Todas las piezas provienen de la colección de Jean Pierre Gimbergues.

Según Moreno, en el circo el autor encontró su «canto de cisne», y su obra se puede considerar como una de las ventanas a la modernidad, una combre del arte de la época y de la historia humana. La directora artística ha explicado que esta colección fue dibujada «de memoria», brotando directamente de los recuerdos que había almacenado Toulouse-Lautrec a lo largo de los años de convivencia con los personajes circenses. Los dibujó mientras permanecía ingresado en un centro sanatorio de Neuilly, en las afueras de París, fruto de una complicación combinada de sus enfermedades y adicciones. Cuando terminó la serie, dijo que había «comprado» su «libertad», una especie de redención con la que consiguió la llave de salida del sanatorio. No obstante, su condición médica empeoró al poco tiempo y falleció con 31 años en 1901, dos años después de la creación de su colección más famosa.

Durante la presentación de la muestra, tanto el alcalde como la concejala de cultura y la directora artística de la pinacoteca han agradecido a Daniel Pastor por su labor de mecenazgo, que ha permitido el paso de la exposición por la ciudad de Málaga. El patrocinio se ha producido a través de la marca Iuris Cátedra, Abogados, Economistas y Auditores, firma que ha renovado un convenio de colaboración entre ambas entidades.