Tomás García: El don de hacer reír como forma de vida

Mientras juega a la pelota con su perra, Aria, el malagueño reflexiona sobre el cambio de horario en sus actuaciones, ya que acostumbrado a la 'sesión golfa', ahora las mañanas y las tardes son sus aliados. «Me gusta decir 'buenos días' y 'buenas tardes' al público. Antes muy poca gente iba a ver teatro que no fuese infantil un domingo por la mañana. Ahora mola, es diferente: te arreglas por la mañana, vas al espectáculo, te ríes, te emocionas, te vas a comer y luego... Luego se alarga la tarde hasta la hora que nos dejen», señala Tomás García. Su nueva trilogía es para todos los públicos y asegura que «no piensa parar hasta que Málaga entera la haya visto».

Las historias de estos tres 'shows' hacen que el espectador viaje a muchos lugares, pero todos acaban en el mismo sitio: la sonrisa. Aquellos queridos años 80 y 90, cuando se escuchaban historias o mientras lo que se leía para dormir eran cuentos y no las publicaciones en redes sociales... La ternura de esos tiempos pasados llega de la mano de las carcajadas en el primer monólogo teatral de Tomás García: 'Viviendo del cuento'. «Me da nostalgia cuando pienso que nuestros hijos y sobrinos no van a vivir cosas que hemos vivido nosotros... Con esta idea llega mi espectáculo más completo», explica.

¿Quién se va a esperar que por ir a ver un monólogo podría llevarse un billete de 50 euros?Pues eso está pasando con '50x50', la función que mañana domingo se puede ver en la sobremesa de La Cochera Cabaret, a las 16.00 horas. Se paga 12 euros de entrada, pero se puede volver con 38 euros de vuelta. «Recuerdo las rifas que se hacían cuando iba a los circos y siempre he querido que en mi espectáculo hubiese algo de regalo, de crear esa sensación que yo tenía cuando iba al circo siendo niño. Por eso sorteamos entre los asistentes 50 euros», argumenta.

Cincuenta minutos recomendados por el Ministerio de Cultura, cincuenta por ciento de aforo permitido... Con estas sugerencias que le llegaron al humorista cuando todo empezaba a intentar marchar en la 'nueva normalidad' nació este 'show' de la trilogía, por eso no pueden faltar las experiencias y vivencias de la cuarentena pasada en marzo y abril. Incluso esos momentos en los que sacar una sonrisa era complicado, pero en los que los recuerdos hacen inevitable elevar la comisura de los labios, como ese vídeo del ataque de risa del malagueño con su madre, fallecida este año. «No quería mostrar al mundo una cara de pena, lo que intento compartir de ella son los buenos recuerdos, como ese ataque de risa. Hay que intentar tirar de los hilillos del humor», comenta mientras sonríe al recordar.

Quien conoce a Tomás García sabe que lleva a su Málaga por bandera y no solo en lo futbolístico: «Málaga está a la altura de las grandes ciudades de España. Ahora ya cuando no sabes qué hacer un fin de semana, tienes varias opciones en el teatro», apunta el artista.

Un trocito de la capital de la Costa del Sol tiene 'El humor es cultura': «Aquí hago homenaje a Málaga, a artistas de la ciudad, a esas pequeñas cosas que no se valoran y se deberían valorar... Reflexiones más profundas», explica el humorista. Pablo Alborán, Antonio Banderas, Vanesa Martín, Chiquito de la Calzada y otros humoristas son algunos de los nombres de este número del malagueño. Este último, la principal inspiración de aquel pequeño de diez años que disfrutaba con el teatro y contando chistes. «Tengo un gran cariño a Chiquito de la Calzada, era el número uno», señala.

Detrás de Tomás García (el personaje) está un Tomás que se retroalimenta de su propio papel. Y es que al final, como dice el artista, los dos son el mismo: «Ellos siempre van de la mano». Analizar, escuchar, observar... Estos verbos están presentes en todos los días de su vida. «Desde el 26 de marzo de 2005 que cogí por primera vez un micrófono en un concurso de monólogos nunca he dejado de trabajar. Estoy todo los días con la libretilla y con el móvil, ahí apunto lo que se me ocurre y después voy probando», cuenta.

La palabra 'Sonríe' está tatuada en su mano izquierda y es su lema de vida. Tomás García ahora es Tomás García Serrano y asegura que el piropo más bonito que pueden decirle es este: «Me duele la boca de tanto reírme». «Y yo me alegro de que no sea de un puñetazo», añade el malagueño mientras bromea.