'Ensayo/error' podrá visitarse en el Museo Carmen Thyssen hasta el próximo 12 de octubre. Fotos: Francis Silva

El Thyssen de Málaga aprende de los errores

Arte ·

El museo ahonda en su vertiente contemporánea con una sugerente instalación participativa sobre el potencial didáctico y creativo de los fallos

Lunes, 13 de septiembre 2021

Las manos de La Chachi hacen y deshacen un ovillo invisible mientras suben y bajan en un espasmo febril, Lula Amir clava la mirada en el que mira y acto seguido Ximena Carnevale y Olga Magaña ponen algo más de sosiego, quizá sólo aparente, como ... para intentar acompasarse a la música que brota del teclado de Daniel Blacksmith, que parece mirarlas desde la pantalla que custodia la cortina translúcida donde se proyectan las imágenes de las mujeres en danza. La Sala Noble del Museo Carmen Thyssen Málaga está de nuevo en penumbra para abrir sus puertas, también de nuevo, a una propuesta de creación visual contemporánea nacida desde el talento más cercano.

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La institución estrena 'Ensayo/error', una instalación delicada y potente, medida y arrebatada por momentos, a cargo de Yolanda Montiel y Daniel Blacksmith. La propuesta ahonda en la vertiente contemporánea del museo de la mano de creadores malagueños. Probó fortuna el Thyssen de Málaga la pasada primavera con 'Emblemas', del colectivo Transdisciplina A/V, y aquello representó una de las citas más emocionantes de las vividas en la institución de la calle Compañía. Ahora reincide con 'Ensayo/error' y el resultado mueve de nuevo al entusiasmo.

Porque 'Ensayo/error' quiere plantear una reflexión sobre el poder didáctico y sanador del fallo a partir de unos mimbres diversos en su punto de partida que acaban cuajando en una pieza cabal. Porque María del Mar Suárez 'La Chachi', Ximena Carnevale, Lula Amir y Olga Magaña proceden de caminos artísticos bien distintos para encontrarse aquí en una obra donde lo escénico y lo musical se conjugan sin estridencia alguna, hilvanados por el montaje audiovisual de Montiel, la música de Blacksmith y la mano atenta de Eva Sanguino, directora del Departamento de Educación del Museo Carmen Thyssen.

«Hace un momento me preguntaban qué mensaje puede dejar 'Ensayo/error' y, sin pensarlo mucho, respondí que todos los que formamos parte del equipo tenemos el convencimiento de que el arte es la mayor herramienta de transformación social que existe, porque conecta con las emociones, eso que ahora tenemos un poquito olvidado», ofrecía Montiel este lunes sobre la pieza de unos diez minutos de duración que podrá visitarse en el Thyssen de Málaga hasta el próximo 12 de octubre.

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Así, Montiel ha abogado por ser «más benévolos con nosotros mismos» para concluir: «El error no es algo que nos podamos permitir, sino que es un universo inexplorado donde se esconde el lado más humano de nosotros mismos». Un lado explorado por los propios artistas malagueños que componen la propuesta a la hora de dar forma a 'Ensayo/error'. «A menudo vamos con una idea, en línea recta, y fracasamos, pero seguimos», ha ofrecido Blacksmith antes de contraponer esa manera de pensar y actuar con el «trabajo muy horizontal» que da como resultado la pieza presentada este lunes en el Thyssen malagueño.

Participación del público

Y ese afán de aprendizaje, pero también de introspección, 'Ensayo/error' se reparte en dos estancias: la primera recibe al visitante con el vídeo de Blacksmith interpretando la música junto a la proyección de las imágenes de las bailarinas sobre una cortina de flecos que, al cruzarse, brinda al espectador la posibilidad de tomar un papel y un lápiz para escribir un error cometido en el pasado y depositarlo en la urna de cristal de la izquierda y, luego, apuntar en otro papel la enseñanza obtenida de aquella experiencia para dejarla en la damajuana de la derecha. Y con ese guiño, la instalación se abre a la participación de los usuarios del museo.

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Y dado ese carácter singular de 'Ensayo/error', Blacksmith ha agradecido a los responsables del museo «el apoyo y la confianza para un proyecto de estas características», que supone en la práctica la segunda incursión del Thyssen en los territorios contemporáneos de la mano de artistas de la tierra. En esa línea, la directora artística de la institución, Lourdes Moreno, ha reivindicado la instalación como «una manera de presentar la intimidad del proceso creativo».

«El Museo Carmen Thyssen avanza en su conexión con la ciudadanía a través de tres premisas: construir puentes con otras disciplinas con proyectos más horizontales (…), potenciar el vínculo con el tejido artístico local y trabajar en la conexión con el público, que se va a convertir en un creador más en las actividades del museo», ha sostenido Moreno en la presentación de la pieza. Por su parte, la concejala de Cultura, Noelia Losada, ha incidido en esa apuesta por los artistas locales, que enlaza que la reciente aprobación de la segunda convocatoria de las Ayudas a la Producción Artística lanzadas por el gobierno municipal. Losada ha vuelto al afán de la nueva instalación del Thyssen para reflexionar sobre «la importancia del error en el proceso de aprendizaje».

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Potencial creativo

Un potencial al que se entregan los autores de la pieza cuando firman: «Nos permitimos investigar, jugar, intentar lo nuevo, arriesgarnos. También nos esforzamos para acceder a ciertos logros. Nadie dijo que fuera fácil. Fácil no, pero sí natural. Con motivación y entusiasmo, abordamos la dificultad que merece la pena. Tenemos miedo al fracaso, pero lo superamos porque recordamos que en el ensayo no somos juzgadas, porque la creación es juego y el juego es libertad».

Y en este juego de 'Ensayo/error', todos parecen salir ganando.

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