Theresa Chromati siembra el CAC Málaga con sus flores escroto
La artista norteamericana reivindica la «audacia de las mujeres» y reclama su búsqueda de la libertad
Nada más entrar, una escultura de pétalos abiertos sobre un tallo que se asemeja en su forma a los atributos masculinos asalta al visitante como ... aquella planta gigante de la película 'La tienda de los horrores' (1986). Y, efectivamente, el ojo no engaña. Estamos ante una flor escroto, uno de los elementos recurrentes de la iconografía de Theresa Chromati, que también preside su exposición en el CAC Málaga, 'Ensayo para la alegría', en la que el cromatismo del apellido de la artista norteamericana de orígenes guayaneses y el brilli brilli de sus piezas contrasta con un poderoso mensaje social de empoderamiento y libertad de la mujer en una instalación formada por ocho lienzos de gran tamaño que la creadora terminó anoche mismo y ha creado específicamente para esta exhibición, su primera muestra en una institución en Europa.
«Con mi obra quiero honrar y homenajear la audacia de las mujeres, que dan pasos adelante a pesar de las dificultades y reclaman su libertad», ha asegurado este viernes la propia Theresa Chromati en la presentación de su exposición en Málaga, en la que ha estado acompañada de la directora del CAC, Helena Juncosa. La puesta en escena de la rueda de prensa no ha podido ser más envolvente ya que se ha desarrollado dentro de la propia obra artística, una instalación formada por una estructura metálica circular en la que cuadros salpicados de color y diferentes versiones de las flores escroto están dispuestos siguiendo las manecillas del reloj.

Unos óleos en los que los amarillos, azules, rojos y verdes mezclan lo abstracto y lo figurativo mediante la «deconstrucción del cuerpo femenino», como ha señalado Juncosa con el objetivo de invitar al espectador a reflexionar sobre la diversidad, la identidad y el papel de la mujer en la sociedad contemporánea, particularmente, la afroamericana. «Este viaje no es lineal, sino circular y al interior para mostrar a una mujer que está luchando y se sostiene en esta estructura metálica en la que nos cobijamos y nos protege del exterior», ha explicado la autora norteamericana, que ha confesado que su obra tiene mucho de autorretrato y todas las pinturas tienen algo de ella. De hecho, su largo pelo negro -le llega por debajo de la rodilla- es reconocible en los lienzos.
La brillantina de la mirada
Ese mensaje de mujer poderosa y, a la vez, vulnerable, pero que se levanta tras la caída contrasta con elementos tan aparentemente frívolos como la purpurina presente en todas sus composiciones, pero que la artista resignifica. «La brillantina es importante para mostrar las diferentes capas de la feminidad ya que, dependiendo de cómo mires esa purpurina y te muevas, la obra también se muestra diferente», ha explicado Theresa Chromati, que también usa telas enrolladas y en pico para representar los pezones «como un elemento de proyección de la mujer, a la vez que son un elemento fálico».

Un juego entre géneros que es particularmente visible en sus flores escroto. «El cuerpo es la parte más masculina de mis figuras, en las que busco un equilibrio de fuerzas entre lo masculino y lo femenino para encontrar impulso para seguir adelante», ha señalado la artista que retuerce sus figuras para mostrar el conflicto interior, pero también la diversidad. «No creo en mostrar el cuerpo de la mujer de una sola manera, sino que el movimiento expresa la búsqueda de la libertad», ha explicado la autora sobre esta cromática e icónica muestra que hasta el 2 junio ha sembrado el CAC con su personal jardín circular.
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