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Nube Doble

Terapia con Robbie

Lunes, 19 de junio 2023, 02:00

Aunque en teoría quedaban entradas horas antes del concierto, la primera gran cita musical de este verano en la Costa del Sol se saldó con un llenazo intenso. Había ganas de ver a Robbie Williams el jueves pasado, no cabe duda. Y tampoco cabía casi ... nadie en los aparcamientos de lo alto del monte cercano desde donde bajó la riada de público ansioso por ver al artista. Quizá había más ganas de escucharle cantar que de oírle tanto hablar como hizo luego. Pero bueno, pelillos a la mar, esa que pillaba justo a la espalda del Marenostrum de Fuengirola. El británico, eso sí, fue muy puntual, apareciendo a las diez y media pasadas con cresta canosa en el pelo y embutido en pedrería sin mangas. A buena parte del público, 'fifty-fifty' malagueño y británico, a medias entre maduros y treintañeros, casi le pilló su aparición en las larguísimas colas de avituallamiento de bebidas. Daba igual, ah, porque la fiesta calmada fue servida desde temprano con el 'Let me entertain you' y otras coplas conocidas, desgranadas con más derroche de pose y gamberrismo que de voz, para qué mentir. Quiso Williams desde el principio congraciarse con el respetable repasando su vida, obra y desastres a modo de una cronología terapéutica mutua, articulada con todas sus canciones menos el 'Me and my monkie'. Tuvo golpes de complicidad con los fans más cercanos al escenario, con quienes chapurreó también cositas en español. Y hasta se puso un rato una bandera patria a modo de fular. En todo caso, quizá porque me pilló ya mayor este bautizo con Robbie, yo eché a faltar un poquito de 'punch' o de garra cuando arremetió con 'Feel' o incluso en el 'Angels' ya casi al final y vestido con batín brillante de boxeador. Fue bonito recordar tres décadas con este 'crooner' contemporáneo, pero no se me quita la poquita de melancolía que dejó el rastro último del 'medley' de sus 'hits' a capella. O que, un poner, la cosa acabara de cuajo, como un 'brexit' sin negociación ni bises: y para colmo de nostalgias con el 'The time of my life' de 'Dirty Dancing' sonando a toda mecha.

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