La antigua capilla del Convento de la Trinidad. Francis Silva. Archivo

El teatro malagueño pide el Convento de la Trinidad para cubrir el vacío de la Junta en la escena contemporánea

Más de un centenar de profesionales demandan al Gobierno andaluz que no excluya a Málaga de la creación más vanguardista tras el cierre de la Sala Gades y la especialización infantil del Cánovas

Lunes, 7 de febrero 2022, 17:48

La temporada en el Teatro Central de Sevilla, dependiente de la Junta, comenzó con lo último de Andrés Lima en coproducción con el Centro Dramático Nacional, 'Shock 2'. Este fin de semana ha acogido el debut nacional de 'Danse Macabre' del coreógrafo y director suizo Martin Zimmermann. Y en mayo será el estreno absoluto de una pieza del creador belga Jan Fabre. Ninguna de esas propuestas tiene por ahora fecha en Málaga. La provincia lleva años fuera de la programación de teatro y danza de vanguardia del Gobierno andaluz, una realidad que ha llevado al sector a unirse en una petición: hacer del Convento de la Trinidad un centro para la creación escénica contemporánea.

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Más de un centenar de intérpretes, directores, dramaturgos, investigadores y docentes firman un escrito remitido a la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales de la Junta donde exponen el vacío que vive la ciudad desde hace ocho años. Hasta ese momento, el Cánovas era el refugio de las propuestas más arriesgadas de pequeño y mediano formato en Málaga. El escenario del Ejido formaba con el Central de Sevilla y el Alhambra de Granada un circuito de gestión andaluza que apostaba por una programación contemporánea de corte internacional. Pero en 2013 la política teatral de la Junta dio un giro y el Cánovas se convirtió en un centro especializado en público infantil y juvenil.

La programación teatral más puntera de la Junta se limita el Central de Sevilla y al Alhambra de Granada

Quedaban entonces como únicos resquicios para las obras más rompedoras la Sala Gades (en el Conservatorio Superior de Danza) y la Sala B (un espacio en la primera planta del Cánovas de poquísimo aforo para piezas de cercanía). Ambos escenarios cerraron con la pandemia por diferentes motivos. Así las cosas, ni aquí llegan títulos punteros de la agenda ni los creadores locales encuentran tablas donde enseñar propuestas que no encajan en formatos como la Factoría Echegaray, el único laboratorio de creación escénica que existe en la provincia, de gestión municipal.

«Es una pena que se excluya a Málaga de este tipo de espectáculos», lamenta Rafael Gómez, profesor de Interpretación en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga (ESAD). «Somos la segunda ciudad andaluza, pero nuestros espectadores no pueden ver una programación que estamos pagando entre todos», añade José Antonio Sedeño, director de escena y profesor doctor de la ESAD.

Firmantes

Ellos son, junto con el director y dramaturgo Juan Alberto Salvatierra, los impulsores de una iniciativa que solo con el boca a boca, sin difusión en las redes sociales, ha logrado el apoyo de las coreógrafas Luz Arcas, Nieves Rosales, Marina Miguélez y Ximena Carnevale; los actores Joaquín Núñez, Juanma Lara, La Pili, Mercedes León y Antonio Zafra; los autores Paco Bernal, Sergio Rubio, Gonzalo Campos Suárez, Pablo Díaz Morilla y Miguel Palacios; los directores Diego Guzmán, Pedro Hofhuis, Ery Nizar, Pedro Lanzas y Carmen Ruiz-Mingorance; los creadores Ramón Gázquez, Angélica Gómez y Alessandra García; el tenor Luis María Pacetti, la compositora Diana Pérez Custodio y los docentes e investigadores Francisco J. Corpas, Rafael Torán y Francisco José Sánchez Martín, entre muchos otros. Un total de 110 profesionales malagueños o vinculados a Málaga, como José Antonio Sánchez, coordinador de Teatralidades Expandidas del Museo Reina Sofía.

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Proponen bautizar al centro con el nombre de Miguel Romero Esteo como representante de las vanguardias teatrales

Para saldar esa «deuda cultural con Málaga» (tras 30 años de una «oferta teatral pública plena» en Sevilla y Granada), la escena pone el foco en el Convento de la Trinidad, uno de los grandes proyectos culturales de la Junta en la capital, aún pendiente de los primeros trámites administrativos para iniciar su rehabilitación. En ese lugar, donde el Gobierno andaluz anunció hace nueve meses un centro cultural polivalente, ellos proponen instalar un Centro Andaluz de Creación Escénica Contemporánea. Para producir, ensayar y exhibir. «Sería un dinamizador de la cultura teatral en un sentido amplio, de la danza, el teatro y también el audiovisual», apostilla Sedeño.

Con esa sede, que cuenta con espacios de gran dimensión como el patio o la antigua capilla, Málaga entraría de nuevo en el circuito de la programación contemporánea de la Junta, se podrían ofrecer residencias a compañías y creadores locales (una demanda ya histórica) y ayudaría a «completar la formación de los centros de enseñanzas artísticas». No hay que olvidar que en Málaga coexisten una Escuela Superior de Arte Dramático, un Conservatorio Superior de Música y el único Conservatorio Superior de Danza de Andalucía, una circunstancia que no se da en ninguna otra ciudad de la comunidad.

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Los firmantes cierran su escrito con una última sugerencia: bautizar al centro el nombre de Miguel Romero Esteo. «Es un nombre de consenso que aúna a todo el mundo, desde el ámbito literario al escénico. Fue un enorme creador, responsable de un festival de teatro que iba en la línea que nosotros demandamos. Él se trajo a Málaga lo mejor de Europa», concluye Sedeño.

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