Así será el teatro de Banderas

Jesús Hinojosa

Málaga

Martes, 26 de junio 2018, 00:36 | Actualizado 12:49h.

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Tras una tramitación urbanística de cuatro meses, las obras para convertir el Teatro Alameda en el Teatro del Soho, el anhelado proyecto escénico del actor Antonio Banderas para la ciudad que lo vio nacer, están a punto de empezar. Con la licencia expedida por la Gerencia de Urbanismo el pasado jueves, está previsto que la sociedad promotora del proyecto firme esta misma semana el contrato con la constructora que lo realizará, de manera de los trabajos puedan comenzar en los primeros días de julio. Será entonces cuando empezará a tomar forma el sueño de Banderas para desarrollar en Málaga un centro teatral de proyección nacional e internacional, que está llamado a suponer un revulsivo para la zona del ensanche de la Alameda que el Ayuntamiento ha procurado reconvertir en los últimos años en el espacio alternativo bautizado como Soho.

De ahí ha tomado el nombre una actuación que, pese a su elevado importe –está presupuestado en 2,3 millones de euros–, no deja de ser una adecuación de los espacios con los que contaba elTeatro Alameda a los nuevos usos ideados por Banderas. La mayor parte del presupuesto se la llevan los trabajos de albañilería, revestimientos, alicatados, carpintería y cerrajería.

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Según se especifica en el proyecto autorizado por Urbanismo, al que ha tenido acceso este periódico, la actuación persigue dotar al Teatro del Soho de dos salas. La principal, con capacidad para 667 espectadores, es la que hasta ahora ha sido la central del teatro, que mantiene la superficie del escenario (187 metros cuadrados) y junto a la que se habilitarán cuatro camerinos con aseos.

Sus instalaciones se renovarán por completo, incluido el obligatorio telón cortafuegos que separa el escenario del patio de butacas y que, según un informe realizado por Cemosa, posee un revestimiento que contiene amianto. No obstante, las empresas con las que la sociedad de Banderas negocia el contrato de las obras están homologadas para retirar este material contaminante. Es la única zona del edificio en la que se ha detectado, según explicó el arquitecto autor del proyecto, Francisco Guillén. Sobre esta sala principal, el espacio que hasta ahora albergaba dos salas de cine se convertirá en una sola sala de teatro, con capacidad para unos doscientos espectadores, en la que está prevista la representación de obras de teatro alternativo, conciertos de carácter íntimo e incluso la grabación de programas de televisión. El espacio de las cabinas de proyección de esas dos salas y lo que era vivienda del portero pasará a acoger una zona de ensayos de unos 186 metros cuadrados. La cubierta que abarca las dos renovadas salas de teatro no se sustituye, pero se aplicará un tratamiento especial contra incendios a su estructura.

Los principales cambios en el vestíbulo, que se renovará totalmente, son la desaparición del bar y la realización en su lugar de una tienda de artículos vinculados al teatro, y la instalación de un ascensor con capacidad para diez personas. En las fachadas hacia las calles Córdoba y Casas de Campos se colocará una nueva fachada a modo de 'segunda piel' metálica, separada un metro y medio de la fachada de ladrillos vistos del edificio en el que se inserta el teatro. Su diseño no está totalmente definido.

A nivel de la planta primera, el distribuidor de los nuevos camerinos de la sala principal quedará conectado mediante una puerta con la zona de oficinas y administración del teatro que, con fachada a la calle Casas de Campos, va a ser ocupada por Banderas en régimen de alquiler.

Asimismo, se renovará la escalera de evacuación de lo que será la sala 2, y se construirá una nueva para dar salida a la sala de máquinas del foso. El proyecto también contempla una nueva escalera para el acceso a la zona de ensayos en la tercera planta.