Spoksponha: «Los políticos que ahora mismo hacen un teatro, que se vayan a su casa a ver 'Jara y Sedal'»

–¿Quién es realmente 'Wanillo el Kokunero'?

–Es un alterego, es la esencia del malagueño bravo, del que quiere y no puede. Yo creo que es también el espartano de Málaga... El guerrero que va a Puerto Marina y y siempre quiere salir porque su motivo es ligar. Todo el mundo sabe qué es un 'kokunero'... Ese chaval de tu barrio que iba para futbolista, pero se enganchó a los porros. También es una muestra de todas las inseguridades y el ego que puede tener una persona. Todo el mundo tiene un 'Wanillo' en su vida, al mismo tiempo es buena persona, pero no sabe cómo mostrarlo.

–¿Usted se parece en algo a 'Wanillo'?

–Sí, me parezco a 'Wanillo' en la forma de hablar de barrio, porque yo me he criado con 'Wanillos'... Yo sé sus códigos, sé cómo actúan, he tenido incluso cuñados que han sido 'Wanillos kokuneros' y he aprendido de ellos. Muchas chicas me dicen: «Tío, me recuerdas a mi ex». Aunque yo no tengo nada que ver con lo que está construido y me gusta llevarlo al extremo, es un tío simple que sólo se fija en lo que se fija. Antes esperando para hacer esta entrevista han pasado por delante de mí tres o cuatro.

–-Sabemos que le gustan los 'Frigopie', pero, ¿es su helado favorito?

–Yo echaría una final, como la Eurocopa, entre 'Frigopie' y el polo 'Drácula'. Ese toque de vainilla del polo me encanta. Aunque están en el 'top tres' junto 'Maxibon'. Hombre, también te digo que no hay 'Frigopie' que luche contra una tarrina de chocolate de Casa Mira o una de Kinder de 'la Inma', eso es de primera división.

–¿Cómo le explicas a una persona de 80 años quién es 'Spoksponha'?

–Es la digievolución de un presentador del Club Megatrix.

–Con 80 años igual lo de la 'digievolución'...

–Tienes razón. Pues le diría que es un presentador para los chavales jóvenes, con múltiples personalidades y que le gusta el doblaje. Como un personaje de Barrio Sésamo... Soy una ensalada de conceptos. Pero si tú ves a tu abuelo de 80 años puedes decirle que estoy 'chalao perdío', que me encanta hablar de cosas antiguas, pero también de cosas modernas, hacer doblajes de dibujos y colecciona muñecos aunque tengo más años que una escalera. Muchas veces me veo como que vengo del espacio, casi nunca estoy aquí en la Tierra. Estoy todo el rato fuera.

–Puede que ese sea su éxito.

–Puede ser, tampoco considero que sea E.T., pero creo que estoy fuera de muchas cosas. A veces la gente me habla de temas banales y me cuesta meterme ahí. Ayer, por ejemplo, estábamos hablando de quién estaba dentro de Don Pimpón. Pero me pasa desde pequeño, porque cuando me regalaban un muñeco, le daba la vuelta a la caja y leía de dónde venía. Aunque muchas veces la gente puede pensar que soy idiota, porque no casa la estética o el rollo que llevo con la realidad, pero soy una rata de biblioteca.

–¿Ha sentido alguna vez que la interacción constante con sus vídeos le abrumaba?

–Sí, bastante. A nivel de mensajes es muy difícil. Tengo mensajes sin leer desde 2019. Te abruma, pero al mismo tiempo aprendes a llevarlo bien. Pero como hice lo de 'Marbella Vice' a partir de ahí fue un desfase, aunque también mola, porque ves que la gente está presente. Es una buena manera de abrumarte, y si no apago el móvil y me pongo 'Gym Tony' en la tele. Pero mira, por ejemplo, a Ibai Llanos y toda esa gente, están lejos de la interacción porque no pueden leer los mensajes.

–¿Cuál diría que es su punto débil?

–Que me afecte más lo negativo que lo positivo: de ocho mensajes uno es negativo y siete son positivos. Tengo que obviar esas cosas. Cuando pasó lo del chico Samuel todos compartimos algo en Instagram y me llegaron 20 mensajes de personas diciendo barbaridades, pero luego llegan 50 de gente dándote las gracias por posicionarte.

–¿Y su punto fuerte?

–Puede ser contradictorio, porque soy muy dado a la positividad. Me gusta estar activo y creando todo el rato. Si me despierto me encanta estar cantando o poniendo una de mis voces de personajes. Creo que proyecto mucha luz a nivel de iniciativas y creación, porque la vida es una mierda, es muy corta, si puedes hacer que cada día sea un capítulo de los Futurama o de Rick y Morty ya estás dándole color a todo.

–Un mensaje para los políticos.

–Se lo daría más bien a los que vienen como nuevos políticos: que metan presión y que hagan un relevo guay. En política el agua está estancada, tienen que ser más claros. Los políticos que ahora mismo hacen un teatro que se vayan a su casa a ver Jara y Sedal.

–Usted siempre improvisa... ¿Eso se estudia?

–Se estudia a otra gente improvisando, el único misterio que tiene es que te quites la vergüenza. Para hacer 'freestyle' te tienes que culturizar: leer mucho, ver series y películas para tomar conceptos. Después, la segunda parte es enlazarlos; si eres capaz de conectar algo sobre el pato Donald, con la abuela que viste en el Mercadona y que lo que te pones detrás verde para grabar es un fondo croma, pues ya lo tienes hecho.

–Su comparación chistosa favorita.

–Tengo muchas, pero la de «hace más calor que vigilando un puchero».

–¿Qué cree que hay después de la muerte?

–Una rave en la que te encontrarías a tu abuelo con Tupac jugando al dominó o a tu abuela con Freddie Mercury comiéndose un arroz caldoso (risas).