Sora Sans: «'Monosabio' es algo que trasciende al tiempo»

-¿Cuál es la principal aportación y seña de identidad de 'Monosabio' en la oferta editorial y literaria?

-Siempre me acuerdo de Diego. 'Monosabio' es Diego Medina y sus incansables ganas de acercar las letras que estaban germinando a ese círculo mágico de libros que tenemos hoy.

-¿Qué supuso en su trayectoria literaria la publicación en 'Monosabio'?

-Para mí 'Monosabio' ocurrió años antes de 'Monosabio', cuando tuve la suerte de ser galardonada con el primer premio de MálagaCrea de Relato Breve y Diego Medina, que era jurado, se me acercó y me dijo que le habían gustado mucho mis relatos, y que si hacía más, le avisara para publicarlos en la serie. Recuerdo que apuntó su 'e-mail' en un papelito verde y que ese gesto, esa esperanza, me hizo seguir soñando con las letras. Nunca me atreví a escribirle, quizás sentía que mi material no era suficientemente bueno, y Diego murió unos años después. Le escribí mi despedida en una columna de Diario Sur y su hijo, Diego Medina Poveda, me contactó al leerlo, y fue de su mano como llegué a publicar una colección de relatos en Monosabio, comenzando por aquel que tanto le había gustado a Diego padre. Así que para mí 'Monosabio' es algo que trasciende al tiempo y es un legado increíble en el que he tenido la suerte de estar.

-¿Cómo cree que ha evolucionado su obra desde la publicación en 'Monosabio'?

Mis letras están raras. Por algún motivo, la muerte de Manuel Alcántara me dejó sin palabras, por decirlo así. Nunca me gustó escribir grandes extensiones, pero ahora se han vuelto mínimas. He tocado varios géneros y experimentado, hasta encontrar recientemente lo que me faltaba, ese hueco que tenía dentro.

-¿Cuáles son sus próximos proyectos?

-Hace muy poco se ha despertado una serie de relatos llamada 'Desorden' (por ahora) y que cuenta pequeños traumas casi invisibles que han perfilado mi camino en la vida, de una u otra forma. Son desórdenes que me han hecho amar el orden y cicatrices que estoy aprendiendo a querer y a entender mejor. Hay muchas cosas que nunca he contado y que ahora están ahí, mirándome, hablándome y dibujándome. No sé qué haré con ellos ni si saldrán a la luz, pues hay algunos muy personales, pero eso es lo de menos, lo importante es volver a sentirme tan plena creando estos pequeños fragmentos.