Sophie Calle, entre dos piezas de la serie 'El marido'.
Exposición en Málaga

Sophie Calle: el arte que nace del divorcio y la muerte de un gato

La artista francesa construye relatos íntimos sobre la ausencia y la separación con imágenes acompañadas de textos en la retrospectiva que le dedica el Pompidou

Viernes, 19 de noviembre 2021, 17:25

«No siento que nadie me conozca después de una exposición», asegura Sophie Calle en un perfecto español. Y lo dice a pesar de que en las piezas que aquí se exponen hay detalles muy personales de su relación con su exmarido Greg Shepard, se ... cuenta su historia de amor fallida con un amigo de su padre o se refleja el dolor por la muerte de su gato Souris. «Pero no es mi intimidad, son hechos que a todos nos pasan», explica la artista francesa. Pocos como ella tienen esa capacidad de ponerse detrás de la cámara para retratar su propia vida con distancia. Una selección de sus obras custodiadas por el Centre Pompidou París se muestran ahora hasta el 17 de abril en la sede malagueña del centro de arte francés.

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La muestra ofrece una retrospectiva por 40 años de trabajo de Sophie Calle con trabajos que ahondan en «la relación con el otro, la ausencia y la pérdida», explica la comisaria Christine Macel. Ella es una maestra en componer relatos de lo cotidiano a través de la combinación de imágenes y textos escritos para la pared o el suelo de un museo. La serie 'El marido' abre el recorrido, nueve paneles a través de los cuales Sophie Calle enseña y cuenta su complicado matrimonio con Greg Shepard. Desde el plantón que le dio cuando se conocieron (acudió un año tarde a la cita) hasta la última vez en que ella tocó su sexo, pasando por las discusiones o la boda ficticia que celebró para cumplir su sueño de vestirse de blanco. Cada fotografía se acompaña de frases directas con una gran carga poética y cierta ironía.

El tema de la ruptura amorosa vuelve a salir en 'Dolor exquisito'. Aquí se repite una y otra vez la foto de un teléfono rojo sobre una cama deshecha. Leyendo los textos se descubre que se trata de la habitación 261 del Hotel Imperial de Nueva Delhi un 25 de enero de 1985. Aquel día había quedado allí con su amante, con el que iba a reunirse después de mucho tiempo separados por el trabajo. Pero nunca llegó. La historia de lo que sucedió se extiende por nueve dípticos en los que su rabia, su dolor y su frustración por lo vivido se contrapone al de personas anónimas que respondieron a una pregunta: «¿Qué día sufriste más?» Esta obra la mantuvo guardada durante casi 20 años en un cajón: no la recuperó hasta 2003.

Paneles de la serie 'El hotel'. Ñito Salas

«Ella hace arte para no sufrir con los dolores que compartimos todos», señala la comisaria. Sophie Calle lo confirma después: «Me sorprende cuando la gente va a ver un espectáculo y lo mira a través de la cámara. Para mí ya no están mirando el espectáculo, ya se han puesto de lado». Y eso es lo que hace ella con su vida. Toma un instante doloroso o significativo de su existencia y lo mira desde otra perspectiva, desde detrás del objetivo: en ese momento ya deja de ser una «víctima pasiva». Le ha ocurrido con la pérdida de su madre. Cuenta que filmó su muerte con más de 100 horas de grabación que tuvo que repasar una y otra vez para un vídeo que presentó en la Bienal de Venecia. «Era mi madre muriéndose sin parar, pero hacer una película, querer fabricar algo en homenaje a ella, te hace tomar distancia. No es mi madre la que yo miraba muriéndose, era una película. Cuando se terminó, ya como espectadora, no quería verla», reconoce.

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Con su gato, en las dos piezas que se exponen en Málaga, se reproduce ese sentimiento. Como apunta la comisaria, Souris era «el único ser vivo que ella acepta en su cama». Tras su muerte le dedicó un vídeo e innovó en un nuevo formato: la canción. Le pidió a varios amigos que le dedicaran un tema y le llegaron hasta 40 piezas musicales de artistas tan potentes como Bono, Jean-Michel Jarre, Laurie Anderson o Raphael. Todas sus canciones pueden escucharse en una sala acondicionada al final de la exposición.

Ñito Salas

El paseo por su trayectoria se completa con 'El hotel', una creación de sus inicios, cuando hacía del 'vouyerismo' un arte. En los años 80, Sophie Calle consiguió un contrato como camarera de piso en un hotel de Venecia con el reto de fotografiar lo que encontraba en las habitaciones. A las instantáneas del desorden, la suciedad y los restos de la presencia de otros en esas camas, Sophie incorpora textos en los que se aproxima a la vida de los que allí dormían. «No sé si hoy se podría hacer, no estoy segura. Son más puritanos los tiempos», admite la artista, que en su juventud fue una gran activista del movimiento feminista. «Ahora no tanto, ahora habla mi trabajo. La edad, el tiempo que pasa, tengo menos energía», declara.

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Todo lo que aquí se descubre sobre su vida «es real, pasó no invento nada». Pero, como aclara a continuación, no deja de ser una ficción: en el momento en el que se escogen unas determinadas palabras o se seleccionan unas imágenes, ya se está ficcionando la realidad. Ahí está la película 'No sex last nigh', una road-movie que rodó junto a su exmarido durante un año y que se proyecta en Málaga. Se centra en la falta de relación en la pareja, «pero podríamos haber hecho otras diez películas que podrían hablar de otras muchas cosas».

La muestra, que cuenta con la colaboración de la Fundación la Caixa, fue presentada por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el embajador de Francia en España, Jean-Michel Casa y el director del Museo Nacional de Arte Moderno, Xavier Rey. En el acto estuvieron acompañados por la concejala delegada de Cultura, Noelia Losada; el director de la Agencia Pública para la Gestión de la Casa Natal de Pablo Ruiz Picasso y otros Equipamientos Museísticos y Culturales, José María Luna; y los responsables de CaixaBank.

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