Secciones
Servicios
Destacamos
Solo quienes forman parte de este sector saben de la inestabilidad del trabajo, la ansiedad que provoca la incertidumbre constante y los sentimientos de vulnerabilidad que genera la creación. Más en pandemia. Pero solo ellas viven, además, la desigualdad, el verse desplazadas de las programaciones ... y apartadas de los cargos de decisión. «La situación es siempre dramática para las artes escénicas, y también para las mujeres», apostilla la investigadora Ana Sánchez Acevedo. Por eso, ella, la coreógrafa malagueña Luz Arcas y la dramaturga Jana Pacheco sientan las bases de Situación Dramática, una plataforma de mujeres del teatro, la danza y la música que reflexiona sobre la realidad de la profesión para buscar soluciones desde una perspectiva no institucional y de forma asamblearia, abierta a todas.
Nace en Málaga, pero con vocación nacional. La Casa Invisible acogió ayer la segunda asamblea de esta iniciativa, que ya piensa en expandirse a Madrid, Sevilla y Cádiz. Porque hay problemas globales que requieren soluciones locales: el contexto cambia según el lugar. «Hay que dialogar y reflexionar desde ahí: cada ciudad necesita una atención situada y un análisis concreto del asunto», señala Jana Pacheco, madrileña afincada en Málaga desde hace seis meses. Son, dicen, «conversaciones en proceso para conocernos y conocer las distintas situaciones, sin dar cosas por sabidas o por sentadas».
Y lo hablarán solo entre mujeres por varios motivos. «Pensamos de otra manera, estamos menos condicionadas por el discurso institucional, oficial, y dejamos más espacio a la duda y al diálogo. No nos da tanto miedo preguntarnos cosas y eso muchas veces se ve como una debilidad, pero no lo es«, argumenta Luz Arcas, que ayer no pudo asistir al encuentro por encontrarse en Madrid. Además, la mayoría de los foros de debate, grupos de investigadores y redes del sector están lideradas por hombres. »Esta es una posibilidad de establecer nuevos métodos de diálogo. Creo que podemos inventarnos una manera diferente de afrontar los problemas«, señala Arcas.
Pero que nadie se confunda, no son 'cosas de mujeres'. «Queremos hacer una reflexión profunda sobre la profesión de una manera muy amplia, sobre temas de gestión y motivaciones artísticas«, añade la coreógrafa de La Phármaco. »El propósito es hablar de prácticas estéticas y escena contemporánea desde las condiciones específicas de las mujeres, que siguen siendo de desigualdad«, puntualiza Sánchez Acevedo. »La idea es compartir, reflexionar y sobre todo intentar buscar nuevos caminos para que nuestra profesión se aleje lo máximo posible del patriarcado, que afecta mucho a la sociedad pero fundamentalmente a las mujeres«, añade Pacheco.
Para la mujer, apunta, el panorama es «dramático» y no porque su presencia siga siendo minoritaria en varios ámbitos de las artes escénicas. No es solo cuestión de porcentajes. Tras años de lucha en este sentido, algunos programadores de teatros se han preocupado por lograr la paridad en los carteles. «Pero luego esas mujeres que estábamos siendo programadas teníamos la mitad de caché que un hombre, estábamos en salas pequeñas y no se nos trataba de manera cuidadosa. Es paritaria, sí, pero todos los hombres están en el circuito oficial y las mujeres en el Off«, detalla la dramaturga.
Como punto de partida, Alicia Torres, profesora del Conservatorio Profesional de Danza, abrió ayer la asamblea con una exposición sobre feminismo y artes escénicas. «Como esta palabra está tan desgastada, nos parecía interesante volverla a resituar, entender el concepto del feminismo como una filosofía de vida y una filosofía para la praxis», detalla. Trazó un recorrido histórico para ir de lo general a lo concreto: cómo incluir en los proyectos la perspectiva de género «para darnos visibilidad, entrar en nuevos yacimientos de empleo y para empoderarnos como mujeres», señala.
A partir de ahí, comenzó la charla y el intercambio de propuestas, desde crear un espacio para el debate en las Escuelas de Arte Dramático donde las mujeres se sientan seguras y cómodas para compartir sus experiencias a hacer una red de apoyo entre mujeres del sector, profundizar en cuestiones pedagógicas o la posibilidad de crear grupos de trabajo. El 29 de junio volverán a encontrarse.
Para Torres, Situación Dramática es un «movimiento pertinente porque viene a recoger una desazón ahora muy dispersa»: «El capitalismo siempre se centra en potenciar el individualismo, y si no nos unimos no vamos a poder ser más que ciertas voces espontáneas. Para empoderarnos tenemos que asociarnos y para asociarnos tenemos que estar concienciadas y sensibilizadas«.
Luz Arcas, Ana Sánchez Acevedo y Jana Pacheco han sido los motores de esta propuesta, pero el objetivo es que «pueda funcionar sola y hacerse en cualquier momento si alguien la necesita por orientación, para buscar apoyos o por compartir un proceso creativo». Como dice Luz Arcas, quiere ser «una manera de organización al margen de la institución que se mueve por unas necesidades muy realistas e independientes». El reto es detectar las diferentes Situaciones Dramáticas que se dan en distintos puntos de la geografía para, a partir de ahí, encontrar soluciones efectivas. Entre todas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.