Silvia Congost, en el Aula de Cultura de SUR: «Una ruptura no es un drama, es un cambio»

Un libro distinto, escrito con un lenguaje más propio de la novela, en el que la especialista en autoestima, dependencia emocional y relaciones tóxicas da claves para superar una ruptura y no quedarse estancado en una de las fases del duelo. «No nos preparan para afrontar estas etapas, pero todos tenemos que transitarlas», afirmó Congost ante una Fábrica de Cervezas Victoria repleta de oyentes con ganas de aprender sobre los finales de las relaciones. «El libro pretende mostrar cuáles son esas etapas para identificarlas», explicó. Esta identificación permite al lector saber si está atrapado en alguna de ellas, como puede ser la negación, la rabia o la tristeza.

La psicóloga no trata las rupturas desde el punto de vista del dramatismo y opta por cambiar el enfoque ante estas situaciones, «Una ruptura no es un drama, es un cambio», señaló. En esta línea, apuntó cuál deberían ser los primeros pasos tras afrontar una separación. «Hay que dar las gracias. Si alguien que no nos ama nos deja, nos está haciendo el regalo de nuestra vida». En el caso contrario, la especialista asegura que es una pérdida de dignidad aunque es consciente de que esta teoría no es fácil de aplicar cuando pasar por este momento. «Tenemos que entender el proceso que viene por delante y que es una situación que todo ser humano está preparado para afrontar», dijo sin olvidar que este momento no hay por qué vivirlo solo y que es recomendable apoyarse en las personas cercanas que siempre están ahí.

El contacto cero es una de las claves de la ruptura cuando la relación se rompe porque un miembro no quiere seguir, pero el otro sí. «Si la persona dejada sigue teniendo información sobre su expareja, no avanza en su proceso de duelo», explicó. Estas tomas de contacto dan esperanza a la parte que quiere seguir adelante y ayuda a crear un mundo paralelo. «Contacto cero es que no piense en esa persona», aseguró la psicóloga. En el caso de que haya hijos de por medio, hay que procurar recibir la mínima información y nunca tratar de usar a los niños como fuente. «Sólo hay que tener el contacto necesario. Por ejemplo, los cumpleaños se pueden celebrar por separado, el niño ya entiende que no estáis juntos».

La charla se abrió al público, por petición expresa de Congost, a la media hora de comenzar. El micrófono recorrió toda la sala, las voces se alzaron para hacer preguntas y contar testimonios personales, como el de la mujer vestida con blusa azul de la penúltima fila. De pie, ante la mirada de todos los asistentes, hizo partícipe al resto de su situación. «Me gustaría saber si mi relación la he dejado yo o me han dejado», comenzó.

La mujer comentó que había dado un ultimátum de un año a su pareja para que decidiera si la relación daba un paso más y se hacía más formal, pero que no recibió respuesta y decidió abandonar su casa unos días. Después de esos días, él le dijo que no veía dar ese paso. Y ahí quedó el asunto. «Quien quiere estar contigo la respuesta es un sí rotundo, lo demás es un no», contestó Congost, pero no le quedó claro si la habían dejado o fue ella. «Eres la afortunada que ya no tiene alguien en su camino que le está impidiendo evolucionar, crecer y cruzarse con una persona que quiera lo mismo que ella. Eres la afortunada», afirmó la psicóloga ante el aplauso de todos los asistentes y la emoción de la afectada, que se traspasó al resto del público.