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Las fotografías de Toñi Guerrero, en La Térmica hasta el 8 de diciembre. Francisco Hinojosa
El silencio de Hiroshima

El silencio de Hiroshima

Línea de Fuga ·

Las ostras estaban riquísimas, aunque a mí no se me quitaba de la cabeza que a la mañana siguiente íbamos a amanecer como el pez de 'Los Simpson' con tres ojos por culpa de las fugas de la central nuclear

Domingo, 25 de octubre 2020, 09:49

De Hiroshima recuerdo las ostras y el silencio. La quietud llega pronto, casi nada más poner el pie en la ciudad desde un lugar tan poco propicio para la calma como una estación de tren. Bajas del vagón al que te subiste en Kioto y ... el silencio está allí, esperando en el andén para acompañarte en el paseo por la ciudad sumida en una calma extraña. La Cúpula de Genbaku como un huevo cocido mal pelado. La piel cocida y pelada de los habitantes de la ciudad arrasada por la bomba. El silencio denso en todas partes. La mirada resignada de quienes casi parecen acostumbrados a los turistas que hemos ido hasta allí para comprobar que de verdad aquello sucedió y que luego nos movemos junto a ellos con una mezcla de pavor y culpa.

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