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Sheila Hicks, junto a 'Lianas de Beauvais', una de las obras más grandes de la exposición en el Pompidou. Salvador Salas

Sheila Hicks: la vuelta al mundo en 60 hilos en el Pompidou de Málaga

El museo portuario acoge la primera exposición en España de la artista norteamericana, referente internacional del arte textil

Miércoles, 24 de mayo 2023, 17:07

Nada más entrar una tela anudada de Madagascar intercepta el paso como si fuera una cortina. El instinto es rodearla más que tocarla ya que ... tiene toda la pinta de ser una obra. No está allí por casualidad. La artista Sheila Hicks confesaba esta mañana que su objetivo ha sido desconcertar al visitante. Pero más allá de la provocación, la creadora norteamericana consigue su objetivo: poner en alerta al espectador y que haga un esfuerzo por descifrar lo que va a ver. Y lo que va a ver es una exposición singular en el que no hay cuadros aunque algunas piezas parezcan lienzos, no hay bronces aunque otras sean auténticas esculturas y no hay instalaciones aunque el montaje final no se diferencie en algunos casos. Todas esas sensaciones pictóricas, monumentales y creativas tienen un hilo común a través del material principal de esta exhibición, el textil, con el que la artista ha tejido su propio viaje desde lo artesanal al arte contemporáneo con mayúsculas. Un viaje doble que parte además del contacto de la estadounidense con culturas de todos los continentes y su forma de fabricar alfombras y tapices. Un periplo que se muestra desde hoy en el Centro Pompidou de Málaga, donde hace parada esta vuelta al mundo en 60 hilos.

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«Yo viajo mucho, pero confieso que no soy turista, sino que trato de comunicarme en cada sitio», ha asegurado Hicks, que ha añadido que para ello usa el «lenguaje internacional de los hilos» y las telas. Precisamente, la exposición lleva por título 'Hilos que viajan» y supone la primera muestra de la artista norteamericana en España, de la que el propio Pompidou había mostrado alguna obra en su permanente. En esta retrospectiva, que se exhibirá hasta el próximo mes de septiembre en las salas temporales, reúne sesenta piezas desde los años 60 a la actualidad en los que la creadora -sigue en activo a sus 89 años- exhibe su evolución desde las pequeñas obras 'Minimes' a las expresiones más monumentales que es fruto de su permanente contacto con la forma de tejer de Iberoamérica, África, Europa o Asia.

Las obras de Hicks salen de la pared para convertirse en esculturas o instalaciones. Salvador Salas

«No vamos desnudos y nuestra forma de vestir nos define», ha asegurado la artista que ha puesto un ejemplo de ese idioma universal textil cuando se ha referido a la «elegante» prenda que vestía el director del Centro Pompidou y la agencia pública de los museos municipales, José María Luna. El aludido no ha podido evitar la cara de sorpresa, tras la que se ha subido los pantalones para mostrar su par de calcetines con el dibujo de un perrito que la artista le estaba aplaudiendo.

El palo de la palabra

Cercana, espontánea y divertida, Hicks ha convertido su charla y paseo por la exposición en una guía práctica sobre arte textil, pasando además con naturalidad del español al inglés con incursiones en el francés. Y es que la norteamericana estuvo casada con un chileno y vive en Francia, lo que da idea de esa multiculturalidad que también habita en su arte. La creadora ha tomado además uno de las varas de bambú revestidas de hilos de colores de la obra 'El palo del habla' (2020) y, como si fuera un bastón de mando que otorgaba el poder de la palabra, se lo ha ido pasando a los diferentes participantes en la rueda de prensa: el comisario de la muestra, Michel Gauthier; los responsables de Fundación La Caixa y Caixabank, Juan Carlos Barroso y Gerardo Cuartero, y el propio Luna.

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«El arte textil se dejaba confinada, pero ahora se considera escultura y Sheila ha tenido en ello un papel fundamental desde la segunda mitad del siglo XX»

Michel Gauthier

Comisario de la exposición

Sin seguir un orden cronológico ni geográfico, la muestra que arranca en Madagascar también pasa por Chile con el mencionado palo parlante, toma de Marruecos las alfombras de rezo para situarlas en la pared y convertirlas en «puertas hacia el paraíso», toma prestado de Japón la fibra de acero para tejer o apila colas de caballo hasta convertirla en un cuadrado voluminoso que ha perdido la verticalidad del tapiz para convertirse en una escultura. «Me inspiré en una visita a Andalucía en la que pasé por la Mezquita y por eso se llama 'Córdoba'», explica Hicks, que le cede el bastón hilado al comisario Michel Gauthier, que toma la palabra para apuntalar la gran aportación de la artista a la creación contemporánea con esta obra. «El gran viaje de Sheila ha sido llevar el arte textil de los muros al suelo y el espacio», ha argumentado el experto que ha añadido que hace 50 años estas obras «se dejaban confinadas pero ahora se consideran esculturas y Sheila ha tenido en ello un papel fundamental desde la segunda mitad del siglo XX».

Gauthier ha elegido el viaje como hilo conductor de esta exposición «porque es un tema central en su obra» desde que en los años cincuenta emprendiera un periplo por Latinoamérica que transformó su manera de ver el mundo y el arte. «Si me lo permites, te fuiste como pintora pero después de ese viaje decidiste dedicarte al textil y convertirlo en un material noble», ha señalado. Así, lo plástico se mezcla con el diseño, la arquitectura y lo escultural en el taller de Sheila Hicks y el resultado son «obras abiertas» ya que las piezas cambia de forma cada vez que se montan. Como esas 'Cuerdas salvajes' en las que la propia artista se ha metido para fotografiarse. Un 'tapiz' liberado completamente de la pared y que en su selvática apariencia transita entre la escultura y la instalación. «Está viva», ha cerrado el comisario haciendo uso de la autoridad del palo de la palabra.

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